Txt Oportunidades para las Ciencias Sociales y las Humanidades en tiempos de crisis LLaki pachakunapi mushuk yuyaykuna shamuy usan wiay kawsay yachaykunapak, runakunamanta yachaykunapakpash Opportunities for social sciences and humanities in times of crisis Gerardo Morales Jasso gerardosansa@gmail.com ORCID: 0000-0003-2328-1143 Instituto Potosino de Investigacin Cientca y Tecnolgica, AC (San Luis Potos, Mxico) Gabriela Morales Aguilar gmoralesa@enes.unam.mx ORCID: 0009-0004-8585-0406 Universidad Autnoma de Zacateca (Zacateca, Mxico) Vctor Manuel Bauelos banuelosaquino@gmail.com ORCID: 0000-0002-0630-0536 Universidad Nacional Autnoma de Mxico (Mxico D.F., Mxico) Cita recomendada: Morales Jasso, G., Morales Aguilar, G., Baueos, V. (2023). Oportunidades para las Ciencias Sociales y las Humanidades en tiempos crisis. Revista Sarance, (51),40 -65. https://doi. org/10.51306/ioasarance.051.03 Resumen El presente artculo explora las oportunidades que tienen las Ciencias Sociales y Humanidades en tiempos de crisis. A menudo, estas disciplinas son consideradas como obsoletas o en declive en la era de la tecnologa y el capitalismo. Sin embargo, se argumenta que las Ciencias Sociales y Humanidades tienen mucho que ofrecer en el mundo contemporneo. Para ello, se parte de la necesidad de abrir e impensar estas disciplinas. Se analizan tres cambios recientes que demuestran la vigencia de las Ciencias Sociales y Humanidades en la actualidad: la problemtica ambiental, el surgimiento de la tecnociencia y la imposibilidad Revista Sarance ISSN: 1390-9207; ISSNE: e-2661-6718 Fecha de recepcin: 16/04/2023; fecha de aceptacin: 06/06/2023 de sustituir a los cientcos sociales y humanistas por inteligencias articiales. Adems, se plantean oportunidades para las Ciencias Sociales y Humanidades en el contexto actual y futuro, por lo que se ampla la relevancia de estas disciplinas en el mundo contemporneo para abordar problemas complejos. Se concluye que es necesario que los cientcos sociales y humanistas abandonen su zona de confort, trabajen colaborativamente, aborden problemas actuales y desarrollen ciencia aplicada para demostrar su relevancia y capacidad de contribuir al bienestar de la sociedad en general. Palabras clave: futuro; trabajo colaborativo; ciencia posnormal; resolucin de problemas. Tukuyshuk Kay killkaypimi rikurin imasha llaki pachakunapi mushuk yuyaykuna shamuy usan wiay kawsay yachaykunapak, runakunamanta yachaykunapakpash. Kay ishkantin yachahuykunatami a puntamantakuna nishpa rikurin kunankunapika, chay tecnologia yachahuykuna, capitalismo yachahuykunalla ashtawan kunanpi sinchiyanahukpika. Shinapash kay wiay kawsay yachaykuna, runakunamanta yachaykunapash ashtakatapachami yachachinata charin kunan punchakunapipash. Chaymi kay killkaypika ashtawan kay yachaykunapi yuyarishpa, mirachishpa, paskachishpa rimanami nin. Shinami kay ishkantin yachaykunaka kay kimsa hatun yuyaykunata yachahunkapak yanapan; imalla allpa mamata llakichinahuk millaykunata yachahunkapak, imasha tecnologa wiarimushkata yachahunkapak, shinallatak imashalla inteligencia articial manarak runakunapa yachayta, runakuna shinaka manarak kay ushanchu nishpa, yachachin. Chashnallatak, kay wiay kawsay yachaykuna, runakunamanta yachaykunapash imasha yanapayta ushanka kunan pachakunapi, shamuk pachakunapipash, ashtaka yanapanata charinrami. Puchukaypika, kay ishkantin yachaykunamanta rimanahuk amawtakunaka allimanmi tantanahushpa llamkana kan, kunampi llakikunamanta rimana kan, shina pakta katishpa rikuchina kan imasha kay yachaykuna ninanta yanapayta ushan llaktakuna alli kawsachun. Sinchilla shimikuna: shamuk pacha; tantanahushpa llamkana; posnormal yachaykuna; llakikunata allichina. Abstract This article explores the opportunities that social sciences and humanities have in times of crisis. Often, these disciplines are considered outdated or in decline in the era of technology and capitalism. However, it is argued that social sciences and humanities have a lot to offer in the contemporary world. This requires opening up and unthinking these disciplines. Three recent changes are analyzed that demonstrate the relevance of social sciences and humanities today: the environmental problem, the emergence of technoscience, and the impossibility of replacing social and humanistic scientists with articial intelligence. In addition, opportunities are proposed for social sciences and humanities in the current and future context, thus expanding the relevance of these disciplines in the contemporary world to address complex problems. We reach the conclusion that it is necessary for social and humanistic scientists to leave their comfort zone, work collaboratively, address current problems, and develop applied science to demonstrate their relevance and capacity to contribute to the general welfare of society. Keywords: future; collaborative work; post-normal science; problem-solving. 1. Introduccin Como otras generaciones previas, somos herederos de la Ilustracin, que hered la supremaca de la razn de Descartes y la idea de que su aplicacin, as como la investigacin, permitira que los seres humanos pudieran resolver muchos problemas que les aquejaban, como la pobreza, la enfermedad y la opresin poltica y religiosa. Con la Ilustracin, el teocentrismo y el poder de las iglesias disminuy, as como la fe ciega. En cambio, se privilegi la razn, la importancia de la evidencia emprica y la investigacin cientca. Con esto empez a tomar forma una sociedad distinta a la del Medievo. Una en la que la razn es central, pero en la que se gener una divisin en las ramas del conocimiento (Barona et al., 2003) y en la que el dualismo dio lugar a la oposicin entre ciencias y humanidades y, posteriormente, entre ciencias naturales y sociales. Desde la poca de la Ilustracin al presente, las relaciones bidireccionales entre estas reas y la sociedad han cambiado, de modo que se ha restado importancia a las ciencias sociales y humanidades (Ciencias Sociales y Humanidades), y se ha dado mayor importancia a las ciencias naturales y las tecnologas (incluidas las tecnologas sociales). De modo que, se dice que no vivimos en una poca de cambios, sino que nos encontramos inmersos en un cambio de pocas (Castro, 2005, p. 83), en el que van varios aos en los que es ms o menos comn el discurso de las crisis de las Ciencias Sociales (Robles, 2016; Alzate, 2015) y Humanidades debido a que, en la actualidad, la prioridad es el lucro (Cordua, 2012) o debido a las crticas justicadas realizadas por Sokal y Bricmont (1999) y por Sokal (2009) al posmodernismo que ha aumentado en Ciencias Sociales y Humanidades. Adems, la modernidad, a su vez, est acompaada de un discurso de crisis (Zermeo, 2002). Lo que signica que, aunque es posible que existan tales crisis, tambin es posible que estas sean fruto de una Gestalt. El discurso de la crisis es comn, por ejemplo en la dcada de 1950 se pensaba que la losofa dejara de ocuparse de los asuntos sociales, debido a que estos seran atendidos por la supuesta capacidad tcnica y administrativa derivada del positivismo para resolver los problemas pblicos (Gadea, 2017); o se hablaba de la prdida actual del ejercicio intelectual entre ciudadanas y ciudadanos, quienes recurren a las Ciencias Sociales y Humanidades para analizar las cuestiones que les acontecen a nivel tanto personal como social, para concebir soluciones y vas alternas, as como emprender acciones y soluciones que les permitan manifestar respeto hacia s mismas y hacia s mismos, al igual que desarrollar la capacidad de comprensin hacia otras personas (Barreto, 2018); es as como, durante la pandemia del COVID, debido al caos, el miedo, el sufrimiento y el connamiento, muchas personas pudieron, a travs de la literatura humanista, en ttulos como el Hombre en busca de sentido de Viktor Frankl, superar el trauma de la pandemia de una forma trascendente y positiva (Rey, 2021). Cientcos sociales y humanistas, por lo tanto, debern generar oportunidades para mantenerse vigentes y relevantes en un mundo que cambia a mltiples ritmos (inuidos por el capital, la tecnologa, la naturaleza y la cultura). Despus de todo, las crisis tambin son oportunidades. En este caso, oportunidades de reexin sobre la prctica de estas dos reas del conocimiento en nuestro cambio de pocas y no slo en las pocas pasadas. Esto supone algunas dicultades para las humanidades, porque mientras la modernidad y el cambio de pocas miran continuamente hacia el