Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatoriana a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830. Mamallaktayayta Huyana! Imasha 1822-1830 watakunapi Ecuadormanta runakunata mamallaktayachiy kallarishka Bolivariano yuyaykunawan. Long live the nation! The construction of the Ecuadorian nation through the Bolivarian festive cult: 1822-1830. Santiago Pal Ypez Surez spyepezs@uce.edu.ec ORCID: 000-0001-6855-9589 Universidad Central del Ecuador (Quito-Ecuador) Resumen En el presente artculo nos hemos propuesto resolver de manera objetiva las siguientes interrogantes: En qu medida la iconografa simblica de la naciente repblica ecuatoriana estuvo elaborada desde la iconografa monrquica festiva? Hasta qu punto se trasplantaron en el contexto ecuatoriano los smbolos revolucionarios europeos en la cultura material festiva? Quines fueron los actores/constructores de los nuevos smbolos audiovisuales? Cmo y hasta qu punto se cre una religin cvica bolivariana en el temprano Ecuador? Para este propsito, se ha acudido a una serie de documentos de primera mano, como los primeros decretos de la vida republicana, las actas de cabildo y la prensa histrica. A su vez, se presenta un estudio pormenorizado de elementos iconogrcos, como fuentes artsticas primarias, relacionados especcamente con la pedagoga visual del neoclsico. Asimismo, se acude a determinados autores que han trabajado sobre la construccin de las naciones latinoamericanas, a n de ofrecer un nuevo aporte terico en el contexto ecuatoriano, su naciente identidad y las formas de culto nacional. Palabras clave: historia patria; religin cvica; neoclsico; Bicentenario; culto nacional. Revista Sarance ISSN: 1390-9207; ISSNE: e-2661-6718 Fecha de recepcin: 25/05/2022; fecha de aceptacin: 27/05/2022 Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Tukuyshuk Kay killkaypika kay tapuykunatami kutichinkapak katishun. Imashatak ukanchik Ecuador mamallakta repblica tikrarishpa paypa tokapukunapika monarqua layakunata wiachi kallarin? Imashatak ukanchikpa Ecuador mamallakta kawsaypi Europamanta sinchi hatarishka nishka yuyaykunata, shuyukunata kimichirkanchik? Pikunatak kay shuyukunata, rimaykunata ruray kallarishkanka? Imashatak wiarishka Bolivarpi iishpa shuk paypa religin cvica laya ukanchik Ecuador mamallaktapi apash kallarishkanka? Kayta yachankapakmi kay killkashkakunata killkakatishka kan: kallarikpi imasha Ecuador mamallakta tikrarishkamanta, cabildo imashalla willaykunata killkashkakunata, shinallatak chay pachakunamanta willachiy killkashkakunatapash rikushpa. Shinashpa, iconografa nishkaunatapash mashkashka kan, kallaripika yachachikkapak laya shuyukuna kashka puntapi neoclsico shina rikchakkunami kashka. Shinallatak wakin killkakkunatapash maskashpa imatalla paykuna yuyarishpa Abya Yalapa nacin tikrarina nishka yuyaykunamantapash maskashka kan, chay hawami rikurishka imasha kaykuna Ecuadorta mamallaktayachinkapak kallarishka kashka, imahsa ukanchik kikinyariypash wiarishka, shinallatak mamallaktata huyanapash yacharimushka kan. Sinchilla shimikuna: mamallaktayachik wiaykawsay; religin cvica; neoclsico; Bicentenario; mamallaktata huyana. Abstract This article aims to objectively resolve the following questions: To what extent was the symbolic iconography of the nascent Ecuadorian republic elaborated from the festive monarchical iconography? To what extent were European revolutionary symbols transplanted in the Ecuadorian context in celebratory material culture? Who were the actors/builders of the new audiovisual symbols? How and to what extent was a Bolivarian civic religion created in early Ecuador? For this purpose, a series of rst-hand documents have been used, such as the rst decrees of republican life, the acts of the council and the historical press. At the same time, the article presents a detailed study of iconographic elements, as primary artistic sources, specically related to the visual pedagogy of the neoclassical. Likewise, certain authors who have worked on the construction of Latin American nations are consulted, in order to offer a new theoretical contribution in the Ecuadorian context, regarding its nascent identity and the forms of national worship. Keywords: national history; civic religion; neoclassical; Bicentennial; national cult. 1. Introduccin La incorporacin de una nueva pedagoga cvica en los habitantes hispanoamericanos que pasaban de sbditos a ciudadanos, como nuevos sujetos de un nuevo sistema de valores, dio lugar a la naciente estructura mental y sociocultural del primer liberalismo poltico. Estas nuevas tendencias trasladaron los valores de exaltacin monrquica-religiosa al concepto occidental civilizado, pero desde las tierras americanas; la bsqueda por asimilar una renovada moral que combinara los valores escolsticos de antao con los destinados al culto de las guras patriticas -el prcer, libertador- y los nuevos smbolos nacionales. Si bien es cierto que el papel dominante de la Iglesia en el tiempo festivo estuvo an muy presente en las estas cvicas de las nuevas naciones, la nalidad no era para el servicio de la institucin religiosa, sino para la institucin cvico-poltica, de tal modo que la esta religiosa, escenicada en prcticas como el Te Deum o la misa de accin de gracias, colaboraba ahora a la imagen de los prceres y libertadores, y a la nueva simbologa patritica a venerar y festejar: la nacin imaginada. A las incipientes repblicas hispanoamericanas no las legitimaba el nuevo orden poltico con sus decretos, instituciones y jerarquas polticas, las legitimaba la celebracin cvico-religiosa en el homenaje emotivo y con una carga audiovisual que dilua el neoclsico con el barroquismo, destinada hacia los nuevos smbolos de culto republicano. En el rechazo cvico construido hacia las estructuras colonialistas, an persistieron, quiz durante todo el siglo XIX, las mismas estructuras mentales de dominacin camuadas en la lite criolla-burguesa del poder republicano: el sujeto religioso pas del sbdito barroco al ciudadano civilizado. Aunque la nueva simbologa festiva negaba el viejo orden poltico, el barroquismo de mentalidades, ya sea en la expresividad audiovisual de las formas festivas como en las representaciones dentro de la cultura material, permaneci en las prcticas de los ciudadanos; dicotoma y a la vez simbiosis de lo sagrado y lo profano. La esttica patritica, aparecida con fuerza desde 1822, inclua banderas, monedas, escudos, retratos, nombres conmemorativos, discursos, leyes, poesas y un nuevo calendario cvico, emblemas simblicos que otorgaban un sentido unitario dentro de la percepcin de los ciudadanos. Durante el perodo independentista, la racionalidad ilustrada se funde con el proceso civilizador occidental y eurocntrico en la esta cvica Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) neoclsica: el buen orden y respeto a la norma, sentido de ahorro, nueva didctica, negacin del pasado poltico, incorporacin de una nueva memoria histrica, censura a todo lo que se pareca al viejo sistema, negacin de todo lo hispnico asimilndolo como oscuro o atrasado y una emotiva algaraba por el pasado glorioso de los incas, lo que se conoce como incasmo republicano. Uno de los smbolos patrios, espejo de los sentimientos festivos del culto a la nacin republicana, fueron los escudos de las monedas y su evolucin a travs del tiempo, una progresiva incorporacin y desarrollo de alegoras a la nacin imaginada y ahora puestas en escena desde el aparato iconogrco. Es as que, en el primer apartado, se discute sobre la simbologa patritica ecuatoriana, analizando las primeras monedas ecuatorianas como elementos imprescindibles para comprender los orgenes de una nueva memoria colectiva identitaria. La gura del indio, tomada como alegora de la Amrica sometida, aquel recurso discursivo a su pasado y reivindicacin social ante la marginacin colonialista, fue empleado por los patriotas y libertadores como un smbolo determinante durante las estas y el nuevo mapa iconogrco de la patria. El indio, estampado en monedas, sellos, escudos y pinturas, tena la funcin de dar una legitimidad nacionalista, herencia subjetiva del criollismo dieciochesco, pero que nada tena que ver en la prctica republicana con la bsqueda de su redencin ante la opresin histrica de la que fueron objeto, fenmeno que se aborda en el segundo captulo del artculo. En las primeras expresiones festivas hacia la segunda dcada del siglo XIX, el culto monrquico nicamente se trasmut en culto patritico, bastante inuenciado desde el ltimo tercio del siglo ilustrado por la progresiva presencia militar en las celebraciones, como emblema garantista del buen orden en los habitantes. Si, antes, el retrato del rey era expuesto en la plaza mayor junto al izado y pase del real estandarte, en la esta republicana, el retrato del prcer, de Bolvar, cuya gura fue bautizada con el apelativo de El Libertador, reemplazaba a los antiguos retratos borbnicos, as como su entrada triunfante dando un sentido de legitimacin a la novsima nacin colombo-ecuatoriana. Este fenmeno es ampliamente estudiado en el segundo apartado del artculo. Aquel proyecto de culto a la patria republicana, bien sea desde el impulso ilustrado y, sobre todo, de la esttica simblica de los albores de la independencia y la consumacin del nuevo orden poltico del primer liberalismo, contina hasta el da de hoy, en lo que podra llamarse la desesperanzada bsqueda de la modernidad en Amrica Latina, de su modernidad. En este sentido, dentro del tercer captulo se estudia el origen y desarrollo del culto bolivariano en el Ecuador temprano, como reejo de una religin patritica que estara ligada a la naciente historia patria y los patrones identitarios de lo ecuatoriano. 