futuro (Koselleck 2012), las humanidades se han denido como las guardianas de la tradicin (Saladino, 1994; Sobrevilla, 2003; Rivero, 2013), por lo que es ms comn que miren hacia pocas pasadas que hacia nuestra poca o al futuro. Adems, cuando miran al presente y al futuro, tienden a ser crticas (Cordua, 2012), lo que es necesario, pero practican poco una crtica a s mismas, lo que disminuye la posibilidad de la aplicacin de tales crticas. En el caso de las ciencias sociales, estas muestran una dicultad distinta respecto al cambio de pocas que vivimos. Primeramente, porque hay una interpretacin desde la cual las ciencias sociales son preparadigmticas1 y sus mltiples teoras son inconmensurables (Follari, 2003), lo que genera discusiones banales y menor iconicidad (representatividad) de sus modelos con la realidad. En segundo lugar, la inuencia del positivismo y la expectativa de convertirse en ciencias gener corrientes de ciencias sociales interesadas en el savoir, sin comprender que este es savoir-povoir (Foucault, 1998). Esto gener 1) una preferencia acadmica por las ciencias bsicas (supuestamente objetivas y neutrales) por sobre las ciencias aplicadas (imposibles de neutralidad); 2) la relectura instrumentalista del saber por parte del poder; aunque tambin se han dado aplicaciones de las ciencias sociales por el poder, de forma ms o menos irresponsable, como lo ejemplica la antropologa de mediados del siglo XX en Mxico (Sanz, 2009; Castillo, 2015). Desde el punto de vista de la hegemona, el capital y el poder; las Ciencias Sociales y Humanidades pueden ser funcionales al sistema, crticas del mismo o neutrales y aspticas. Por esta razn se encumbra a los intelectuales orgnicos y se invisibiliza, silencia o persigue a los acadmicos crticos del sistema. De modo que se puede agrupar las diversas teoras que desarrollan los cientcos sociales en las matrices comprensiva, explicativa, crtica y sistmica (Ricoy, 2006; Plencovich et al., 2016). Donde las comprensivas empatan con las humanidades; la baja predicitibilidad de las explicativas limitan las ciencias sociales al mbito de las ciencias bsicas; las crticas se vinculan con marxismos dogmticos, marxismos heterodoxos, teoras crticas de la escuela de Frankfurt y teoras crticas decoloniales, notables por estar lejanas a los organismos internacionales y a quienes ejercen el Guillaumin (2012) plasma limitaciones de tal interpretacin, sin embargo, no es concluyente al respecto. poder; y las sistmicas, que pueden superponerse a las anteriores desde la teora de sistemas y con anidad a la interdisciplina (Garca, 2011), que principalmente es discursiva en el resto de las matrices. La interdisciplina requiere de especialistas en dilogo con otros especialistas, puede darse: 1) entre disciplinas de una misma rea, 2) entre Ciencias Sociales y Humanidades, 3) entre ciencias y tecnologas, 4) entre Ciencias Sociales y Ciencias Naturales, 5) entre Ciencias y Humanidades, 6) as como entre Humanidades y tecnologas (Gonzlez, 2005). Sin embargo, las primeras tres relaciones son las ms comunes y el resto muestran ms limitaciones que siguen el diagnstico de C. P. Snow sobre las dos culturas (2000). Las dos culturas caracterizan la polarizacin del conocimiento, en la que ambos polos pierden entre descalicaciones mutuas y hay una falta de comunicacin entre ellos (Ordoez, 2003; Kaku, 2014). El sistemismo requiere de la interdisciplina porque descubre a las ciencias naturales y a las ciencias sociales como ciencias dualistas, por lo que slo pueden estudiar las partes del sistema que sus teoras les preparan para ver. Las ciencias naturales no son aptas para ver la res cogitans y las ciencias sociales no lo son para ver la res extensa, pero una matriz sistmica las requiere a ambas. Lo que signica que una de las diferencias ms notables de las ciencias sociales sistmicas con otras matrices de las ciencias sociales es que rechazan ideas anlogas a las de Leslie White, en las que la cultura debe ser explicada en trminos de cultura, sin permitir visiones no dualistas (Conde, 2011, pp. 288, 289). Entre los acadmicos que han abierto un camino para salir de ese callejn estn Descola (2013), Haraway (2018), Latour (2007), Ricoeur (1990) y Wallerstein (2007). Esta diversidad de matrices somete a las ciencias sociales a distintas crisis: la crisis de la falta de funcionalidad debido a ser multiparadigmticas (Kuhn, 2006; Guillaumin, 2012); la crisis del sometimiento al poder (Quijano, 2000), la crisis de la desvinculacin con su aplicacin (Pereyra et al., 1998); la crisis de la irrelevancia debido a la invisibilizacin (Santos, 2009); la crisis que la teora de sistemas somete a toda ciencia dualista (Garca, 2011; Gonzlez, 2005; Comisin Gulbenkian, 2004), la crisis que somete la complejidad de la realidad contempornea a toda disciplina que busca resolver problemas disciplinariamente y la crisis que somete la interdisciplina a toda disciplina en cuanto a sus alcances. Aunado a lo anterior, en la actualidad se privilegia la inversin en ciencias naturales, tecnologas y tecnociencias sobre las Ciencias Sociales y Humanidades (Oliv, 2007), de modo que no hay proyectos sociohumansticos que reciban tanta inversin como, por ejemplo, la NASA, el Colisionador de Hadrones, la creacin de vacunas para el COVID, la mejora de las telecomunicaciones. A su vez, el trabajo de cientcos sociales y humanistas se vuelve derivativo y marginal en la formacin de los profesionales que surgen para resolver problemas del mercado. Podemos sealar como ejemplo los reiterados intentos para erradicar a las disciplinas loscas en aras de una formacin tecnocrtica y mercantilista alentada por la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos, al ser aquellas consideradas una rmora para la incorporacin de las y los estudiantes al sistema del capital (Ceme, 2022); o bien, el hecho de que las materias relacionadas con las Ciencias Sociales y Humanidades que cursan los ingenieros y que necesitan para generar una prctica tica y responsable (Resndiz, 2008) son etiquetadas por profesores ingenieros y estudiantes como materias de relleno. Lo que redunda en que los profesionales de ciencias sociales sean cada vez menos necesitados por el mercado y que tengan menos inuencia social. Si dibujramos un historiador, un lsofo o un antroplogo tradicional (entendiendo que es una idealizacin): los caracterizaramos como profesionales o investigadores individuales, que dialogan con su propio gremio, pero poco entre profesionales de disciplinas distintas; seran acadmicos que estn al corriente de diversas discusiones tericas contemporneas, pero que escriben poco a la poblacin y tienen poca incidencia social2. El punto de partida para dibujar a cientcos sociales y humanistas distintos a los tradicionales no es la posibilidad de repensar las Ciencias Sociales y Humanidades, sino la de abrirlas (Comisin Gulbenkian, 2004) e impensarlas (Wallerstein, 1999). Por lo que, para la realizacin de este texto, se solicit a acadmicos con formaciones diversas en Ciencias Sociales y Humanidades que reexionaran sobre el futuro de sus disciplinas de origen y colaboraran dibujando las caractersticas de cientcos sociales y humanistas con mayores oportunidades y capacidad de incidencia, en vista del cambio de pocas que vivimos. Por lo que, primeramente, sera necesario caracterizar tal cambio. Nuestro presente genera un horizonte de expectativa en el que evidentemente las Ciencias Sociales y Humanidades sern relevantes debido a los temas de interculturalidad y paz3. No obstante, nos concentraremos en tres de los cambios ms dramticos de las ltimas dcadas: el ambiental y el de los sistemas sociales cientco-tecnolgicos (SSCT) (Oliv, 2007, p. 73), ambos ligados a la interdisciplina 2 Los historiadores tienden a desarrollar su experticia en cierta temporalidad y territorialidad, hay antroplogos que se especializan en fenmenos o procesos especcos, de modo que, incluso encuentran dicultad para hablar con antroplogos de otras especializaciones. Adems, se podra decir, sin exageracin, que el trabajo de muchos lsofos se reduce a la exgesis de textos de otros lsofos. Esto revela una doble desconexin: una intradisciplinaria y la otra con la realidad compleja. 3 Temas que tambin muestran una falta de atencin de parte de las Ciencias Sociales y Humanidades, pues han sido desarrollados por reas transversales a las ciencias sociales, las tecnologas sociales y las humanidades (y otras disciplinas), como los estudios culturales y los estudios para la paz, entre otros, como la gerontologa. y a los sistemas educativo y poltico; as como al surgimiento de la emergencia de la inteligencia articial. Elegimos estos temas y no otros por la cercana que tienen hacia ellos los autores y porque este texto no est elaborado para resolver problemas, sino para generar una estructura para hacerlo, de modo que sus principios pueden aplicarse a problemas urgentes que nos limitamos a enunciar, como los relacionados con la desigualdad, la explotacin, el desplazamiento de poblaciones, la racializacin y la discriminacin. 1.1. Las inteligencias articiales Antes de las IA, se programaban los sistemas, pero el machine learning permiti que un sistema aprendiera de datos y no mediante programacin directa. Podemos comunicarnos con las IA por su procesamiento del lenguaje natural, que permite a las mquinas entender idiomas como el espaol y que cualquier pblico con acceso pueda usarlas con facilidad. Por lo anterior, en el mbito educativo existe una creciente preocupacin por la posibilidad de que los estudiantes de diversos niveles utilicen inteligencias articiales para hacer tareas y por el impacto negativo que esto podra tener en su aprendizaje. En las redes existen consejos para que una inteligencia articial les brinde a los estudiantes informacin y que otra les cambie la redaccin para que no les detecten plagio. Si la inteligencia articial (IA) tiene la posibilidad de acceder a enormes bases de datos y procesarlos velozmente, esto supondr una mayor prdida de importancia de los cientcos sociales y humanistas? Existen tres tipos de inferencias (estilos de razonamiento), cada uno con sus caractersticas, dicultades y limitaciones propias; la deduccin (no genera conocimiento nuevo, pero produce conocimiento necesario a travs del modelo regla [R], caso [c], resultado [r]), la induccin (genera conocimiento probable a travs del modelo c, r, R) y la abduccin (genera conocimiento novedoso a travs de conjeturas que surgen del modelo R, r, c, pero tambin su conocimiento es slo probable) (Velzquez, 2015). La abduccin es el estilo de razonamiento ms creativo, pero, aunque las IA pueden procesar una cantidad masiva de datos, actualmente es incapaz de cruzar la barrera de la abduccin (Santaolalla, 2023)4. Se le pregunt a la versin gratuita del ChatGPT (Versin del 23 de marzo), qu son cada uno de estos estilos de razonamiento; pregunta a la que gener informacin correcta (aunque no exhaustiva) sobre cada uno de los tipos de 4 Javier Santaolalla es un investigador formado que, precisamente, por dedicarse ltimamente a la comunicacin de la ciencia tiene la capacidad de desarrollar informacin compleja de forma sencilla. Las nuevas ciencias sociales no deberan excluir de sus fuentes a los comunicadores de la ciencia o mucho menos despreciar su trabajo, habran de revisar sus aportes, como todo otro aporte, crticamente. inferencia. Posteriormente, se le pregunt: cul de las tres inferencias es la que est ms capacitado para desarrollar?; a la primera pregunta contest que es capaz de realizar los tres procesos, aunque su capacidad se limita a la informacin adquirida durante su entrenamiento: En general, puedo realizar inferencias deductivas de manera ms precisa y rigurosa, ya que se basan en la aplicacin de reglas lgicas y matemticas bien denidas. La induccin y la abduccin, en cambio, implican un mayor grado de incertidumbre y subjetividad, ya que las conclusiones que se alcanzan son tentativas y plausibles [sic] pero no necesariamente ciertas (ChatGPT4, comunicacin personal, 2023). A la segunda contest que: Como modelo de lenguaje, no tengo la capacidad de experimentar dicultades o limitaciones en la realizacin de procesos de deduccin, induccin o abduccin, ya que mi funcionamiento se basa en algoritmos de procesamiento de lenguaje natural y aprendizaje automtico. Por lo tanto, puedo realizar cualquiera de estos tipos de inferencia con una precisin y rapidez similares, siempre y cuando cuente con la informacin y los datos necesarios para llevar a cabo el proceso de inferencia (ChatGPT4, comunicacin personal, 2023). Posteriormente, se le record la respuesta que previamente haba dado, a lo que se disculp y mencion que, efectivamente, la deduccin es el proceso de inferencia que se me facilita ms debido a que en esta se sigue una cadena lgica y rigurosa de pensamiento para llegar a una conclusin necesaria a partir de las premisas establecidas (ChatGPT4, comunicacin personal, 2023). Por lo tanto, esta IA puede realizar procesos de deduccin con mayor precisin y rapidez que los procesos de induccin y abduccin, que involucran un mayor grado de incertidumbre y subjetividad. Por ltimo, se le pidi que clasicara los tres tipos de inferencia del menos al ms dicultoso, a lo que bsicamente repiti la respuesta a la segunda pregunta, contradicindose nuevamente. Por ltimo, se le indic que la deduccin es el estilo de razonamiento que ms se le facilita y se le pregunt cul seguira, a lo que respondi que la induccin. Los cientcos sociales y humanistas no pueden procesar con tanta velocidad la enorme cantidad de datos que puede procesar la IA, pero debido a sus limitantes en cuanto a creatividad e intuicin, los cientcos sociales y los humanistas tienen una mayor capacidad que las IA para generar preguntas y soluciones novedosas. Las IA estn construidas para seguir patrones y esa es su fortaleza, los seres humanos podemos romper patrones y llegar a resultados diferentes a los predeterminados (Ball, 2012) y podemos aprovechar esta caracterstica. Acaso usar calculadora o software de hojas de clculo es hacer trampa? Hoy en da estos son necesarios para muchos trabajos precisamente porque los programas hacen parte del trabajo por nosotros. As que, quiz, las Ciencias Sociales y Humanidades puedan beneciarse de hacer usos de las IA para subsanar deciencias en el procesamiento de datos, en la deduccin o en la induccin (principalmente estadstica, mal llamada, inferencial; en vez de inductiva), mientras el lmite est lejos de evitar pensar para dejar esa tarea a las mquinas. En el fondo, estas discrepancias entre el trabajo hecho por los humanos y el aparentemente realizado de manera articial tiene su origen en el pensamiento religioso (Ball, 2012). El uso de IA en las aulas de clase y otros espacios de generacin de conocimiento ser medular para llegar a horizontes ms lejanos, donde la funcin de estas IA ser la de agilizar procesos que a los seres humanos les tomara mucho tiempo, como aprender lenguas extranjeras o ya muertas. Es improbable que la existencia de las IA sustituya a los cientcos sociales y humanistas e imposible que sustituya a las Ciencias Sociales y Humanidades, pues el lmite de la IA es no tener iniciativa y capacidad de innovacin para crear constructos radicalmente nuevos. Sin embargo, ChatGPT slo es la IA ms conocida de las que generan texto, mejoran bsquedas de informacin, sirven para usar chatbots, detectan sentimientos en el texto y traducen. Tambin existen otras que corrigen texto (Grammarly), generan videos (Synthesia), o imgenes (MidJourney), entre otros, lo cual ha generado y generar nuevas situaciones, dilemas ticos y oportunidades que darn mucho material para investigacin y aplicacin a humanistas y cientcos sociales si estos voltean a ver los impactos de las IA en la sociedad. Los cientcos sociales y humanistas han hecho pocos esfuerzos por investigar las nuevas tecnologas. Una excepcin son los Estudios de Ciencia, Tecnologa y Sociedad (CTS), que han mostrado entre otras cosas que las humanidades han sido sacudidas con cada novedad tcnica (Giuliano, 2010; Feenberg, 2005; Nez, 1999; Katz, 1997; Medina, 1995). Volviendo a los retos educativos ligados a los trabajos realizados por IA, acaso los lsofos no tendran aportes al respecto? Precisamente hay lsofos que han trabajado la inteligencia articial y su tica, como Mark Coeckelbergh y Montserrat Crespn Perales (Terrones, 2022; Crespn, 2021). 