2. Nuevos valores, nuevos rituales: la simbologa patritica ecuatoriana 1822-1845 Un da como ste, hace cien aos, y a estas mismas horas, entonaba Quito, en unnime concierto de entusiasmo delirante, el himno de la libertad, y coronaba con laureles inmortales a los libertadores, coronados ya por la Victoria, y bendeca al Hroe Inmaculado que con su invencible espada habales conducido a las cumbres de la gloria, dndoles por pedestal que les exhibiese a la admiracin del mundo una de las ms gigantescas montaas de la cordillera americana.1 Jos Joaqun de Olmedo, que haba nacido en el ltimo tercio del siglo XVIII durante el apogeo de la ilustracin hispnica, siendo diputado de las Cortes de Cdiz, y que haba observado el progresivo ocaso poltico de la monarqua desde la primera dcada del siglo XIX, testigo el de las rebeliones insurgentes en Amrica, y que ya no vesta a la francesa sino al estilo decimonnico de la moda inglesa, al igual que muchos otros de su generacin, debi de haberse encontrado en un permanente conicto de identidad: guayaquileo de nacimiento, neogranadino en cuanto a su liacin territorial del virreinato, colombiano hasta 1830, ecuatoriano desde aquel ao hasta su muerte. Aquel conicto subjetivo de los primeros ecuatorianos, del quines somos? de dnde somos? y hacia dnde vamos? dio lugar a un proceso continuo -y que an no ha terminado- de construccin de un imaginario nacional simblico, adolescente e inmaduro todava hacia la primera mitad del siglo XIX, cuya debilidad, en el ecuatoriano de a pie de esos tiempos, especialmente de los grupos marginados, fue una constante en el ser ecuatoriano decimonnico, debilidad aumentada por los intereses proselitistas de las facciones dominantes de la oligarqua criollo-caudillista nacional. Tanto la bandera tricolor, aparecida en 1811 y diseada por Francisco de Miranda, como los escudos y sellos con alusiones autctonas, siendo los primeros los que aparecen en los smbolos de la Constitucin y las monedas 1 Discurso del presidente Tamayo al Cuerpo Diplomtico. (24 de mayo, 1922) Primer Centenario de la victoria de Pichincha, Discursos Diplomticos. 56 Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) del Estado de Cartagena de 1812, de Cundinamarca en Nueva Granada hacia 1815 y en el Congreso de Ccuta de 1821 (Fig. 1), fueron emblemas patriticos-criollistas que estaban encaminados a legitimar y dar sentido a la idea de Estado-nacin liberal, republicano y revolucionario, desde las lites.2 Si en las primigenias monedas del Estado de Cartagena, siendo las primeras que aducan a una simbologa patritica-criollista, aparecen caractersticas reivindicativas propias de la tierra como la granada y las palmeras junto a la india de la libertad, en la experiencia visual del Ecuador temprano en tiempos oreanos, seran las montaas andinas el elemento frecuente a trasmitir, tal como se tratar ms adelante. Figura 1 Constitucin del Estado de Cartagena de Indias de 1812 [detalle de la india de la libertad] Fuente: Constitucin del Estado de Cartagena de Indias sancionada en 14 de junio del ao de 1812. Cartagena de Indias. Rodrguez Torices y Quirs, Manuel, 1788-1816. Imprenta del ciudadano Diego Espinosa. Banco de la Repblica, Biblioteca Virtual. La bandera colombiana remplazara al Real Estandarte, esta que se celebraba en Quito en el mes de junio durante el Pentecosts, y que equivala a la esta de la conquista de Quito por parte de los castellanos. Incluso, hacia 1815, se alentaba desde el Cabildo a seguir practicando este festejo en el que se incluan cajas, clarines, danzantes y el paseo del Real Estandarte por las plazas ms signicativas. Sin embargo, el signicado simblico que se 2 Chicangana-Bayona, Y.A. (2011). La india de la libertad: de las alegoras de Amrica a las alegoras de la patria. En Estudios de Filosofa y Prctica e Historia de las Ideas, Revista anual de la Unidad de Filosofa Prctica e Historia de las Ideas, 13(1), p. 24. pretenda dar en aquel ao no era tan solo en aras de la memoria histrica de la ciudad y el triunfo de la conquista, sino la reposicin del dominio absolutista, puesto que deba renovarse en el presente ao, con respecto a haber cesado los efectos de la constitucin que antes la prohibi, y mediante la soberana disposicin del Rey, nuestro seor don Fernando Sptimo, siendo restituido al trono de sus mayores3. Para el caso ecuatoriano, se crearn emblemas como el sol en la equinoccial, como parte gurativa y diferenciadora de las simbologas del Antiguo Rgimen, con cierta relacin con otros smbolos patriticos de los dems primigenios Estados-nacin del continente, especialmente el sol y los Andes (Fig. 2). Su origen lo encontramos en mayo de 1822, en uno de los decretos sobre la anexin de Quito a Colombia. Como santa obligacin de tributar gratitud a los libertadores, se estableci condecorar a la Divisin libertadora con una medalla de honor en el pecho, la cual deba tener la siguiente simbologa: La medalla ser un sol, naciendo sobre las montaas del Ecuador, y unidos sus rayos por una corona de laurel: entre la montaa, en letras de oro la inscripcin Colombia y alrededor del sol Libertador de Quito4. Aos ms tarde, en una de las leyes fundamentales del primer congreso constituyente ecuatoriano de 1830, se estipulaba lo siguiente: 1 Que le corresponde designar las armas que distingan al Ecuador entre los dems Estados de la misma Repblica. 2 Que estas armas deben simbolizar la Unin de los Estados mediante un centro comn. Decreta_ Art. 1.- Se usar en delante de las armas de Colombia en campo azul celeste, con el agregado de un Sol en la Equinoccial sobre las faces, y un lema que diga El Ecuador en Colombia. Art. 2.- El gran sello del Estado, y Sellos del Despacho tendrn gravado este blasn. Riobamba 19 de septiembre de 1830 5. 3 Archivo Metropolitano de Historia de Quito (AMH/Q). (12 de mayo de 1815). Fondo actas del Cabildo de Quito, p. 52. 4 Noboa, A. (1901), Incorporacin de Quito a la Repblica de Colombia, Decreto 2. Coleccin de tratados, convenciones, capitulaciones, armisticios y otros actos diplomticos y polticos celebrados desde la independencia hasta nuestros das. Tomo I. Imprenta de A. Noboa, p.85. 5 Archivo Histrico Nacional del Ecuador (AHN/E). (16 de octubre de 1830). Ley de 27 de septiembre de 1830 designando las armas que deban distinguir al Ecuador de los dems Estados de la Repblica. Serie Copiadores, caja 15, vol. 56, pp. 17-18. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Figuras 2 y 3 [Izq.] Un Real, oro. (1833), El poder en la Constitucin, Escudo del Ecuador; [der.] un Escudo, oro, (1834), El Ecuador en Colombia, Busto de la Libertad. Fuente: Coleccin del Museo Numismtico del Banco Central del Ecuador. [Fotografa del autor]. El sol en la equinoccial tena dos sentidos. El primero, de dotar una actitud identitaria de asumirse como centro de la tierra, herencia de la expedicin geodsica franco-hispana del siglo XVIII. El segundo, acudir a simbologas prehispnicas en donde el sol tena una anidad utilitarista para adherir a la poblacin indgena al naciente Estado ecuatoriano y, de esta manera, despertar en aquel grupo un sentimiento nacionalista afn a lo que iba a llamarse Ecuador. Tmese en cuenta que es an dbil y primigenia la construccin del Estado ecuatoriano, en donde priman las identidades regionales y localistas, ya visibles en el siglo ilustrado, por lo que an no exista una identidad a escala nacional ni mucho menos los grupos marginados se identicaban con lo ecuatoriano. La propuesta de Repblica Atahualpina fue, por otra parte, insuciente para satisfacer el imaginario criollo-caudillista representado por la blanquitud de los comerciantes costeos y los terratenientes andinos. El emblema discursivo El Ecuador en Colombia no era ms que una actitud revitalizadora del pasado bolivariano, como una esperanza de las lites adeptas al federalismo como proyecto de nacin, cuyo continuador y de quien puede decirse que fue el creador de los primeros emblemas caractersticos del culto patriota nacional fue Juan Jos Flores, guiado no precisamente por un supuesto sentimiento de delidad.6 Los dems atributos simblicos del primer escudo tenan un paralelismo intacto con el emblema de la Repblica de Colombia (Fig. 3). El Acta de Independencia, similar a los escritos que legitimaban a las juntas automticas, fue un recurso -cual credo de oraciones- para solemnizar las estas patriticas. El documento lleg a ser un material de veneracin, an vigente en el imaginario nacional latinoamericano.7 Si bien es cierto que, en el caso ecuatoriano, a diferencia de otras naciones vecinas, el Acta de Independencia no tuvo una preponderancia simblica de culto nacional, la Constitucin y los actos conmemorativos alrededor de ella haban reemplazado a este documento, al punto de dar lectura y juramento solemne en medio de un acto festivo que recoga todo el teatro de agasajo de la poca hispnica.8 Se legitimaba a la Constitucin como elemento sagrado de la patria, de ah es que en los primeros escudos se lee el poder en la Constitucin. Durante el primer perodo de gobierno de Flores el escudo mantiene el sol en posicin de destello y, a diferencia del anterior escudo, por vez primera se observa la incorporacin de elementos naturales-paisajistas y faunsticos: dos guilas, una en cada montaa, y mirndose de manera opuesta, en medio de un paisaje andino (Fig. 4). Estos elementos coinciden, en primer lugar, con la postura unicadora de Flores a nivel nacional. Y, por otro lado, guardan la conexin con el siglo XVIII en que el criollismo de mentalidades expres en el arte, como por ejemplo en la serie de tipos de Vicente Albn, los atributos y caractersticas autctonas de la tierra de origen, como una actitud identitaria frente a la otredad europea, y aquel afn por resaltar lo propio frente a lo ajeno, particularmente evidenciado en el discurso y la pintura criollista9. 6 Buriano, A. (2008). Ecuador, latitud 0. Una mirada al proceso de construccin de la nacin. En J.C. Chiaramonte, Los hombres de los pases de Amrica Latina, p.17. 7 Zaldvar, T. (2007). Fiesta cvica republicana. La Fiesta, Memoria del IV Encuentro Internacional sobre Barroco. GRISO-Universidad de Navarra/Fundacin Visin Cultural, pp. 225-234. 8 En la Gaceta de Gobierno se da cuenta de las estas cvicas por la instalacin del Congreso de 1831 con las mismas prcticas barrocas del antiguo rgimen: Despus de nueve das de estas pblicas en esta capital, en las cuales sus habitantes han manifestado su inclinacin y gusto tanto en las corridas de toros, como en la variedad de disfraces y fuegos articiales, ha reinado la franqueza, la complacencia y la armona () tal es el poder de la moral de nuestros pueblos. El objeto de ellas ha sido el de celebrar la instalacin del 1 Congreso constitucional, Gaceta de Gobierno del Estado Ecuatoriano. Quito. N 31, 22 de septiembre de 1831. 9 Catelli, L. (2012). Pintores criollos, pinturas de castas y colonialismo interno: los discursos raciales de las agencias criollas en la Nueva Espaa del perodo virreinal tardo. Cuadernos del CILHA, 13(17), pp. 146-174. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Figura 4 Un Real, oro. (1835), El poder en la Constitucin, Escudo del Ecuador Fuente: Coleccin del Museo Numismtico del Banco Central del Ecuador. [Fotografa del autor]. De esta manera, se inauguraba tambin la historia patria por medio del smbolo de culto, en tanto en cuanto la apelacin al pasado precolombino (el sol), la reivindicacin nacionalista en base a las misiones cientcas del siglo pasado (Ecuador, sol en el equinoccio), los atributos paisajsticos y naturales de la tierra (montaas, paisaje andino, guilas que en lo posterior se convertirn en cndores), expresaban una nueva pedagoga de la nacin, cuyos elementos tenan que incorporarse en papeles sellados, monedas y el pabelln nacional. La simbologa monrquica haba sido reemplazada por la simbologa ciudadana (mayormente iletrada). As pues, la nacin ecuatoriana empez a crearse desde la imagen y la signicancia imaginaria del culto a los atributos unitarios de la nacin, mediante la funcin simblica de las nuevas imgenes como nuevas tradiciones inventadas, las cuales modicaron la percepcin del pasado y las costumbres del comportamiento del ciudadano moderno10. En el primer mandato de Flores (1830-1834), surge tambin el estampado en las monedas de la india de la libertad, pero con rasgos europeos. Aquella imagen retoma el estampado de la simbologa colombiana de Cundinamarca aparecida en 1821, siendo un reejo de la instrumentacin discursiva e 10 Hobsbawm, E. (1983), Introduccin: La invencin de la tradicin. En E. Hobsbawm y T. Ranger [eds.]. La invencin de la tradicin. Barcelona: Crtica, pp. 3-21. iconogrca del indio11. Tal hecho no era ms que un recurso por parte de los criollos insurgentes por exhibir un sentimiento nacionalista, mezclado con lo que diferenciaba a lo americano de la otredad europea, dotando a la naciente identidad nacional de los factores de unidad y exclusividad12 (Fig. 3). No obstante, la gura alegrica del indio ya haba sido utilizada por los cronistas y grabadores europeos, hubieran o no visitado Amrica, pero que trataban de exhibir el imaginario del buen salvaje o del brbaro incivilizado. Las visiones sobre el indio se construyeron a partir de las imgenes y los escritos estereotipados desde la mirada eurocntrica, desde Van Der Straet en el siglo XVI hasta la vasta iconografa de los siglos XVII-XVIII, tomaban a la gura del indio como la alegora de Amrica, con sus vicios y virtudes. Las lites gobernantes criollas del siglo XIX tan solo reprodujeron esta imagen como un emblema nacionalista en el imaginario de nacin, que poco tena que ver con reivindicar al indgena de la marginacin histrica de la que haban sido objeto (Fig. 5). Figura 5 Alegora de Amrica por Jan Van Der Straet, ca. (1575-1580) Fuente: Amerigo Vespucci awakens a sleeping America. Theodor Galle has done a replica after Johannes Stradanus. [Imgen de dominio pblico]. 11 Knig, H.J. (2014). La funcin de las imgenes en el proceso de construccin de las naciones latinoamericanas. En S. Schuster (ed.), La nacin expuesta. Cultura visual y procesos de formacin de la nacin en Amrica Latina, Editorial Universidad del Rosario, Escuela de Ciencias Humanas, p. 1-28. 12 Palti, E. (2006). La nacin como problema. Los historiadores y la cuestin nacional, Fondo de Cultura Econmica de Argentina S.A. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) La gura de la india como alegora de la libertad, desde su atavo y representacin simblica, fue identicada no con el pueblo oprimido del grupo social indgena, sino con la legitimacin criollista de la burguesa emancipadora a la que pertenecan los constructores de la nueva nacin. De esta manera, la india como alegora de Amrica fue incluida en las ceremonias festivas y las entradas triunfales de Bolvar, as como en la simbologa independista, siendo europeizada al reejar caractersticas visuales de la mitologa grecorromana, como la de Minerva13. Hacia nales del primer mandato oreano aparecen 7 estrellas encima del sol en la equinoccial. Aquella simbologa representaba la postura unicadora nacional en cuanto a las 7 provincias y el espacio territorial de las mismas, a n de concebir lo que era Ecuador en sus lmites y fronteras. Las dos aves opuestas ahora cargan una rama, expresando la nueva memoria histrica nacionalista de la gloria independista en la Batalla de Pichincha, de manera que las montaas en ambos lados corresponden con mayor claridad al guagua y al ruco Pichincha14. De nuevo, la pedagoga nacionalista recoga por primera vez una historia narrativa -desde arriba-del triunfo insurgente liberador frente a la tirana realista del antiguo rgimen, puesto que el Estado se inventa una nacin, para lo que, de forma simultnea, deber inventarse una historia a la medida de esa nacin15. Se inauguraba la historia patria y el mito fundacional del Ecuador andino a travs de la imagen heroica de la Batalla de Pichincha (Fig. 6). 13 Lomn, G. (1990). La revolucin francesa y lo simblico en la liturgia poltica bolivariana. Miscelnea Histrica Ecuatoriana. Revista de Investigaciones Histricas de los Museos del banco Central del Ecuador, no. 2. 14 Sosa, R. (2014). El escudo de armas del Ecuador y el proyecto nacional. Universidad Andina Simn Bolvar/Corporacin Editora Naiconal. 15 Prez Viejo, T, (1999). Nacin, identidad nacional y otros mitos nacionalistas. Ediciones Nobel, S.A. Figura 6 Un Real, oro. (1836), Repblica del Ecuador, Quito, Escudo del Ecuador con el sol sobre elptica (signos zodiacales) y las siete estrellas. Fuente: Coleccin del Museo Numismtico del Banco Central del Ecuador. [Fotografa del autor]. Desde 1835, en el gobierno de Rocafuerte, su actitud poltica opuesta al federalismo y al bolivarianismo, legitimado en la Constitucin, reeja en el nuevo escudo la leyenda Repblica del Ecuador-Quito, reemplazando al texto que deca El Ecuador en Colombia. El hecho de que en este escudo, como en el oreano, se haya incorporado la aclaracin textual de Quito, merece la siguiente interpretacin: Quito, a partir de 1830, se establece como capital y centro administrativo de los poderes estatales, en los decretos y artculos del primer congreso constituyente del Ecuador. Se alegaban las siguientes justicaciones por las que Quito tendra que ser el centro de poder poltico en el naciente Ecuador (Fig. 7). En el decreto del 24 de septiembre de 1830 del primer congreso constituyente del Ecuador, se estableca: que la Ciudad de Quito a ms de haber sido Capital del Distrito de que hoy se compone el Estado, y la primera que proclam su gloriosa independencia de Espaa, rene tambin la salubridad por su clima benecioso, la abundancia de vveres, y otras comodidades para la vida, al paso que los locales decentes para los ejercicios de sus poderes.16 16 Archivo Histrico Nacional del Ecuador (AHN/E). (16 de octubre de 1830). Decreto de 24 de Septiembre de 1830. Serie Copiadores, caja 15, vol. 56, p. 16. 64 Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Figura 7 Un Real, plata. (1836). Repblica del Ecuador, Quito, Escudo de armas del Ecuador en el gobierno de Rocafuerte. Fuente: Coleccin del Museo Numismtico del Banco Central del Ecuador. [Fotografa del autor]. Por otra parte, aparte de los Pichinchas, se visualiza en el nuevo escudo un pequeo volcn erupcionando, atributos criollistas en cuanto a fomentar en la conciencia nacional un sentimiento de arraigo a lo ms representativo de la naturaleza autctona, en este caso al mbito andino, cuya inspiracin podra derivarse de los escritos de Maldonado, Caldas, Humboldt, y otros ilustrados, y la relevancia o fama publicista que dieron a los volcanes ecuatoriales de Amrica, rasgo que en el arte decimonnico ecuatoriano permanecera con una determinante carga identitaria hacia la naturaleza andina.17 Las guilas ahora se han transformado en cndores, dando una plena representacin nacionalista del ave sagrada para algunas culturas prehispnicas, smbolo utilizado por varios pases vecinos en ese entonces. A partir de 1839, en el segundo mandato de Flores, se vuelve a legitimar el culto patritico nacionalista por medio de la relevancia otorgada a los primeros cuatro artculos de la Constitucin, colocados en nmeros romanos y de manera horizontal en una de las cinco cuadrculas del nuevo escudo. Otros elementos que se incorporan es el caballo en actitud galopante, smbolo reutilizado del escudo venezolano. Se ha colocado al cndor encima de todo el rectngulo, permanece el sol, un solo volcn erupcionando, y una carabela, dando sentido limtrofe al espacio ecuatoriano martimo. Es menester recordar que en el primer mandato oreano se reconoci a Guayaquil como Kennedy-Troya, A. (2015). Elites y la nacin en obras. En Visualidades y arquitectura del Ecuador. 1840-1930, Universidad de Cuenca/CCE, pp. 27-39. departamento martimo del Ecuador. En la iconografa de los primeros escudos no es sino hasta 1839 que no se haba representado alguna alegora visual a la costa ecuatoriana (Fig. 8). Figura 8 Un Real, plata, (1839-1845). Repblica del Ecuador, Escudo de armas del Ecuador en el segundo mandato de Flores. Fuente: Coleccin del Museo Numismtico del Banco Central del Ecuador. [Fotografa del autor]. Aquellos elementos incorporados por Flores no correspondan tan slo a su posicin nacionalista-bolivariana, sino tambin a su inters por resarcir de alguna manera en el imaginario nacional la grave crisis econmica e institucional de sus desaciertos polticos y su actitud de prolongarse en el poder18. Por otra parte, el culto bolivariano se estructurara iconogrcamente para quedarse en el imaginario colectivo, como identidad poltica y legitimacin de la patria a travs de su mximo prcer o hroe construido e imaginado, un fenmeno propio de la formacin simblica de identidades, puesto que, como lo reere Guerra (2003, p.186) toda identidad colectiva es una construccin cultural, entendida sta de una manera amplia, sin limitar lo cultural a elementos como la lengua, la religin, los mitos histricos. En este sentido, durante el segundo mandato de Flores, se incorpora a la imagen de Bolvar en las monedas, reemplazando a la india de la libertad, un Bolvar que se asemejaba a la numismtica romana de la antigedad y a las imgenes de los monarcas hispnicos. No obstante, podramos armar 18 Sosa, R. p. cit. pp. 52-53. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) que se haba legitimado por escrito el mito bolivariano en el Ecuador a partir de 1830, dando lugar a una serie de festejos y actos simblicos, cuando la primera constituyente decretaba los siguientes puntos (Fig. 9): Debiendo sealar el fausto da en que queda constituido el Estado del Ecuador con un acto solemne de respeto y gratitud al grande Ciudadano a que es deudor el Pueblo Colombiano de su existencia, libertad y su gloria. Decreta: 1 El Estado del Ecuador proclama al Libertador Simn Bolvar Padre de la Patria, y Protector del Sur de Colombia. 