1.2. Los problemas ambientales La preocupacin ambiental se dispar alrededor de los 60, revelando la postura distante que tena la problemtica ambiental con respecto a los intereses de las ciencias (Leff, 2000c). Lo ambiental problematiz a las ciencias naturales, as como a las Ciencias Sociales y Humanidades, desbordando sus campos de actuacin tradicionales (Leff, 1994b; 2000a); como resultado, se ambientalizaron diferentes disciplinas (Leff, 2000b). Poco a poco, las diversas ciencias integraron lo ambiental en sus problemas, aunque las ciencias sociales han sido las ms resistentes a incorporar lo ambiental en sus actividades (Leff, 1994b). Por otro lado, la tendencia tecnocrtica de la ciencia a simplicar la realidad (Castro, 2002) gener principalmente soluciones del tipo end of the pipeline, las cuales tenan como premisa que la mejora tecnolgica resolvera los problemas ambientales, por lo que parte de las comunidades enfocadas a la resolucin de problemas ambientales lo hicieron al margen de los conocimientos de las Ciencias Sociales y Humanidades. El hecho de que se creyera que los problemas ambientales podan ser resueltos por una o ms disciplinas de las ciencias naturales y las tecnologas ligadas a estas, tuvo como resultado no slo la no resolucin de estos conictos, sino que aparecieron nuevas aplicaciones cientcas y tecnolgicas que causaron ms problemas e impacto ecolgico y social; por mencionar apenas un ejemplo, podemos sealar los problemas ligados a la crisis hdrica, cuyos intentos de resolucin han involucrado a la ingeniera hidrulica en el acceso y distribucin del agua, desde donde se han diseado polticas pblicas, leyes y reglamentos (Rolland y Crdenas, 2010). Esto nos ha llevado a seguir teniendo fallos incluso en la actualidad, pues se sigue intentando que la crisis hdrica sea resuelta por medio de polticas pblicas y reformas jurdicas basadas en el instrumentalismo dualista. Para 1980, segn D. Morrison, ya se podan ver tres fases dentro del desarrollo de las ciencias ambientales: La fase de entusiasmo inici con la publicacin de Silent Spring. Luego le seguira la fase de realismo, en la que las reformas eran insucientes debido a la complejidad del sistema a cambiar. La siguiente etapa no ha sido alcanzada por todos, la de la tercerculturizacin, que se reere a la inclusin de soluciones ya no slo tecnolgicas, sino con la inclusin de las ciencias sociales (OSullivan, 1986). Luisa S. Evans (2015) muestra que las contribuciones de las ciencias sociales son importantes para las ciencias ambientales en las culturas anglosajonas, mientras que para Latinoamrica, Leff (1994a) muestra que a travs del Programa Internacional de Educacin Ambiental UNESCO/PNUMA y la Red de Formacin Ambiental del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente de 1985, se busc dar especial atencin a la incorporacin de las ciencias sociales en los programas de investigacin y de educacin superior con el n de integrar sus contribuciones a la comprensin y resolucin de los problemas ambientales Este inters por lo ambiental de parte de acadmicos lejanos a las formaciones en ciencias naturales e ingeniera gener una corriente posthumanista que se ha llamado humanidades ambientales (Srlin 2012; Braidotti, 2013; Cario, et al. 2022). No obstante, las humanidades ambientales reproducen el dualismo de la modernidad y su existencia diferenciada evita la existencia integrada de las ciencias ambientales. Por lo anterior, vale la pena considerar a las llamadas humanidades ambientales como parte de las ciencias ambientales (Morales-Jasso y Bentez-Ramrez, 2020). En sntesis, desde el inicio de la existencia de las ciencias ambientales hubo acadmicos que estuvieron preocupados por la interfaz entre sociedad y naturaleza (Drummond y Barreto, 2020). Lo que llev a denirlas como una interdisciplinariedad sistmica que requiere contribuciones de ciencias naturales y sociales, humanidades y tecnologas (Drummond y Barreto, 2000; Rivero et al., 2013; Dehays-Rocha, 2000). Por lo tanto, 1) el ambiente supone interacciones de la humanidad con la naturaleza no human; lo que supone a lo social como un subsistema de lo ambiental, con lo que se liga irremediablemente lo social con lo ambiental. En consecuencia, hablar de lo socioambiental en vez de lo ambiental resulta contraproducente, porque aleja a las investigaciones ambientales realizadas por cientcos sociales y humanistas de las colaboraciones de los cientcos ambientales en vez de vincularlas con estas. 2) Las Ciencias Sociales y Humanidades son imprescindibles para lograr soluciones ambientales, porque los problemas ambientales tienen races profundas en la sociedad (Garca, 2011, p. 90): Las ciencias ambientales requieren la articulacin no dualista entre ciencias sociales y ciencias naturales (Leff, 2006, p. 27) para analizar el detrimento ambiental como el efecto de complejas interacciones entre naturaleza no humana y sociedad humana, en las que los seres humanos con su subjetividad y racionalidad econmica (Boada y Toledo, 2003; Leff, 2006), se interrelacionan con los propios procesos e interacciones de la biosfera, a travs de impactos que se han hecho visibles en la depredacin de los ecosistemas y la crtica desigualdad social del mundo actual (Piketty, 2014). A su vez, Ciencias Sociales y Humanidades son imprescindibles para la consecucin de la sustentabilidad, que es una respuesta a la crisis ambiental en la que se requiere contar con una red consensuada de conocimientos que aborden una epistemologa tanto de la naturaleza como de la sociedad y con la sociedad, por ello la importancia de 1) la colaboracin entre lo que an son consideradas como reas de estudio distintas y de 2) la transdisciplinariedad5; lo que implica, en muchos 5 En su sentido de ciencia con la sociedad (Morales-Jasso, et al. 2022). casos, formas de estudio y de aprendizaje diferentes y la necesidad de mediadores y traductores. Debido a estas razones, los qumicos, bilogos, agrnomos e ingenieros no son los nicos que se requieren para estudiar posgrados en ciencias ambientales, sino que tambin son necesarios cientcos sociales y humanistas;6 cuyo nmero aumentar en la medida en la que sus profesores de pregrado faciliten que ejerzan su inters en temas novedosos7. 1.3. La tecnociencia y el SSCT Las ciencias buscan adquirir conocimiento y las tecnologas transforman la realidad (Echeverra, 2003); pero, las ciencias no se reducen al conocimiento y las tecnologas no se reducen a tcnicas y artefactos. Ciencias y tecnologas tambin estn conformadas por sus agentes, que operan, evalan y disean sus respectivos sistemas; adems, forman parte de estos sistemas los agentes que pueden ser afectados por esos sistemas en sus vidas y en su cultura (Oliv, 2007, p. 72). En el siglo XX la prctica de la ciencia mut, produciendo lo que se ha llamado triple hlice, investigacin de modo 2, ciencia posnormal, la ciencia postacadmica, el extensionismo, la investigacin de frontera y la tecnociencia (Nordmann, 2011; Echeverra, 2009; Martnez y Surez, 2008; Huesca-Mario et al., 2019; Escott, 2019). Estos cambios afectaron los SSCT; que, debido a su complejidad, incluyen no slo a cientcos naturales y tecnlogos, sino tambin a cientcos sociales, humanistas, gestores, ingenieros y ciudadanos (Oliv, 2007). Una de las formas ms sistemticas de comprender estos cambios es la del surgimiento de la tecnociencia8, que es una modalidad de actividades cientca-tecnolgica que ha tenido un crecimiento excepcional en las ltimas dcadas. Entre los cambios que implic, supuso poner el foco en la ciencia aplicada, as como en la generacin y aplicacin de la tecnologa a travs del trabajo colaborativo (Sanz, 2007; Oliv, 2007; Morales-Jasso et al., 2021), algo de lo que el capitalismo se aprovech, especialmente desde los setenta, como lo destaca Echeverra (2003). 6 Entre los autores de este texto, uno estudi una licenciatura en losofa y otro en historia para despus ser aceptados en un posgrado en ciencias ambientales y obtener un ttulo en estas. 7 Una de las autoras de este texto decidi realizar una tesis sobre tica ambiental en la licenciatura, pero debido a que la facultad de losofa se inclinaba hacia las investigaciones en losofa alemana, no slo, no dieron pie a atender un problema actual, complejo y urgente desde la perspectiva de la losofa, sino que tambin se llegaron a burlar de la posibilidad de la existencia de esa tesis. La tesis se termin haciendo a contracorriente de la disciplinariedad y la zona de confort de acadmicos tradicionalistas con la gua de acadmicos de otra universidad. 8 La tecnociencia no se reere a cualquier fenmeno cientco-tecnolgico, sino a una unin entre ciencia y tecnologa que requiere un equipo de trabajo y que se distingue tanto de la Big Science de inicios del siglo XX, como de la Small Science de investigacin individual (Echeverra, 2003). La tecnociencia tuvo como su antecedente a la Big Science (tambin un modo tecnocientco) de la primera mitad del siglo XX, que se nombr debido a los cambios organizacionales que supuso en oposicin a la Small Science, de investigacin individual (Nava, 2020). La tecnociencia es un nuevo modo cientco-tecnolgico y un nuevo modo de distribucin de estos conocimientos y prcticas (Sanz, 2007). Se realiza a travs del trabajo de grupos de cientcos, tecnlogos, gestores, empresarios, inversionistas y, a veces, militares y otros miembros del gobierno. Como los sistemas cientcos, los sistemas tecnocientcos buscan describir, explicar o predecir, pero tambin tienen caractersticas de la tecnologa, como intervenir en los mundos natural y social con el n de transformarlos (Oliv 2007). La tecnociencia incluye a las Ciencias Sociales y Humanidades, aunque stas no estn incluidas formalmente en los sistemas de innovacin (Echeverra en Sanz 2007, p. 358). Algunos ejemplos de tecnociencia seran las vacunas contra el COVID-19, los Sistemas de Informacin Geogrca, la National Aeronautics and Space Administration, el Intergovernmental Panel on Climate Change, el Conseil Europen Pour La Recherche Nuclaire, entre otros. Todos estos ejemplos muestran problemas que seran imposibles de resolver por slo una ciencia y slo un cientco, y que requieren de la colaboracin entre cientcos, tecnlogos y profesionistas. Es decir, el SSCT actual est conformado por los sistemas de ciencias bsicas, de ciencias aplicadas, de tecnologas y de tecnociencias (Oliv 2007). Ahora bien, en este sistema es necesario diferenciar entre ciencias y profesiones. Se puede relacionar la medicina y la ingeniera con las ciencias, pero estas no son ciencias, son profesiones constituidas por conocimientos y prcticas de ciencia bsica, ciencia aplicada, tecnologa, servicios calicados, artesanas de alto fuste y humanidades profesionistas. Es decir, el ingeniero y el mdico pueden ser cientcos o tecnlogos, pero su prctica general no es ni la de la ciencia ni la de la tecnologa, sino la del servicio profesional. Anlogamente, aunque el psiclogo, el administrador y el abogado se nutren de teoras cientcas y humanistas, su prctica profesional es principalmente tecnolgica, son profesiones que tienden a las tecnologas sociales (Bunge 2012; Morales-Jasso, et al., 2021; Resndiz, 2008). Lo cual no impide que las profesiones sean impactadas por el SSCT o que impacten en l. La tecnociencia presenta diversos desafos, tales como instituir un sistema de control efectivo del poder tecnocientco, democratizar de alguna manera ese poder tecnocientco (Echeverra en Sanz, 2007, p. 350), ampliar las responsabilidades de cientcos sociales y humanistas en las tecnociencias, desarrollar la tecnotica de forma interna a las tecnociencias (Oliv, 2007; Echeverra, 2010). Todo lo cual requiere profundas transformaciones institucionales, legislativas y estructurales en el Estado y en la actitud de todos los ciudadanos (Oliv, 2007, p. 74). Por lo tanto, invertir en ciencia, tecnologa e innovacin implica y requiere invertir tambin en Ciencias Sociales y Humanidades. 1.4. Implicaciones educativas y polticas En la educacin ambiental y en la formacin de cientcos ambientales se est dando una transicin de visiones dualistas y excluyentes del ambiente a perspectivas sistmicas que incluyen lo social (Furci et al., 2022). Por su parte, en la formacin de cientcos, tecnlogos y profesionales del SSCT, la incidencia de los cientcos sociales y humanistas es limitada; los que ms posibilidades tienen de incidir en ellos son lsofos y otros profesionales que ensean tica9, aunque es necesario que haya mayor incidencia de los acadmicos de los Estudios de Ciencia, Tecnologa y Sociedad (CTS). Los cambios en el SSCT referidos a la tecnociencia y a las problemticas ambientales suponen cambios de valores, as como la necesidad de privilegiar o abrir la posibilidad de aprendizaje de otras capacidades a los cientcos (naturales y ambientales), as como a tecnlogos y profesionales. Esto signica la necesidad de investigaciones de las Ciencias Sociales y Humanidades sobre el SSCT, as como sobre problemas ambientales con el n de mejorar la formacin de los investigadores y profesionistas que estarn envueltos en la tecnociencia y la resolucin de problemas ambientales. En ese sentido, cientcos sociales y humanistas seran necesarios para la educacin ambiental y la formacin de cientcos ambientales, por un lado, y para la formacin de cientcos y profesionistas que estarn involucrados en la tecnociencia (Oliv, 2007). Ahora bien, la tecnociencia y las problemticas ambientales tambin suponen conocimientos y evaluaciones de las Ciencias Sociales y Humanidades, pues las tecnociencias suponen riesgos para la sociedad y para la naturaleza, lo que genera la necesidad de una ciencia posnormal que, entre otras cosas, es una ciencia con la sociedad, crtica de los riesgos de la ciencia y la tecnologa (Funtowicz y Ravetz, 2000; Ayestarn y Funtowicz, 2010). La toma de decisiones poltica sobre el SSCT ser incompleta si la informacin al respecto no es sistmica (que ya incluye a las Ciencias Sociales y Humanidades). Por su parte, la toma de decisiones poltica sobre la temtica ambiental requiere una perspectiva sistmica y la colaboracin de los CTS, es decir, entre otros, losofa, historia, antropologa y sociologa de la ciencia y la tecnologa. Mientras los cientcos sociales y humanistas no se impliquen en la aplicacin de los conocimientos que generan, dejarn la aplicacin de las ciencias y tecnologas sociales a mercadlogos, administradores, abogados, polticos y otros profesionistas con visiones instrumentalistas y reduccionistas. Razn por la cual, es imprescindible Cuando no hay lsofos impartiendo estas materias son impartidas, por ejemplo, por ingenieros, arquitectos o por tecnlogos sociales como abogados o pedagogos. que los cientcos sociales y humanistas aumenten su impacto en las polticas econmicas, sociales, culturales, legislativas, que, a su vez, inciden en el SSCT y el ambiente. La crisis de las ciencias sociales y las humanidades ha sido alimentada por el poco compromiso que tienen los cientcos sociales y humanistas con la formacin de profesionistas, cientcos naturales, tecnlogos (naturales), tecnlogos sociales y polticos, as como la escasa comunicacin con quienes toman las decisiones sobre el sistema educativo y el SSCT. Es imprescindible, por lo tanto, que la formacin de humanistas y cientcos sociales tambin sea abierta a las nuevas necesidades y problemas, de modo que se reconozca que hay temas sobredesarrollados por las disciplinas humansticas y cientcosociales, as como temas subdesarrollados que generan apata de muchos acadmicos. Esto requiere conocer cules son los mtodos ms y menos usados, los temas, perspectivas, temporalidades y espacialidades ms estudiados y los que se han estudiado menos. En losofa, por ejemplo, se promueven continuas exgesis de lsofos alemanes mientras el mundo requiere de losofa aplicada a los problemas actuales, como las disparidades sociales y ambientales (James, 2015), de modo que son antroplogos los que se acercan e integran a las realidades alternas no hegemnicas, a otras cosmovisiones y ontologas, como las de las comunidades indgenas (Escobar, 2014). Por su parte, Boyer y Radding (2016) proporcionan un modelo para encontrar los temas subdesarrollados para la historia ambiental mexicana. Entre otras cosas, mencionan que, de la poca posrevolucionaria, el sexenio cardenista es el que ha generado ms investigaciones, mientras que, en general, hay una carencia historiogrca sobre la posguerra. Tambin indican que hay pocas investigaciones sobre urbanizacin y contaminacin, en oposicin a los trabajos sobre agua y sobre minera, y que los historiadores ambientales estn ms ligados a los estudios polticos que a destacar las caractersticas geogrcas o biolgicas de las regiones que estudian. Adems, sera bastante til realizar tambin anlisis estadsticos que permitan formalizar tales comparaciones y que propicien mejores evaluaciones de los aportes de las Ciencias Sociales y Humanidades al conocimiento y las problemticas existentes. Para esto, se puede tomar como modelos los anlisis bibliomtricos (Hernndez, 2008). 