2 El Pueblo Ecuatoriano ofrece al Libertador eterna memoria, y eterna gratitud a sus benecios inmortales. 3 El retrato del Libertador decorar todas las Salas pblicas de Justicia y Gobierno. 4 El Congreso reconoce, conrma y ratica los Ttulos y honores que las Leyes de Colombia coneren al Libertador. 17 de septiembre de 1830.19 Figura 9 Un Real, plata, (1844). El poder en la Constitucin, Busto de Simn Bolvar. Fuente: Coleccin del Museo Numismtico del Banco Central del Ecuador. [Fotografa del autor]. El Libertador, en sntesis, fue el remplazo del Virrey, desde un pleno barroquismo festivo, pero con rasgos incipientes del neoclsico y las formas simblicas de la revolucin francesa. Como se analizar en el siguiente apartado, se constituy en el Estado una religin cvica apoyada en los prceres y hroes mticos, sobre todo en Bolvar como piedra angular del nacionalismo Archivo Histrico Nacional del Ecuador (AHN/E). (16 de octubre de 1830). Decreto de 24 de Septiembre de 1830. Serie Copiadores, caja 15, vol. 56, pp. 23-24. ecuatoriano: Al Bolvar mtico, simblico y entretanto tambin meditico se une la tradicin ocial del culto bolivariano desde el siglo XIX, una suerte de religin civil compuesta de los ms diversos rituales, e impulsada desde el Estado y sus instituciones20. 3. La pedagoga cvica neoclsica: Bolvar, el nuevo monarca; Bolvar, la patria gurada Su sionoma, a un tiempo noble y regular, est animada por el fuego de sus miradas, las cuales no ja nunca sobre su interlocutor, como queriendo impedir que se lea sobre su expresivo rostro.21 Es posible detectar la simbologa francesa revolucionaria en el rito bolivariano por medio del guila de Cundinamarca con gorro frigio (hacia 1819-1822) en templetes, pirmides, carros alegricos, jeroglcos, retratos, poesas y dioses legitimando al libertador. No obstante, esta simbologa no era propia del rito republicano en Hispanoamrica, puesto que ya exista en la simbologa de la monarqua hispnica, confundida en el barroco festivo de la cultura material efmera. Estamos, por lo tanto, ante lo que Hobsbawm (1983, p. 21) teoriza como apropiacin del smbolo como rasgo inherente a la creacin de las naciones modernas (Fig. 10). Figura 10 Diseo y dimensin de la Bandera Nacional de Venezuela. Ca. 1811. [detalle de la india de la libertad] Fuente: Archivo General de la Nacin de Colombia, Seccin: Mapas y planos, Mapoteca N 4. 20 Sez Arance, A. (2013). Simn Bolvar. El libertador y su mito. Marcial Pons, Ediciones de Historia, S.A., p. 177 21 Lafond de Lurcy, G. (1840). Voyages, Paris. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) El juego visual de la nueva pedagoga patria a travs del simbolismo cvico contaba plenas incorporaciones neoclsicas con una predominante carga alegrica de la simbologa grecorromana, trasmutada a la memoria de la gura del libertador y los prceres, en plena construccin a partir de la segunda dcada del siglo XIX22. Precisamente, esta funcin de los smbolos derivada del uso de imgenes alegricas, fue vital para construir una incipiente y continua idea de nacin en el Ecuador, creada desde el grupo criollo-burgus, otorgando un sentido del nosotros frente a los otros, cuestin que Knig (2014, p.2) dene como productos de opiniones particulares -en la poltica, muchas veces lanzadas por grupos dominantes- y, as, son funciones de situaciones sociales. Por lo menos en los primeros treinta aos decimonnicos, el barroco y sus formas festivas estuvieron muy presentes en las nuevas celebraciones de orden cvico-nacional, de tal manera que el neoclsico convivi con las formas barrocas hasta madurar a lo largo de todo el siglo XIX, como una suerte de adaptacin de la esta barroca a los nuevos valores patriotas23. Fue, en este sentido, una translacin del simbolismo barroco festivo, ya censurado por los proyectistas e ilustrados del XVIII, a la nueva liturgia de la religin patria, especialmente en las alegoras proyectadas a la gura de Bolvar. En la misma medida que se construyen las naciones sudamericanas en la bsqueda de su novsima y propia modernidad, se construy la imagen mitolgica y heroica del Libertador. Aquel proceso colectivo identitario que an no ha terminado, una especie de liturgia cvica que se prolongara durante todo el siglo XIX con una similar ritualidad simblica, organizada por determinados gobiernos de turno, pero percibida segn el espejo proselitista de las facciones polticas en la opinin pblica y la memoria nacional de los ecuatorianos24. La alegora de Amrica, gurando esencialmente la imagen de una india amazona, fue un producto iconogrco que naci desde los grabados del siglo XVI, en el cual el imaginario europeo haba creado determinadas visiones estereotipadas hacia los nativos americanos, desde los presupuestos de brbaros e incivilizados, sensuales, antropfagos y dciles, salvajes, inclinados al latrocinio y la sodoma, entre otros25. 22 Lomn, G. p. cit., 44. 23 Lomn, G. p. cit., 49. 24 Bustos Lozano, G. (2017). El culto a la nacin. Escritura de la historia y rituales de la memoria en Ecuador, 1870-1950, FCE, Universidad Andina Simn Bolvar, pp. 146-161. 25 Restall, M. (2004). Los siete mitos de la conquista espaola. Ediciones Paids Ibrica, pp. 156-161. En las primeras dcadas del siglo XIX, aquella imagen se trasformara en la india de la libertad, una construccin imaginaria de la india como representacin del proyecto criollo independentista, que mantena la tradicin inventiva de la iconografa precedente: la india blanca, voluptuosa y en cierta posicin ertica, que cargaba un tocado de plumas de varios colores, semidesnuda y altiva, a veces cargada de joyas exticas, y en actitud blica al portar carcaj, arco y echas (Fig. 10). El discurso visual instrumentaliz esta gura como una bandera potente del simbolismo revolucionario y esperanzador, el cual encarnara tan slo retricamente-la libertad de Amrica frente la opresin hispnica. Fiel recurso proveniente del criollismo,evidencindose con fuerza identitaria por los patriotas hispanoamericanos. El discurso criollista, madurado en el XIX como discurso ideolgico de la emancipacin, retomaba los atributos propios de la tierra americana, elemento que irrumpa con la mirada hacia Europa y lo europeo. De esta manera, se empezaba a mirar a la Amrica desde el suelo americano, a tal punto que el recurso artstico tenda a identicar no a las masas oprimidas, especialmente los indgenas, sino al grupo y estamento hispanocriollo26. En el incipiente constructo de identidades hispanoamericanas, ms all de los localismos regionales, la retrica emancipadora tomaba al indio como una minora a la que no era necesario llevar la libertad republicana con el mismo sentido que a los criollos y los mestizos. Podemos acercarnos a este constructo mental en Bolvar, durante su discurso en Angostura de 1819: Es imposible asignar con propiedad a qu familia humana pertenecemos. La mayor parte del indgena se ha aniquilado, el europeo se ha mezclado con el americano y con el africano, y ste se ha mezclado con el indio y con el europeo. Nacidos todos del seno de una misma madre, nuestros padres, diferentes en origen y en sangre son extranjeros, y todos dieren visiblemente en la epidermis. 27 Por supuesto, la epidermis patriota no asuma el conjunto de imgenes artsticas de la independencia como un objeto que encarnaba la reivindicacin de los marginados, sino que estableca las bases imaginarias del rechazo a lo convertido a extranjero, lo espaol de Espaa. Ya no caba la terminologa prerrevolucionaria del espaol americano de Viscardo y otros autores utpicos, en la que contena la carga de igualarse a modo de reclamo al peninsular, ahora se difunda un rechazo absoluto a la madrastra ya no 26 Chicangana-Bayona, Y.A. p. cit., pp. 19-23. 27 Blanco Fombona, R. (comp). (2007). Discurso pronunciado ante el Congreso, en Angostura, el 15 de febrero de 1819. Discursos y proclamas. Simn Bolvar, Fundacion Ayacucho, p. 78. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) madre patriaalimentada en el discurso como opresora y no digna para sus hijastros.28 En el marco del costumbrismo neoclsico de nales del XVIII e inicios el XIX, en un contexto por el cual la mayor parte de la poblacin occidental era iletrada y construa las otredades a partir del imaginario cometido en las imgenes y los relatos de viajes, los grabados del Viajero Universal del jesuita Pedro Estala sirvieron para este propsito. As tenemos grabados de los indios, como el amaznico del Maran de la Real Audiencia de Quito, con una postura grecorromana, y un porte escultrico europeo que resaltaba la sensualidad extica de los nativos ligeramente ataviados con sus atributos guerreros, blanqueados en su tez y domesticados por la mirada artstica de los viajeros y sus grabadores29 (Fig. 11). Figura 11 Indio de las cercanas del Ro Maran Fuente: Estala p. y Laporte, J. (entre 1795 y 1813). El viajero universal o noticia del mundo antiguo y nuevo, Imprenta de Fermn Villalpando, Fondos digitalizados del CSIC. 28 Knig, H.J., p. cit., pp. 1-28. 29 Paniagua Prez, J. (1991). Los grabados en la obra El viagero universal. Revista Espaola del Pacco, no. 1, pp. 23-24. El grabado de 1811 Humanitas Litere Fruges del Atlas Geogrco de Humboldt y Bonpland, nos permitir acercarnos a la pintura La Sabidura, junto con la Elocuencia, saca a Atahualpa del sepulcro, que se conserva en el Museo Nacional, y que guarda en sus atributos simblicos la religin cvica del Ecuador decimonnico (Fig. 12). Si bien es cierto que el cuadro data de 1865, retoma la simbologa del Moctezuma rescatado que aparece en la obra de Humboldt. Si para la Nueva Espaa, la lgica independista se guiaba por rescatar a su glorioso pasado prehispnico asimilado en el esplendor mexica, los artces de la nacin ecuatoriana recogieron la carga simblica de la imagen para convertir a un Moctezuma en un Atahualpa en actitud de resurreccin, junto con la orfebrera precolombina esparcida bajo sus pies. Figura 12 (Frontispiece) Humanitas. Literae. Fruges Fuente: Humboldt, A., Bonpland, A., Roger, G. (1831). Atlas Gographique et Physique du Royaume de la Nouvelle Espagne. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Justamente, ese sacar del sepulcro que se aprecia en el primer plano de la pintura, representaba para la primigenia nacin el opuesto hacia la madre hispnica, y abanderar retricamente un imaginario incaico por medio de la imagen paternal de Atahualpa, el ltimo inca de la incipiente historia patria, como un hroe que nada tena que ver con los tres siglos hispnicos. No era el indio al que se trataba de rescatar, sino a la gura simblica romanizada y romancista del hijo de Huayna Cpac,en gran medida europeizada. Precisamente, este hecho lo podemos visualizar cuando Sabidura entrega una rama de laurel a Atahualpa, smbolo tpico de la iconografa grecorromana que representaba la paz y resurreccin, desde el patrn europeo y aprehendido por la mentalidad del prcer hispanoamericano. De este modo, el discurso visual neoclsico estaba destinado para la clase neocriolla y burguesa, de ninguna manera para rescatar a la poblacin indgena de sus condiciones de miseria y marginacin, maquilladas desde un espectro nacionalista (Fig. 13). Figura 13 La Sabidura junto a Elocuencia, sacan a Atahualpa del sepulcro Fuente: Autor no identicado, siglo XIX, leo sobre lienzo, Coleccin del Museo Nacional del Ecuador (MUNA). [Fotogra: Tonny Chang lvarez]. Aparte de la escena de Atahualpa ayudado por Sabidura y Minerva para salir del sepulcro, al extremo derecho de la obra est presente la vieja alegora de Amrica y desde el XIX del proyecto ideolgico criollo-independista, la india de la libertad. Conserva esta gura los mismos patrones tradicionales que hemos analizado en torno a este imaginario: tez blanca, postura sensual, atavo y gestualidad neoclsica. Tanto su mirada como su arco tienen la misma posicin de observar al rmamento opuesto a la escena de Atahualpa; de modo que la india de la libertad ecuatoriana adquiere una alegora al futuro de nacin. Si ya se ha sacado del sepulcro a Atahualpa por Minerva y la Sabidura (deidades que representan a La Razn revolucionaria), ahora haba que fortalecer un Estado-nacin en donde lo ecuatoriano era an endeble, un Ecuador no para los grupos sociales histricamente marginados, sino para el proyecto neocriollista oligrquico de nacin (Figs. 13 y 14). Figura 14 La Sabidura junto a Elocuencia, sacan a Atahualpa del sepulcro. [detalle de la india de la libertad junto al nio inca] Fuente: Autor no identicado, siglo XIX, leo sobre lienzo, Coleccin del Museo Nacional del Ecuador (MUNA). [Fotogra: Tonny Chang lvarez]. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) El nio ataviado como inca, cercano a su madre la india de la libertad, a la que tiernamente mira y seala con aoranza mientras sostiene con una cuerda a un camlido, podra representar en el imaginario nacionalista, por un lado, la reivindicacin del milenarismo incaico mientras que, por otro, demostrara el imaginario andino de identidades culturales, aproximndose a la incipiente alegora del mestizaje, puesto que el nio inca equivale a los hijos de la nacin, los ecuatorianos. Como acertadamente lo reere Mujica, el paisaje de la obra detrs del Atahualpa rescatado reere a los smbolos nacionalistas andinos, el Chimborazo y el Carihuairazo, herencia del criollismo dieciochesco, y ahora legitimados desde el simbolismo pedaggico de los constructores de nacin; guarda, por supuesto, la memoria patritica del delirio sobre el Chimborazo de Bolvar, apelando, como en todos los territorios separados de la monarqua hispnica, a la utopa de las nuevas naciones hispanoamericanas legitimadas por el apego a lo propio y lo maravilloso de su naturaleza30 (Fig. 15). Figura 15 Cotopaxi en erupcin Fuente: Juan Agustn Guerrero. Siglo XIX. Acuarela sobre papel, Coleccin del Museo Nacional del Ecuador (MUNA), [Fotogra: Tonny Chang lvarez]. 30 Mujica Pinilla, R. (2022). Naturalistas y patriotas. Imaginarios incastas y cristianos en la construccin de la nacin. En VVAA. Forjando la nacin peruana. El incaismo y los idearios polticos de la Repblica en los siglos XVIII-XX. Banco de Crdito del Per. En el Canto a Junn dedicado a Bolvar, Olmedo expresa el pleno ideario patrio de la nacin primigenia que vendra a llamarse ms tarde Ecuador. En varios pasajes existen alegoras al templo solar, a los Andes, al Guayas y a la guerrera amazona. Bolvar es tomado como hijo de Colombia y de Marte, frecuentemente idolatrado en la potica olmedista. El imaginario incaico, como condicin de apego simblico a los valores cvicos de la nacin colombiana, aparece con fuerza al nombrarla como el nuevo lugar de identicacin poltica de los herederos del criollismo, en oposicin a la madrastra Espaa: Que el bello nombre de Colombia escrito Sobre su frente en torno despeda Rayos de luz tan viva y refulgente Que deslumbrado el espaol desmaya, Tiembla, pierde la voz, el movimiento: Solo para la fuga tiene aliento.31 Bolvar es trasformado en deidad solar, quien se encargara de dar venganza al pueblo americano, restituyendo el poder real inca arrebatado en tiempos de la conquista, discurso potico con cierta relacin al ideario masnico al hacer referencia a atributos solares: La espada de BOLVAR aparece, Y a todos los guerreros, Como el Sol a los astros, Oscurece. [] Padre del universo, Sol radioso, Dios del Per.32 Con una sensible carga dramtica aparece del cielo andino una deidad, portando una espada en medio de la batalla de Junn. La deidad representa a la resurreccin del Inca (Huayna Cpac) y al hijo del Inca, Bolvar, a quien se le otorga la tarea de redimir a los americanos y vengar el agravio espaol. Al mismo tiempo, aunque no representado en uno de los grabados de la edicin inglesa del Canto a Junn, la deidad est descrita con la misma iconografa histrica de la india de la libertad, aadindose algunos atributos como la borla imperial inca: (Fig. 16) En faz serena y ademan augusto Entre cndidas nubes se levanta. Del hombro izquierdo nebuloso manto Pende, y su diestra areo cetro rige: 31 Olmedo, J.J. de (1826). La victoria de Junn. Canto a Bolvar. Imprenta Espaola de M. Calerol. p. 19 32 Ibid, pp. 18-21. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Su mirar noble, pero no saudo; Y nieblas guraban a su planta Penacho, arco, carcax, echas y escudo. Una zona de estrellas Gloricaba en derredor su frente Y la borla imperial de ella pendiente [] Yo soy Huayna Cpac: soy el postrero Del vstago sagrado: (14) Dichoso Rey, ms padre desgraciado. De esta mansin de paz y luz he visto Correr las tres centurias De maldicin, de sangre y servidumbre: ver imperio regido por las Furias. [] Y mi Huscar tambin, Yo no viva! Que de vivir, lo juro, bastara, Sobrara debelar la hidra espaola Esta mi diestra triunfadora, sola.33 Figura 16 Venganza y gloria nos darn los cielos Fuente: Olmedo, Jos Joaqun de. (1826). La victoria de Junn: Canto a Bolvar. Reimpreso en Londres: [Imprenta Espaola de M. Calero], Grabado. 33 Ibid, pp. 25-27. Precisamente, el vengador de Huayna Cpac, el legado del hijo del Inca (Huscar) le correspondera a Bolvar y su accin blica. El incasmo fue un rasgo propio de esta literatura imaginaria, evidenciando claramente la idealizacin de un pasado cticio, tomado como glorioso por las lites burguesas decimonnicas hispanoamericanas. Lo inca, no lo indgena, construy la patria colombiana y posteriormente ecuatoriana, como un conjunto de identidades encaminadas a dotar a las nuevas naciones de un signicado sucientemente convencedor en la armacin simblico-ritual de lo propio. El epitao del busto a Bolvar que aparece en primer plano central en el grabado Alegora de Bolvar, de la edicin francesa del Canto a Junn, versa una estrategia cognoscitiva de innegable valor para la construccin de la memoria: VIVA BOLVAR LIBERTADOR DE SU PATRIA. En el extremo izquierdo aparece la india de la libertad con sionoma europea, desde la tez rubicunda hasta la postura neoclsica, engalanando a Bolvar con una guirnalda rosas. A su derecha, con los mismos atributos europeos, aparecen dos jvenes rubios con el penacho de plumas de varios colores, y el sensual taparrabo advirtiendo un gesto por acomodar la decoracin del busto de Bolvar. Figura 17 Alegora de Bolvar Fuente: Olmedo, J.J. (1826). La victoria de Junn: Canto a Bolvar. Imprenta Espaola de M. Calero, Grabado. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Es posible que esta iconografa se haya basado en la carga alegrica predispuesta en uno de los decretos de mayo de 1822 por la incorporacin de Quito a la Gran Colombia, en el que se haca referencia a la misma escena de la india de la libertad como representacin de Amrica acariciando al busto de Bolvar, en medio de las estas cvicas del 24 de mayo34 (Fig. 17). Un ngel con una palma y corona de laurel engalana la cabeza de Bolvar, elementos iconogrcos propios de la consagracin de las deidades grecorromanas, de manera que el Libertador guarda para el pensamiento neoclsico decimonnico el viejo simbolismo del emperator glorioso35. Bolvar, en esta escena,es la Nik americana,santicada como el culto hispanoamericano de nacin, en vida y tras su desaparicin fsica. Finalmente, otro ngel toca una de las dos trompetas que lleva hacia poniente, representando a los ejrcitos celestiales trasmutados en los ejrcitos independistas que auguran la buena nueva a las naciones hispanoamericanas. Por lo tanto, la antigua gura monrquica que legitimaba la identidad colectiva poltica y que formaba un imaginario social en los reinos y provincias virreinales, fue reemplazada por la de Bolvar, al punto de elevar su posicin a una deidad, ms all de la autoridad poltica. De esta manera nace el culto bolivariano, la primera formacin simblica de la nacin ecuatoriana. 4. El culto bolivariano en el Ecuador temprano. Orgenes, idilios y vicisitudes Unos hombres frecuentemente congregados a solazarse y divertirse en comn, formarn siempre un pueblo unido y afectuoso; conocern un inters general, y estarn ms distantes de sacricarle a su inters particular.36 El investigador Manuel Arocha, en el contexto de la Exposicin Iconogrca de Bolvar inaugurada el 28 de octubre de 1942 en el paraninfo de la Universidad Central del Ecuador, y que durara dieciocho das, pudo catalogar, hasta esa fecha, 102 objetos de culto al caraqueo, predominantemente retratos (desde Antonio Salas y su escuela pictrica) y, en menor medida, bustos, monumentos, monedas, estampillas y medallas37. Sin embargo, esta devocin cvica y ocial del imaginario ecuatoriano hacia Bolvar tuvo sus antecedentes legitimados por los decretos de mayo de 1822 referentes a la incorporacin de Quito a la Gran Colombia. En la 34 Noboa, A, p. cit., Incorporacin de Quito a la Repblica de Colombia, Decreto 8. 35 Felici castell, A. (2013). ngeles portadores de coronas en las imgenes de los mrtires. Origen del tipo iconogrco. Anales de Historia del Arte, vol. 23, n. Especial, pp. 139-153. 36 Jovellanos, G. de. (1887), Obras escogidas de Jovellanos, Garnier hermanos. 37 Arocha, M. (1943). Iconografa Ecuatoriana del Libertador, Litografa e Imprenta Romero, pp. 11-26. mayora de stos se normaba el culto a la personalidad de Bolvar, Sucre y los vencedores del Pichincha. Como uno de los primeros cometidos, propio de la postura didctica-moral patritica del neoclsico latinoamericano reejada en el nuevo simbolismo arquitectnico, se acord erigir una pirmide sobre el campo de la batalla de Pichincha con la inscripcin Los hijos del Ecuador a Simn Bolvar, el ngel de la paz y de la Libertad Colombiana [] Quito libre el 24 de mayo de 1822, seguido del nombre de Sucre38. Este tipo de arquitectura se prologaba en la sala capitular por medio de una lpida con aquel pasaje de la primigenia historia patria y siempre acompaada del nombre de Bolvar39. En cuanto a las estas, se estableca una postura explcita por remplazar o, en el mejor de los casos, combinar el espritu cvico con el fervor religioso, establecindose una funcin religiosa que celebrase cada aniversario del 24 de mayo la cual se har trasladando en procesin solemne la vspera de Pentecosts, a la Santa Iglesia Catedral la imagen de la Madre de Dios, bajo su advocacin de Mercedes [] y ser considerada como la primera esta religiosa de Quito40. Es decir,la gura mariana,en negacin de otras advocaciones chapetonas como la del Rosario, tambin hizo eco de la nueva estructura mental cvica del proceso independista y la creacin del nuevo Estado-nacin. De manera que la tradicional costumbre festiva de los virreinatos en lo que respecta a que, en la esta real de entrada, entronizacin, matrimonio y dems acontecimientos que giraban alrededor de la vida de los monarcas, fue remplazada por la de los prceres y libertadores. Esta fusin entre lo cvico y religioso tambin se legitimaba en una funcin fnebre por el alivio de los hroes que sacricaron su vida a la libertad con la misma pompa que la anterior y para el tercer da de Pentecosts41. Los mismos atributos de la esta barroca monrquica se mantenan, aquel regocijo pblico que atraa los sentidos de los ahora ciudadanos como la iluminacin de la ciudad, la misa de accin de gracias y dems diversiones durante tres das organizadas por el Cabildo, pero con la condicin neoclsica y reformista de practicarlos de manera moderada. Durante estas celebraciones, lo que Bolvar era para la Amrica, Sucre equivala al Quito liberado, para la nueva pedagoga alegrica. Uno de estos decretos estableca que para la decoracin festiva en la plaza frente al Cabildo: 38 Ibid, Decreto 3, p. 86. 39 Ibid, Decreto 4, p. 86. 40 Ibid, Decreto 5, p. 86. 41 Ibid, Decreto 6, pp. 86-87. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) se colocar una gura alegrica que represente la Amrica sentada en un trono majestuoso, y rodeada de sus atributos, acariciando el busto del Libertador de Colombia. A la derecha se ver un genio que simbolice a Quito, presentando al busto del General Sucre una corona cvica; a la izquierda estarn los retratos de los ms esclarecidos Generales del ejrcito.42 El retrato monrquico fue secundado inmediatamente por los bustos de Bolvar y Sucre a cada lado de las armas de la ciudad, en los salones del Palacio y dems lugares visibles y predispuestos para el nuevo espectador cvico43. De esta manera, el culto simblico ya no estaba dedicado a reyes que no se conoca en tierras americanas, sino tan solo a travs de lienzos y grabados que llegaban desde Europa; hoy tenan a sus propios reyes a canonizar, a quienes los conocan y agasajaban en las entradas triunfales, convites y dems demostraciones pblicas. Bolvar y el temprano culto a su imagen tambin favoreci a la concepcin primigenia de nacin colombiana como unidad administrativa identitaria44 (Fig. 18). Figura 18 Retrato de Bolvar Fuente: Olmedo, J.J. (1826). La victoria de Junn: Canto a Bolvar. Imprenta Espaola de M. Calero, Grabado. La mentalidad proyectista ilustrada tendera a transformar los comportamientos sociales en el pueblo ideal, casto y vigoroso, simple y frugal, industrioso y creyente45; es decir, la racionalizacin festiva de los individuos. 42 Ibid, Decreto 8, p. 87. 43 Ibid, Decreto 9, p. 87. 44 Anderson, B. (1993). Comunidades imaginadas. Reexiones sobre el origen y la difusin del nacionalismo, Fondo de Cultura Econmica, pp. 77-85. 45 Chartier, R. (1995). Sociedad y escritura en la Edad Moderna. La cultura como apropiacin, Instituto Mora, p. 30. Es en este escenario donde transcurre una nueva discusin losca del qu y para qu festejamos? A ello conuyen autores como Rousseau en su Carta a DAlembert sobre los espectculos, cuestionando las formas festivas del antiguo rgimen: Perfeccionando este proyecto con las mismas miras, bajo una apariencia de galantera y diversin, se dara a esas estas algunos nes tiles que seran importantes para el orden y las buenas costumbres46. A este imaginario utilitarista y pulcro de lo que deban ser las nuevas estas, tambin se sumaran otros autores ilustrados, como Jovellanos, en su Memoria para el arreglo de la polica de los espectculos y diversiones pblicas y sobre su origen en Espaa. Aquel escrito haca referencia a las tpicas lneas del reformismo ilustrado: Es verdad que una buena educacin sera capaz de sugerir muchos medios de emplear til y agradablemente el tiempo sin necesidad de espectculos47; el ilustrado gijons haca un recorrido histrico de las estas hispnicas, proponiendo una serie de reformas a las mismas desde el Estado, a quien le corresponda en este proyecto organizar y controlar las estas, especialmente a las representaciones dramticas. En Hispanoamrica, la misma corriente racionalista se reej en una serie de autores ilustrados, como Espejo, quien realiz todo un alegato de proteccin a los indios danzantes y sus formas festivas48. Todos estos escritores esbozaron al unsono una nueva losofa festiva bajo el cobijo utilitarista del XVIII. En el contexto poltico de una moribunda monarqua, frente a los nuevos valores del primer liberalismo iberoamericano, hacia 1814 la esta se haba convertido en una necesidad vital para el restablecimiento del orden monrquico decadente: que se realicen con la mayor solemnidad, se ha acordado el que de las rentas pblicas de la Ciudad, se saquen por el Mayordomo de Propios, ponindose a disposicin de los Seores Comisionados que se nombren la cantidad de cuatro mil pesos [] a que monten las iluminaciones generales en seis das de estas pblicas, u ocho, con corridas de Toros, fuegos articiales, msicas, un banquete a todo el vecindario, y dems que se ofrezcan, y en que desde luego se acredite la magnicencia y la gloria que respiran todos los Ciudadanos de esta Capital.49 46 Rousseau, J.J. (s.f.). Carta a lAlembert sobre los espectculos, p. 89. https://kupdf.net/download/rous.seau-carta-a-dalemb-sobre-los-espectaculos_5af6bef4e2b6f5157de4028dpdf# 47 Jovellanos, G. p. cit. pp. 300-301 48 Jijn y Caamao, J. y Viterio Lafronte, H. (eds). (1923). Escritos del Doctor Francisco Javier Eugenio Santa Cruz y Espejo. Editorial Artes Grcas, pp. 45-199. 49 Archivo Histrico Nacional del Ecuador (AHN/E). (12 de agosto de 1814). Disposiciones del Cabildo Constitucional de Quito para la realizacin de festejos por el retorno de Fernando VII al suelo espaol, Serie Gobierno, caja 70, exp. 12, fs. 1-3. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) La esta, como proyecto pedaggico de la monarqua, si en el siglo XVI y XVII serva a los intereses del adoctrinamiento religioso a la poblacin nativa americana, y al triunfo de la Contrarreforma en los espacios ms ntimos de la vida cotidiana de todos sus sbditos, en los albores de la independencia su proyecto se redujo en resucitar una ya corroda identidad poltica entre sus ahora ciudadanos. En 1816, Toribio Montes, Presidente de la Audiencia, exhortaba a los quiteos a hacer las demostraciones pblicas que acrediten el jbilo y alegra por el triunfo de las armas reales y que al mismo tiempo se rindan las debidas gracias al Seor Dios de los Ejrcitos: ordeno y mando que por tres das haya una iluminacin general y repiques de campanas; y que el Jueves once del corriente se cante una Misa solemne con Te Deum en la Santa Iglesia Catedral a que debern asistir todas las Corporaciones.50 Esta actitud continu incluso en la an leal ciudad de Cuenca hacia 1820, donde se celebr el matrimonio de Fernando VII con la Princesa de Sajonia, ya no con el esplendor de antao sino simplemente con una humilde corrida de toros, por causa de la escasez de vveres y hambruna que padeca aquella ciudad en tiempos de las guerras internas. En teora, la esta revolucionaria, esta utpica nacida en sus formas comportamentales y rituales de la Francia revolucionaria, haba de ser para todos los ciudadanos sin jerarqua alguna, considerndolos como iguales sin privilegios de estamento. Deban ser estas tanto frugales como sencillas51. Aquella utopa revolucionaria de las estas fue todo lo contrario en la prctica bacanal hispanoamericana. Banquetes opparos, gastos impresionantes en luminarias, toros y fuegos articiales, arreglo de las calles y plazas con una arquitectura efmera, eran algunas de las caractersticas que se mantuvieron en el agasajo por la entrada libertadora, inmediatamente incorporadas desde 1822 como estas cvicas, y que se prolongaran con la misma fuerza patritica hasta 1837. Uno de los rasgos imprescindibles que la esta revolucionaria haba tomado del antiguo rgimen fue la magnca celebracin por la entrada de los libertadores. En el caso ecuatoriano, Bolvar y Sucre. Las actas del Cabildo de Quito nos proveen abundante informacin sobre estos sucesos, desde preparar la mesa de Bolvar a costa de los donativos de los sujetos notables de la ciudad, das de toros y teatros en honor al Libertador, exhibicin y velacin continua de su retrato durante y despus de 50 Archivo Histrico Nacional del Ecuador (AHN/E). (12 de agosto de 1814). Decreto del presidente Toribio Montes para que se celebre un tedeum y haya tres das de estas por la cada de la Plaza de Cartagen, luego de 104 das de sitio y la fuga de los insurgentes, Serie Gobierno, caja 70, exp. 5. 51 Ozouf, M. (2020). La esta revolucionaria. 