1.5. El trabajo colaborativo La epistemologa hegemnica eurocntrica promovi la divisin de ramas de estudio desde la Ilustracin, lo que posteriormente fue reforzado por el positivismo. Como resultado, las Ciencias Sociales y Humanidades tienen tradiciones que han buscado la autonoma y la clausura incluso de disciplinas vecinas, pero tambin se han cultivado tradiciones en las que se ha buscado el dilogo con otras disciplinas10. Los principales beneciarios de las tecnologas usan el poder, los discursos naturalizantes, las diversas racionalidades y las jerarquas polticas en funcin del acceso, competencia y distribucin de los recursos naturales para delinear las subjetividades y el comportamiento de los habitantes del planeta (Boelens et al., 2016; Foucault, 1991); esto ha contribuido a la crisis ambiental, que nos ha llevado considerar, pensar y actuar de forma dismil. Por eso, hoy en da, requerimos volver a crear lazos entre ramas y reas del conocimiento. Por lo tanto, una meta para los cientcos sociales y humanistas tendr que ser crear mejores canales de comunicacin con expertos en otras disciplinas, incluso con otras reas. Lo que debe primar en el futuro es el trabajo cooperativo entre dos o ms investigadores; no basta que uno solo retome conocimientos, tcnicas, mtodos o teoras de otras disciplinas, es necesario que un grupo multidisciplinario trabaje en conjunto para llegar a metas comunes (Garca, 2011; Luengo, 2012). Es til como ejemplo el mbito de la historia de las religiones, en el que suelen conjuntarse estudios de teologa, fenomenologa, historia y lologa (Duch, 1998), como se observa en trabajos como Fenomenologa de la religin (Leeuw, 1975), un estudio multidisciplinario del fenmeno religioso que parte desde las matrices disciplinares previamente mencionadas; o tambin el caso de la obra, Contra natura. Sobre la idea de crear seres humanos (Ball, 2012), donde se explica un fenmeno social desde la complejidad que ofrece la combinacin de la historiografa, la biologa y la losofa. Conforme han transcurrido las dcadas, se ha hecho un estudio ms complejo y anado, en el que se acude no slo a las ciencias sociales, sino que tambin a la biologa, como se observa con la obra de Walter Burkert (2013; 2009). Tambin se aprecia una conducta similar en la investigacin del genetista britnico Steve Jones (2015), quien tom algunas de las herramientas de la historia de las religiones y la fenomenologa para analizar algunos de los principales mitos de las religiones de Occidente y Oriente Medio, a travs del uso de herramientas de la historiografa, lologa, biologa y otras ciencias vecinas a sta. Ahora bien, no basta con este tipo de importantes innovaciones. Si en las Ciencias Sociales y Humanidades se aprende de las formas de trabajo de las ciencias experimentales, ciencias aplicadas y tecnociencias, se volvera imprescindible 10 Hay un importante impulso a la interdisciplina desde las humanidades (Klein, 1990). el trabajo colaborativo, tanto en equipos disciplinarios como en equipos multidisciplinarios. En este escenario, podemos inferir que las innovaciones epistmicas, tericas, metodolgicas y prcticas aumentaran en cantidad y calidad. Esta es una de las nuevas rutas posibles para las Ciencias Sociales y Humanidades en su futuro inmediato, centrndose en la capacidad de generar innovacin en las investigaciones sin desdear lo articial, como hicieron algunos en la antigedad al considerar lo no natural como inferior y hasta moralmente despreciable en contraposicin con lo natural, considerado como creacin divina (Ball, 2012). Conclusiones Las Ciencias Sociales y Humanidades seguirn desarrollndose disciplinariamente en el futuro. Sin embargo, quienes las renovarn y las dotarn de oportunidades en un contexto de crisis sern no los que trabajen arduamente desde la individualidad, sino aquellos que trabajen inteligentemente desde la colectividad. Es decir, los que vayan ms all del discurso de la interdisciplina o su bsqueda desde el protagonismo y aprendan de la tecnociencia y del SSCT contemporneo, quienes busquen resolver problemas y aporten a equipos multidisciplinarios en la bsqueda de aplicacin del conocimiento y de resolucin de problemas. Para hacerlo, se debe reconocer el posible campo de accin y la necesidad de la presencia de las Ciencias Sociales y Humanidades en terrenos desconocidos, ya que muchas de las temticas que abordan se encuentran demarcadas por la tradicin y/o la comodidad; y, como nos ensea la historia del marxismo, la escuela de Frankfurt, la teora poscolonial y la teora decolonial, es comn aplicar la teora crtica a diversos problemas, excepto a la teora crtica misma, lo cual sucede hasta que surge una nueva teora crtica. Podremos dibujar nuevos cientcos sociales y humanistas en la medida en que apliquemos la matriz crtica no slo a la realidad, sino a las Ciencias Sociales y Humanidades mismas; que dialoguemos con el resto de las Ciencias Sociales y Humanidades del presente y no slo las del pasado11; que aumentemos la difusin de los conocimientos humansticos y cientco-sociales con la ciudadana y no slo con los pares de la disciplina o especialidad; que aprendamos de las ciencias 11 Braudel (1970: 205) escribi Pero con frecuencia se comprueba la inutilidad de estos dilogos. Cualquier socilogo mantendr a propsito de la historia multitud de contraverdades. Tiene ante s a Lucin Febvre, pero se dirige a l como si se tratara de Seignobos. Necesita que la historia sea lo que era antao: una pequea ciencia de la contingencia, del relato particularizado, del tiempo reconstruido y, por todas estas razones y algunas ms, una ciencia ms que a medias absurda. Cuando la historia pretende ser estudio del presente por el estudio del pasado, especulacin sobre el tiempo largo o mejor sobre las diversas formas del tiempo largo, el socilogo y el lsofo sonren, se encogen de hombros. Es despreciar, y sin recurso, las tendencias de la historia actual y los antecedentes de estas tendencias, olvidar cmo desde hace veinte o treinta aos unos cuantos historiadores han roto con la erudicin fcil y de corto alcance. ambientales, ciencias naturales, ciencias formales y tecnologas; que se amplen las coautoras de investigaciones de equipos disciplinarios (Morales-Jasso et al., s/f) y de equipos multidisciplinarios en proyectos interdisciplinarios (Morales-Jasso y Bauelos, s/f; Morales-Jasso et al., 2022); que se incremente el dilogo que acorte la brecha entre colectivos cientcos y humanistas, y contribuyamos a la generacin de una tercera cultura (Snow, 2000; lvarez, 2004; Ordoez, 2003; Rivero, 2013); que participemos en la formacin crtica de profesionistas (Resndiz, 2008); que enseemos a los nuevos cientcos sociales y humanistas sobre la creacin de equipos (Steger, et al. 2021: 4); que prestemos atencin a las necesidades locales y glocales; que abramos las ciencias sociales a la ciencias aplicadas; que conformemos posgrados en los que se dialogue de tica, epistemologas, relaciones ecosistmicas, pedagogas, estadstica, qumica, biologa, historia, pensamiento crtico, lgicas econmicas y de produccin, lgicas de ser y de conocer; que generemos aportes dentro de las ciencias ambientales; que gestionemos trabajar con los tomadores de decisiones; que investiguemos el SSCT e incidamos en ste. Claro est, para realizar todos estos cambios, cientcos sociales y humanistas tendrn que salir de sus zonas de confort y alejarse crticamente de la tradicin que han aprendido. Con todo lo anterior, la renovacin propuesta de las ciencias sociales y humanidades, al superar el individualismo de la investigacin y lograr que sus practicantes generen interacciones participativas con acadmicos de otras reas, les abrir mltiples posibilidades: aplicar sus conocimientos y evaluar los resultados de tales aplicaciones, materializar las transformaciones buscadas por la teora crtica y facilitar la emancipacin de los distintos sectores de la poblacin, as como la concientizacin sobre el poder. Agradecimientos Agradecemos al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa de Mxico, por su apoyo en una beca de doctorado y una de estancia posdoctoral, pues estas permitieron a sus autores la facilidad de desarrollar este trabajo. Referencias bibliogrcas lvarez Muoz, E. (2004). La guerra de las ciencias y la tercera cultura. Cinta de moebio, (19), 9-21. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10101902 Alzate Zuluaga, M. L. (2015). La discusin en ciencias sociales sobre la crisis en la construccin del conocimiento: matices y perspectivas futuras. FORUM. (7), 113. 126. https://revistas.unal.edu.co/index.php/forum/article/view/63620 Ayestarn, I. y Funtowicz, S. O. (2010). Ciencia postnormal problemas ambientales complejos y modelos de informacin. Ludus Vitalis, 18(33), 25-48. http://www.ludus-vitalis.org/ ojs/index.php/ludus/article/view/177 Ball, P. (2012). Contra natura. Sobre la idea de crear seres humanos. Turner Noema. Barona, J. L., Vilar, J. L. B., Moscoso, J., y Pimentel, J. (Eds.). (2003). La Ilustracin y las ciencias: Para una historia de la objetividad. Universitat de Valncia. Barreto, L. L. (2018). La crisis de las humanidades, la sociedad posthumana. Canariasahora. https://www.eldiario.es/canariasahora/lapalmaahora/lapalmaopina/crisis.humanidades-sociedad-poshumana_132_1100797.html Boada, M. y Toledo, V. (2003). El Planeta, Nuestro Cuerpo: La Ecologa, el Ambientalismo y la Crisis de la Modernidad. Fondo de Cultura Econmica. Boelens, R., Hoogesteger, J., Swyngedouw, E., Vos, J. y Wester, P. (2016). Hydrosocial territories: A political ecology perspective. Water International 41(1), 1-14. Boyer, C. y Radding, C. (2016). Las fronteras historiogrcas del medio ambiente. En C. Boyer y C. Radding, Historia, medio ambiente y reas naturales protegidas en el centro-norte de Mxico Contribuciones para la ambientalizacin de la historiografa mexicana, siglos XVIII-XXI (pp. 17-50). El Colegio de San Luis. Braidotti, R. (2013). The Posthuman. Polity Press Braudel, F. (1970). La historia y las ciencias sociales. Alianza Editorial. Bunge, M. (2012). Filosofa para mdicos. Gedisa. Burkert, W. (2013). Homo Necans. Interpretaciones de ritos sacriciales y mitos de la antigua Grecia. Acantilado. Burkert, W. (2009). La creacin de lo sagrado. La huella de la biologa en las religiones antiguas. Acantilado. Cario Olvera, M., Monteforte, A. y Moreno Terrazas, R. (2022). De la historia ambiental/ ecolgica a las ciencias humanas ambientales. En P. S. Urquijo, A. E. Lazos y K. Lefebvre (Coords.), Historia ambiental de Amrica Latina. Enfoques, procedimientos y cotidianidades (pp. 42-60). UNAM. Castillo Ramrez, G. (2015). Poltica, cultura e indgenas en el Mxico de inicios del Siglo XI El integracionismo de Gamio como proyecto de homogenizacin nacional. En-Claves del pensamiento, 9(18), 103-130. https://www.enclavesdelpensamiento.mx/index. php/enclaves/article/view/203 Castro Herrera, G. (2002). Hacia una historia ambiental de la Salud elementos para un programa de trabajo. Revista Theomai Estudios sobre Sociedad, Naturaleza y Desarrollo, (6). https://www.redalyc.org/pdf/124/12400603.pdf Castro Herrera, G. (2005). Un desarrollo sostenible por lo humano que sea. En Polticas pblicas ambientis Latino-Americanas (pp. 81-88). FLACSO. Ceme, P. P. (2022). Declaracin contra la eliminacin de la enseanza de la losofa en la Educacin Media Superior. Crculo de Estudios de Filosofa Mexicana. https:// filosofiamexicana.org/2022/06/12/declaracion-contra-la-eliminacion-de-la.ensenanza-de-la-losoa-en-la-educacion-media-superior/ Comisin Gulbenkian (2004). Abrir las ciencias sociales. Siglo XXI. Conde Flores, A. (2011). El humano como primate. Propuesta de anlisis para la relacin humano-naturaleza en las ciencias sociales. En A. Conde Flores, P. A. Ortiz Bez, A. Delgado Rodrguez (Coords.), El medio ambiente como sistema socioambiental Reexiones en torno a la relacin humanos-naturaleza (pp. 285-321). Universidad Autnoma de Tlaxcala. Cordua, C. (2012). Las crisis de las humanidades. Revista de losofa, 68, 7-9. Crespn Perales, M. (2021). La encrucijada de la losofa humanstica de la tecnologa en el siglo XXI. Entre la nueva ilustracin europea y la losofa posteuropea china. Cuadernos salmantinos de losofa, 48, 251-279. Dehays-Rocha, J. (2000) Medio ambiente. En Lxico de la poltica (pp. 407-411). Fondo de Cultura Econmica. Descola, P. (2013). Beyond Nature and Culture. Chicago University Press Drummond, J. A. y Barreto, C. Gomes (2020). Introduo s cincias ambientais: autores, abordagens e conceitos de uma temtica interdisciplinar. Appris editora. Duch, L. (1998). Mito, interpretacin y cultura. Herder. Echeverra, J. (2003). La revolucin tecnocientca. Fondo de Cultura Econmica. Echeverra, J. (2010). Tecnociencia, tecnotica y tecnoaxiologa. Revista Colombiana de Biotica, 5(1), 142-152. https://revistas.unbosque.edu.co/index.php/RCB/article/view/844 Escobar, A. (2014). Sentipensar con la tierra. En Nuevas lecturas sobre desarrollo, territorio y diferencia. Ediciones unaula. Escott Mota, M. del P. (2019) Una aproximacin a la transferencia tecnolgica. En J. A. Nio Pealosa (Comp.), Innovacin con enfoque multidisciplinario (pp. 4-25). EXINFU. Evans, L. S., Hicks, C. C. Cohen, P. J., Case, P., Prideaux, M. y Mills, D. J. (2015). Understanding leadership in the environmental Sciences. Ecology and Society, 20(1), 50. https://www. jstor.org/stable/26269759 Feenberg, A. (2005). Teora crtica de la tecnologa. Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnologa y Sociedad, 2(5), 109-123. Follari, R. A. (2003) Sobre la existencia de paradigmas en las ciencias sociales. Nueva Sociedad, (187). https://static.nuso.org/media/articles/downloads/3145_1.pdf Foucault, M., (1991), Governmentality. En Burchell, G., Gordon, C., Miller, P. (Eds.). The Foucault Effect: Studies in Governmentality (pp. 87104). Harvester Wheatsheaf. Foucault, M., (1998) Historia de la sexualidad I. La voluntad del saber, Madrid, Siglo XXI. Funtowicz, S. y Ravetz, J. R. (2000). La ciencia posnormal. Ciencia con la gente. Icaria. Furci, V., Pedrol, H., Martnez, S. M. y Peretti, L. P. (2022). Revisin del proceso de articulacin entre la Didctica de las Ciencias Naturales y Educacin Ambiental en la Universidad Pedaggica Nacional de Argentina, en el marco del proyecto REDUCAR. Segundo Congreso Internacional de Ciencias Humanas Actualidad de lo clsico y saberes en disputa de cara a la sociedad digital. Escuela de Humanidades, Universidad Nacional de San Martn. Gadea, H. R. S. (2017). La crisis de las ciencias sociales (primera parte). Grupo Milenio. https:// www.milenio.com/opinion/hector-raul-solis-gadea/atrevimientos/la-crisis-de-las.ciencias-sociales-primera-parte Garca, R. (2011). Interdisciplinariedad y sistemas complejos. Revista Latinoamericana de Metodologa de las Ciencias Sociales, 1(1), 66-101. https://dialnet.unirioja.es/descarga/ articulo/3869767.pdf Giraldo O. (Coord.) (2022) Conictos entre mundos. Negacin de la alteridad, diferencia radical, ontologa poltica. Ecosur, INAH, ENAH. Giuliano, G. (2010). La losofa de la tecnologa y la ingeniera sostenible. Ciencia y tecnologa, 10, 9-16. Gonzlez Casanova, P. (2005). Las Nuevas ciencias y las humanidades: de la academia a la poltica. Anthropos. Guillaumin, G. (2012). Ciencias sociales y Thomas Kuhn: expandiendo (o deformando) la naturaleza epistmica de las ciencias sociales?. En E. de la Garza Toledo y G. Leyva (Eds.), Tratado de metodologa de las ciencias sociales: perspectivas actuales (pp. 76-91). Fondo de Cultura Econmica, Universidad Autnoma Metropolitana. Haraway, D. (2018). Maniesto para Cyborgs: ciencia, tecnologa y feminismo socialista a nales del siglo XX. Letra Sudaca. Hernndez Ibarra, R. E. y Morales Jasso, G. (s/f). La tecnociencia: caracterizacin histrico-losca. Revista Tecnociencia Superior. Prximos nmeros. Hernndez Quiroz, E. (2008). El estado del conocimiento en la investigacin ambiental en Mxico 1979-2006. [Tesis de Maestro en ciencias ambientales]. Universidad Autnoma del Estado de Mxico. Huesca-Mario, J. M., Hernndez-Jurez, M., Hernndez-Romero, O., Fernndez-Ordoez, Y. M., Daz Cisneros, H., y Estrella-Chulim, N. G. (2019). El extensionismo en programas agrcolas regionales: Plan Puebla y MasAgro. Estudios Sociales Revista de Alimentacin Contempornea y Desarrollo Regional, 29(53), 2-19. https://www.ciad.mx/ estudiosociales/index.php/es/article/view/667 James, S. P. (2015). Environmental Philosophy an Introduction. polity. Jones, S. (2015). Ciencia y creencia. La promesa de la serpiente. Turner Noema. Kaku, M. (2014). Hiperespacio Una odisea cientca a travs de universos paralelos, distorsiones del tiempo y la dcima dimensin. Paids. Katz, C. (1997). Discusiones Marxistas sobre tecnologa. Razn y Revolucin (3). Klein, J. Thompson (1990). Interdisciplinarity History, Theory & Practice. Wayne State University. Koselleck, R. (2012). Historias de conceptos. Estudios de semntica y pragmtica del lenguaje poltico y social. Editorial Trotta. Kuhn, T. (2006). La estructura de las revoluciones cientcas. Fondo de Cultura Econmica. Latour, B. (2007). Nunca fuimos modernos Ensayo de antropologa simtrica. Siglo XXI. Leeuw, G. (1975). Fenomenologa de la religin. Fondo de Cultura Econmica. Leff, E. (1994a). Prefacio. En Enrique Leff (Comp.), Ciencias