1789-1799. Prensas de la Universidad de Zaragoza, pp. 17-19. su entrada, arcos triunfales y caminos tapizados para su recibimiento, hasta el homenaje a su imagen en su santo, el da de San Simn. El 24 de mayo representaba simblicamente a Bolvar de manera que, entre 1822 y 1824, los paseos cvicos practicados en la Alameda, y los tmulos funerarios en honor a la memoria de los hroes de la Batalla de Pichincha, fueron rpidamente incorporados en la memoria colectiva quitea. Incluso, la identicacin mariana con la gura de Bolvar y su sacralizacin colectiva fue recurrente en el sentido de hacer coincidir la tradicional procesin de la Virgen de Gupulo en octubre durante el santo de Bolvar, haciendo velar su retrato en la galera consistorial. Del mismo modo, la procesin de la Virgen de la Merced, la cual desplegaba una propaganda redentora de los cautivos por parte de la orden mercedaria desde el siglo XVII en Amrica, sera identicada con el discurso visual libertador del siglo XIX52. La Virgen de la Merced, protectora de los mercedarios y redentora de los cautivos, fue identicada como patrona espiritual de los libertadores, llevada a la devocin litrgica dentro de las estas cvicas del mes de mayo53. A Bolvar se le otorg la equivalencia ritual de la virgen, en sus advocaciones locales como fuente de identidad colectiva cultural y poltica (Fig. 19). Figura 19 Virgen de la Merced como virgen protectora de la orden mercedaria Fuente: Annimo, segunda mitad del siglo XVIII, leo/madera, Coleccin del Museo de Arte Colonial, Museos CCE. [Fotogra: Tonny Chang lvarez]. 52 Zuriaga, V. (2010). La virgen libertadora: una visin particular de la iconografa mercedaria en Amrica Latina. En M.E. Linhares Borges y V. Mguez (eds), La fabricacin visual del mundo atlntico, 1808-1940, Publicacin de la Universitat Jaume I, p. 36. 53 Archivo Metropolitano de Historia de Quito (AMH/Q). (4 de mayo de 1824). Fondo Actas del Cabildo de Quito, fs. 117-150. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) El mismo carcter obligatorio y sancionador de la esta barroca se trasmut en los gastos que deban efectuar los miembros del cabildo, gremios y cofradas de barrios para cuestiones incluso tan insignicantes como la reparacin del busto de Bolvar: Que habindose averiado el marco del busto de Su Excelencia el seor Libertador Presidente [] el mayordomo de propios lo reponga a la mayor brevedad posible, sufragando su costo de la renta de su cargo54. Para el recibimiento de Bolvar en el mes de noviembre de 1822, toda la ciudad de Quito experiment el mismo movimiento y esplendor de las estas de las entradas reales en tiempos de los virreinatos, otorgando al Libertador el mismo signicado devocional de un monarca, ahora americano: Que siendo absolutamente indispensable manifestar con algunas seales sensibles la gratitud, jbilo y complacencia que causa a esta corporacin el regreso del Excelentsimo Seor Libertador, Presidente de la Repblica, acordaban que se entapizasen todas las calles y balcones, formando arcos en las esquinas [] Que se le preparen dos das de comida con su refresco, por las noches, cuyo costo del un da, sea del fondo de propios, a cuyo mayordomo se abonarn los gastos, tanto de las comidas, bebidas, refrescos, alumbrado y dems, cuanto el valor de las vasijas y utensilios que se rompan y pierdan [] Que se ocie al venerable Cabildo Eclesistico, Universidad, religiones y dems cuerpos bajo la suscripcin de los seores alcaldes, a n de que salgan a encontrar a caballo al seor Libertador, y que se manden imprimir convites para los dems particulares. Que queden advertidos todos los seores capitulares de concurrir sin la menor falta, el da de la llegada, al Palacio del seor general intendente para aguardarlo en cuerpo al seor Libertador.55 Con o sin rey, el barroquismo de las espectaculares celebraciones continu en nuestro territorio, siendo as que la gura de Bolvar se trasmut en una imaginaria sombra monrquica, a tal punto que la antigua esta real se mudaba con buena parte de sus originales atributos en esta cvica-republicana. En 1825, en Ibarra, se expuso una queja del administrador general de Rentas sobre la retencin de unas arrobas de plvora destinadas para la pompa de las estas cvicas prevenidas por la Ley fundamental de la Repblica, en que tanto se interesa este Cuerpo para demostrar el jbilo en que reboza por el alto sistema de gobierno en que se halla, y para celebrar de algn modo los triunfos que se han alcanzado por el hroe de estos siglos el Exmo. Sr. Libertador presidente Simn Bolvar.56 54 Archivo Metropolitano de Historia de Quito (AMH/Q). (11 de junio de 1824). Fondo Actas del Cabildo de Quito, f. 153. 55 Archivo Metropolitano de Historia de Quito (AMH/Q). (2 de noviembre de 1822). Fondo Actas del Cabildo de Quito, f. 84. 56 Archivo Histrico Nacional del Ecuador (AHN/E). (24 de diciembre de 1825). Queja del administrador general de Rentas sobre la retencin de unas arrobas de plvora, para la solemnizacin de las estas nacionales, Serie Gobierno, caja 82, exp. 13. Se celebraba la nueva memoria histrica, inventando la nacin ecuatoriana, con la misma estructura de la esta barroca, pero con otra simbologa poltico-pedaggica guiada por el neoclsico, puesto que en Hispanoamrica se haba creado una nueva identidad colectiva poltica, pero sin menoscabo de las identidades culturales colectivas ya construidas previamente57. Si en la Francia revolucionaria se evidenciaron celebraciones como la esta de La Razn y del Ser Supremo, en nuestro territorio era la esta del Libertador y sus gestas heroicas. El nuevo sistema de valores, como lo reere Chartier (1995, p. 34), estara centrado ahora en la familia, la patria y la humanidad, constituyendo las bases de un nuevo proyecto poltico que coincida tanto con el espritu racionalista revolucionario y las formas sobrias del neoclsico: Con sus rituales, sus gestos, sus objetos, la esta es una gramtica simblica que permite enunciar, dndolo a entender o hacindolo ver, un proyecto poltico. Aunque Sucre no tuviera la misma magnicencia santicadora que Bolvar, la devocin al general de Ayacucho tuvo una similar recepcin en la memoria colectiva pro ecuatoriana, la obligacin de los miembros del cabildo de colocar su imagen junto a la de Bolvar en la sala municipal y, luego de su fallecimiento, en uno de los primeros decretos de la Constituyente de 1830 ordenado por Flores, se lee: 1 Que es un deber del Gobierno y de todos los Ciudadanos honrar la memoria de aquel Hroe dando un testimonio pblico del profundo sentimiento que les ocupa por la prdida de un Jefe de tan distinguido mrito a quien la Amrica toda, y en particular este Estado le son deudores de eminentes servicios. [] Art. 1 Todos los habitantes del Estado llevarn ocho das de luto contados desde el que se publique este decreto en la cabecera de cada Cantn. 2 En las clases militares el luto ser el que seala el reglamento sobre divisas y uniformes de 20 de julio de 1826; el de los empleados civiles y de Hacienda un lazo negro en el brazo izquierdo. El de los dems ciudadanos el mismo lazo en el sombrero; y el de las seoras el que sea de su eleccin. 3 Los Gobernadores al siguiente da de recibido este decreto lo harn publicar solemnemente e invitarn a todas las autoridades y vecinos respetables para que concurran de luto riguroso el da inmediato a la Iglesia principal del lugar donde se celebrarn las honras para el difunto General con toda la pompa y solemnidad posible concluyendo con una oracin fnebre alusiva al objeto.58 57 Guerra, F.X. (2003). Las mutaciones de la identidad en la Amrica Hispnica. En Antonio A. y F.X. Guerra (coord), Inventando la nacin. Iberoamrica. Siglo XIX. Fondo de Cultura Econmica, pp. 185-220. 58 Archivo Histrico Nacional del Ecuador (AHN/E). (25 de junio de 1830). Orden Superior mandando observar ocho das de luto por el nado General Antonio Jos de Sucre, Serie Copiadores, caja 15, vol. 56, fs. 9-10. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Zaldvar (2007, pp. 225-234) apunta que la esta republicana emprendera inmediatamente la labor de estructurar una nueva esttica, un nuevo lenguaje civilizador y moral, evidencindose en toda la Amrica hispana un mismo conjunto de proclamas, discursos y marchas patriticas de negacin del aparato iconogrco y discursivo de una poca vista como oscura y atrasada por los prceres. El liberalismo republicano va a apropiarse del pensamiento ilustrado hacia la bsqueda de una propia modernidad en la racionalizacin festiva. As tenemos nuevos smbolos comprendidos en escudos, banderas, retratos, discursos y un distinto calendario festivo que guiaba el tiempo sagrado de los ecuatorianos. Si bien es cierto que la prensa decimonnica, desde el primer liberalismo hispanoamericano y la constitucin gaditana, estuvo limitada a un sector letrado y perlado en los grupos dominantes criollos de la sociedad hispanocriolla, la difusin de ideas no se quedara solamente en las imprentas, sino en lugares de sociabilidad como las tertulias, los salones y hasta la propia plaza que se constituiran como verdaderos ambientes de comunin social59. Uno de estos ejemplos es El Patriota de Guayaquil, que tuvo una existencia de casi una dcada, desde 1821 a 1829, y que ofreca noticias referentes a los decretos y discursos de la Junta de Gobierno guayaquilea. Aquel diario recoga, adems, noticas de otros diarios y comentarios a estos, daba parte de las incursiones blicas emancipadoras, se publicaban, a veces, poesas, sonetos y loas en alusin al proceso independentista, anunciaba la entrada y salida de navos y ofreca avisos relacionados con la vida cotidiana de la ciudad portuaria. En este peridico, ms que ningn otro de la misma dcada, se ofrecan relatos sobre la nueva esta cvica guayaquilea y sus primeros smbolos patrios. El discurso criollista, en negacin absoluta a su pasado tomado como tirnico, opresor y superable, haba tenido su mayor protagonismo en la prensa independentista. Se negaba todo rasgo hispnico, visto como inferior, atrasado y esclavizante. De este modo, este tipo de peridicos inauguraron un sentimiento de rechazo al colonialismo hispnico, como una armacin identitaria del discurso liberal-emancipador (Fig. 20). 