sociales y formacin ambiental (pp. 13-16). Gedisa, UNAM. Leff, E. (1994b). Sociologa y ambiente: Formacin socioeconmica, racionalidad ambiental y transformaciones del conocimiento. En Enrique Leff (Comp.), Ciencias sociales y formacin ambiental (pp. 17-84). UNAM. Leff, E. (2000a). Prlogo a la primera edicin. En Enrique Leff (Coord.), Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo (pp. xi-xxiv). Siglo XXI. Leff, E. (2000b). Prlogo a la segunda edicin. En Enrique Leff (Coord.), Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo (pp. xxv-ix). Siglo XXI. Leff, E. (2000c). Ambiente y articulacin de ciencias. En Enrique Leff (Coord.), Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo (pp. 27-87). Siglo XXI. Leff, E. (2006). La ecologa poltica en Amrica Latina. Un campo en construccin. En Los tormentos de la materia. Aportes para una ecologa poltica latinoamericana (pp. 21-39). Buenos Aires. CLACiencias SocialesO. Luengo Gonzlez, E. (2012). Interdisciplina: criterios orientadores. Complexus, (2), 73-84. https://rei.iteso.mx/handle/11117/635 Martnez, S. y Surez, E. M. (2008) Ciencia y tecnologa en sociedad. El cambio tecnolgico con miras a una sociedad democrtica, UNAM/Limusa. Medina, M. (1995). Tecnologa y losofa: ms all de los prejuicios epistemolgicos y humanistas. Isegora (12), 180-197. Morales Jasso, G. y Bauelos Aquino. V. M. (s/f). Propuesta desde dos acercamientos a la novela histrica para precisar el campo en comn de la historia y la literatura. En Edith Joaquina Gonzlez Cruz (Coord.), Imaginacin y testimonio: dilogos entre relato gurado y relato documental. UABCiencias Sociales. Morales-Jasso, G., y Bentez-Ramrez, D. M. (2020). La historia en la disyuntiva de ser ciencia social o una de las humanidades. Propuesta para salir del impasse. En A. Preciado de Alba (Coord.), Discusiones conceptuales en torno al quehacer histrico. UG. Morales Jasso, G., Bentez Ramrez, D. M., Romero Contreras, S., Didhiou, I., Velzquez Delgado, G., Castillo Lpez, G., Mendoza-Prez, K., Algara Siller, M., & Olivares Illana, V. (2022). Multi, inter y transdisciplina, aportes para una mejor interpretacin de sus signicados. Nova Scientia, 14(29). https://doi.org/10.21640/ns.v14i29.3066 Morales Jasso, G., y Mrquez Mireles, L. E. (2020). Ser y deber ser de la historia ambiental. Pasar de la dispersin paradigmtica a la revolucin cientca y la decolonizacin?. Letras Histricas, (23), 247-275 hhttp://www.letrashistoricas.cucsh.udg.mx/index. php/LH/article/view/7241/6475 Morales Jasso, G., Gonzlez Esparza, L., Luna Olvera, C., Hernndez Hernndez, C. (s/f). El paradigma perdido en Antropologa: el trabajo colaborativo. La situacin Estudiantil Antropolgica en Latinoamrica. Asociacin Latinoamericana de Antropologa. Nava Amezcua, A. (2020) Qu es la tecnociencia? Tecnociencia, poder y entorno. Revista Colombiana de Filosofa de la Ciencia. 20(41), 113-145. Nordmann, A. (2011). The Age of Technoscience. En A. Nordmann, H. Radder y G. Schiemann (Eds.), Science Transformed? Debating Claims of an Epochal Break (pp. 19.30). Pittsburgh University Press. Nez Jover, J. (1999). La ciencia y la tecnologa como procesos sociales Lo que la educacin cientca no debera olvidar. Oliv, L. (2007). La ciencia y la tecnologa en la sociedad del conocimiento: tica, poltica y epistemologa. Fondo de Cultura Econmica. Ordoez, J. (2003). Ciencia, tecnologa e historia. Fondo de Cultura Econmica. OSullivan, P. E. (1986). Environmental science and environmental philosophy.part 1 environmental science and environmentalism. International Journal of Environmental Studies, 28(2-3), 97-107. https://www.tandfonline.com/doi/ abs/10.1080/00207238608710314 Pereyra, C., Villoro, L., Gonzlez, L., Blanco, J. J., Florescano, E., Crdova, A., Aguilar Camn, H., Monsivis, C., Gilly, A. y Bonl Batalla, G. (1998) Historia, para qu?. Siglo XXI Editores. Piketty T. (2014). Capital in the Twenty-First Century. Cambridge, MA, Belknap Press. Plencovich, M. C., Cordon, G. y Rodrguez, M. (2016). Las elusivas ciencias ambientales: aspectos epistemolgicos y socio-histricos. Ambients Revista Iberoamericana universitaria en ambiente, sociedad y sustentabilidad. 2(3), 100-124. https://revistas. udca.edu.co/index.php/ambiens/article/view/1044 Quijano, A. (2000). Colonialidad del poder, eurocentrismo y Amrica Latina. Cuestiones y horizontes: de la dependencia histrico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder. CLACSO. Rey, G. T. (2021). Estn las humanidades en peligro de extincin? La Vanguardia. https://www. lavanguardia.com/historiayvida/historia-antigua/20210606/7500301/humanidades.peligro-extincion.html Ricoeur P. (1990). Historia y verdad. Ediciones Encuentro. Ricoy Lorenzo, C. (2006). Contribucin sobre los paradigmas de investigacin. Educao. Revista do Centro de Educao. 31(1), 11-22. https://www.redalyc.org/ pdf/1171/117117257002.pdf Rivero Franyutti, A. (2013). Qu son hoy las humanidades y cul ha sido su valor en la universidad?. Revista de la educacin superior, 167(42), 81-100. https://www.scielo. org.mx/pdf/resu/v42n167/v42n167a3.pdf Resndiz Nez, D. (2008). El rompecabezas de la ingeniera Por qu y cmo se transforma el mundo. Fondo de Cultura Econmica. Robles Valadez, M. A. (2016). Crisis en las Ciencias Sociales o cambio de paradigma?. HistoriAgenda, (32), 7-12. https://revistas.unam.mx/index.php/historiagenda/article/ view/57081 Rolland L. y Crdenas Y. (2010). La gestin del agua en Mxico. POLIS, 6, 155-158. https:// polismexico.izt.uam.mx/index.php/rp/article/view/548 Saladino Garca, A. (1994). Humanidades: Concepto e identidad. La colmena, (3), 40-44. https://lacolmena.uaemex.mx/article/view/6573 Santaolalla, J. [@jasantaolalla] (25 de marzo de 2023) #cienciaentiktok #aprendeentiktok inteligencia articial [Video] Tiktok. https://www.tiktok.com/@jasantaolalla/ video/7214570708465192198?is_from_webapp=1&sender_device=pc&web_ id=7133264395288167942 Santos, B. de Sousa (2009). Una epistemologa del Sur: La reinvencin del conocimiento y la emancipacin social. Siglo XXI, CLACSO. Sanz Marino, N. (2007). Gobernanza de la tecnociencia y participacin ampliada. Entrevista a Silvio Funtowicz y Javier Echeverra. Argumentos de Razn Tcnica (10), 337-359. https://revistascienticas.us.es/index.php/argumentos/article/view/22708 Sanz Jara, E. (2009). La crisis del indigenismo clsico y el surgimiento de un nuevo paradigma sobre la poblacin indgena de Mxico. Revista Complutense de Historia de Amrica, 35, 257-281. https://revistas.ucm.es/index.php/RCHA/article/view/RCHA0909110257A Snow, C. P. (2000) Las dos culturas. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visin SAIC. Sobrevilla, D. (2003). Los estudios humansticos. Origen, cuestionamiento, importancia actual y replanteamiento. Letras, (105-106), 17-34. http://www.acuedi.org/ doc/3215/los-estudios-humansticos-origen-cuestionamientos-importancia-actual-y.replanteamiento.html Sokal, A. (2009). Ms all de las imposturas intelectuales Ciencia, losofa y cultura. Paids. Sokal, A y Bricmont. J. (1999). Imposturas intelectuales. Paids. Srlin, Sverker (2012). Environmental Humanities: Why Should Biologist Interested in the Environment Take the Humanities Seriusly?. BioScience. 62(9), 788-789. Steger, Julia A. Klein, Robin S. Reid, Sandra Lavorel, Catherine Tucker, Kelly A. Hopping, Rob Marchant, Tara Teel, Aida Cuni-Sanchez, Tsechoe Dorji, Greg Greenwood, Robert Huber, Karim-Aly Kassam, David Kreuer, Anne Nolin, Aaron Russell, Julia L. Sharp, Mateja .mid Hribar, Jessica P. R. Thorn, Gordon Grant, Mohammed Mahdi, Martha Moreno, Daniel Waswa (2021). Science with society: Evidence-based guidance for best practices in environmental transdisciplinary work. Global Environmental Change, 68, 1-15. https://doi.org/10.1016/j.gloenvcha.2021.102240 Terrones Rodrguez, A. L. (2022). tica para la inteligencia articial sostenible. ARBOR Pensamiento y Cultura. 198. https://doi.org/10.3989/arbor.2022.806013 Velzquez Delgado, G. (2015). El rol de la abduccin peirceana en el proceso de la investigacin cientca. Revista Valenciana Estudios De losofa Y Letras (15), 189-213. https://www. scielo.org.mx/pdf/valencia/v8n15/2007-2538-valencia-8-15-00189.pdf Wallerstein, I. (1999). Impensar las ciencias sociales. Siglo XXI, UNAM. Wallerstein I. (2007). Abrir las ciencias sociales. Siglo XXI Editores. Zermeo, G. (2002). Crtica y crisis de la historiografa moderna en Mxico. La cultura moderna de la historia. Una aproximacin terica e historiogrca, (2017-228). El Colegio de Mxico.