59 Rodrguez Gutierrez, M. (2010). Las modalidades literarias en la prensa de las Cortes de Cdiz, El caso de El Procurador General de la Nacin y El Rey. En A. Romero Ferrer, F. Durn Lpez y M. Cantos Casenave, La guerra de pluma. Estudios sobre la prensa en Cdiz en el tiempo de las Cortes (1810-1814), pp. 31-35. Figura 20 El Patriota de Guayaquil, N 9, 24 de diciembre de 1822. Fuente: Centro Cultural Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa Plit, Coleccin Digital. Ciertamente, un discurso encaminado a formar un cmulo de emociones nacionalistas en el imaginario colectivo como una forma de identidad inventada. Refutando un escrito de Aymerich, uno de los diarios de El Patriota, armaba que Esta conducta brbara (faltar a la verdad) si es que es desconocida de las almas grandes, y solo propia de los mandatarios espaoles en Amrica60. En otro de sus artculos, se denigraba a todo lo espaol: El carcter espaol est marcado en todos los pasajes de su historia: donde quiera se encuentran sus huellas sangrientas, y la humanidad lamentndose [] Basta abrir los libros espantosos de sus conquistas para concebir contra ellos el odio ms profundo61. Es de vital importancia el anlisis del discurso emancipador republicano contenido en este tipo de diarios como una forma de expresin de la nueva pedagoga cvica en la opinin pblica de los constructores de la nacin. Existan tambin terminologas y alusiones a las divinidades establecidas por la repblica jacobina de la Francia revolucionaria, prueba de la concepcin ideolgica y el consumo de la losofa francesa propia del prcer hispanoamericano: y las Provincias de nuestra AMRICA, al proclamar su Independencia, han dado todas este primer paso hacia la Libertad [] preparado est el triunfo de la Razn y de la Filosofa; y la humanidad quedar vengada62. 60 El Patriota de Guayaquil. (23 de junio de 1821). No. 5 61 El Patriota de Guayaquil. (21 de julio de 1821). No. 9 (Tomado de la Gaceta de Bogot del 15 de abril de 1820) 62 El Patriota de Guayaquil. (21 de mayo de 1821). Prospecto. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) El Patriota de Guayaquil fue el portavoz de la Junta de Gobierno guayaquilea, publicando en varios de sus nmeros los decretos referentes a las estas cvicas del 9 de octubre y el 8 de noviembre. Adems, se publicaban las relaciones festivas que haba experimentado la ciudad portea por el agasajo del triunfo independentista de la Batalla de Pichincha, reconociendo a Quito como capital de los Incas, celebrndose un Te Deum de accin de gracias, salvas de artilleras, repiques e iluminacin durante tres das de festejo63. Adems, el diario daba cuenta de la espectacular celebracin guayaquilea por la entrada del rayo de la guerra e Isis de la paz, Bolvar, en la ciudad en el mes de julio de 1822: El jueves 11 a las cinco de la tarde entr en esta ciudad S.E. el LIBERTADOR Presidente de Colombia, en medio de las aclamaciones ms expresivas del Pueblo [] Apenas se divis la fala que conduca al LIBERTADOR empez la salva general de la marina, y anunci al Pueblo su venida. Toda la Ciudad se puso del desembarco. Las calles y balcones estaban ocupados de una multitud ansiosa de conocerle y de leer su grande alma en los marciales rasgos de su semblante. Se haba construido una elegante portada en el puerto: y desde ella hasta el arco triunfal levantado en frente del palacio que deba ocupar S.E. estaba tendida la tropa mientras saludaban las bateras de guerra que hacan los honores. Toda la carrera estaba vistosa, y ricamente colgada. El arco era notable por su regularidad y sencillez; en el primer frente llevaba esta inscripcin: A SIMN BOLVAR LIBERTADOR PRESIDENTE DE LA REPBLICA DE COLOMBIA, EL PUEBLO DE GUAYAQUIL, en el segundo: A SIMN BOLVAR. AL RAYO DE LA GUERRA AL ISIS DE LA PAZ EL PUEBLO DE GUAYAQUIL.64 Otros eventos de la nueva pedagoga festiva, no menos fastuosos que la anterior, fueron recogidos por El Patriota, como la entrada de San Martn a Guayaquil el 27 de julio de 1822, en la que las seoras notables de la ciudad deban dar la bienvenida y los debidos halagos al Protector del Per, los regocijos pblicos por la anexin de Guayaquil a Colombia en el mismo mes, bajo la orden de que permanezcan abiertos los billares y las tabernas en las noches, y otras ceremonias bacanales por el santo de Bolvar el 28 de octubre. En uno de sus artculos, un autor annimo del diario justicaba las razones por las cuales se deba hacer este tipo de celebraciones y el rechazo a las que se practicaban en tiempos de la monarqua: 63 El patriota de Guayaquil. (8 de junio de 1822). No. 2 64 El patriota de Guayaquil. (13 de julio de 1822). No. 10 la Amrica distante de encontrar motivos para una esta, solo los tena para su mayor dolor al ver que las mismas estas de sus amos no tenan otro objeto que el de celebrar su conquista, la destruccin de sus primitivos hijos, y la esclavitud de los que les hemos sucedido. Pero ya pasaron estos tiempos, a la noche sucede la aurora, al dolor sucede la alegra.65 Este tipo de cultos cvicos no fueron exclusivos de Quito o Guayaquil, siendo un fenmeno recurrente en la mayor parte de territorios emancipados de la monarqua hispnica en Amrica, apareciendo durante la segunda dcada del siglo XIX y desarrollndose hasta el da de hoy. La modicacin del calendario y la geografa de estas, las nuevas guras alegricas de culto y la forma racionalizada -y militarizada- de la esta al gusto del pensamiento neoclsico, pero con una importante carga barroca en Hispanoamrica, coincida con la construccin de un propio nacionalismo que legitimaba a las nacientes repblicas soberanas66. 5. A modo de conclusin No nos prolongaremos ms all de nuestro contexto espacio-temporal demarcado en la formacin simblica del Ecuador temprano, pero es necesario esbozar algunos apuntes acerca de la instrumentalizacin del culto bolivariano. En primer lugar, a partir del primer mandato oreano, ms all de la postura federalista de su gobierno, varios han sido los momentos de la historia poltica de Sudamrica en los que se ha utilizado la imagen bolivariana, ya sea para servirse de la imagen de gloria o para asimilar los proyectos de gobierno como una frmula cultural de identicar los sentimientos populares67. La instrumentalizacin de la gura de Bolvar y la retrica bolivariana se ha reducido a un ethos folclorista y politizado en las celebraciones de los bicentenarios latinoamericanos, especialmente en la idea de integracin latinoamericana, siendo contraproducente a este mismo propsito por la carga trivial y utilitaria del culto bolivariano68. No es en s la gura sacralizada que se ha construido sobre Bolvar el problema central; sin Bolvar y los festejos cvicos en torno a las independencias no habra ni patria ni identicacin simblica. Como acertadamente lo apunta Sez: 65 El Patriota de Guayaquil. (28 de diciembre de 1822). No. 9 66 Zrate Toscano, V. (2016). Las estas civiles en el siglo XIX. En E. Florescano y B. Santana (coords), La esta mexicana, tomo 1, Fondo de Cultura Econmica. pp. 208-218. 67 Carrera Damas, G. (1969). El culto a Bolvar. Esbozo para un estudio de la historia de las ideas de Venezuela. Instituto de Antropologa e Historia, Universidad Central de Venezuela, pp. 225-252. 68 Malamud, C. (2021). El sueo de Bolvar y la manipulacin bolivariana. Falsicacin de la historia e integracin regional en Amrica Latina. Alianza Editorial, pp. 19-96. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Simn Bolvar es para los venezolanos (y la armacin podra generalizarse, con matices, a colombianos y ecuatorianos) lo mismo que George Washington para los estadounidenses, Napolen Bonaparte para los franceses o Mustaf Kemal Atatrk para los turcos, es decir, un hroe, una gura indiscutible e incontestable en torno a la cual se articulan todo tipo de discursos, relatos y sistemas iconogrcos de conocimiento general y aceptacin comn entre la ciudadana.69 Los ecuatorianos, al igual que sus ms prximos vecinos bolivarianos, tienen el derecho de cohabitar frente al hroe y su mito -siempre reinventado- como una rutina cvica, la religin cvica politesta hacia sus prceres y libertadores70.El problema reside en la instrumentalizacin del culto bolivariano ya sea por los grupos ideolgicos anes al hispanismo en su pasional e idlica negacin de clase o el de las facciones chovinistas en su devocin proselitista a los hroes patrios. Esta ltima problemtica, relacionada con un exacerbado sentimiento nacionalista instrumental del culto patritico, podra ser reducido a lo que Billig (1998, p. 48) teoriza como los hbitos y supuestos banales del nacionalismo. Si fue necesario para un temprano Ecuador decimonnico la consolidacin de un nacionalismo aanzado en la gura bolivariana en el imaginario colectivo, la historia ocial patria -el credo por medio del texto- que se sigue impartiendo en escuelas y colegios, debera ser cuestionada, objetivada y reencontrada con el contexto histrico-social de los problemas contemporneos. Al respecto de la pedagoga cvica dominante versus una historiografa menos subjetiva, Harwich (2003, pp. 537-538) aclara que la historia, particularmente la historia reciente de la independencia, en vez de ofrecer certezas, contribuira a sembrar dudas y, ms grave an, a fomentar cuestionamientos. Referencias bibliogrcas Anderson, B. (1993). Comunidades imaginadas. Reexiones sobre el origen y la difusin del nacionalismo. Fondo de Cultura Econmica. Arocha, M. (1943). Iconografa Ecuatoriana del Libertador. Litografa e Imprenta Romero. Billig, M. y Nez, R. (1998). El nacionalismo banal y la reproduccin de la identidad nacional. Revista Mexicana de Sociologa, 60(1), pp. 37-57. 69 Sez Arance, A. (2013). Simn Bolvar. El libertador y su mito. Marcial Pons, Ediciones de Historia, S.A., p. 177. 70 Pino Iturrieta, E. (2003). El divino Bolvar. Ensayo sobre una religin republicana. Los libros de la Catarata, pp. 220-250. Blanco Fombona, R. (Comp.). (2007). Discursos y proclamas. Simn Bolvar. Fundacin Bibloteca Ayacucho. Buriano, A. Ecuador, latitud 0. Una mirada al proceso de construccin de la nacin. En J. C. Chiaramonte. (2008). Los nombres de los pases de Amrica Latina. Sudamericana. Bustos Lozano, G. (2017). El culto a la nacin. Escritura de la historia y rituales de la memoria en Ecuador, 1870-1950. FCE, Universidad Andina Simn Bolvar. Carrera Damas, G. (1969). El culto a Bolvar. Esbozo para un estudio de la historia de las ideas de Venezuela. Instituto de Antropologa e Historia, Universidad Central de Venezuela. Catelli, L. (2012). Pintores criollos, pinturas de castas y colonialismo interno: los discursos raciales de las agencias criollas en la Nueva Espaa del perodo virreinal tardo. Cuadernos del CILHA, 13(17), pp. 146-174. Chartier, R. (1995). Sociedad y escritura en la Edad Moderna. La cultura como apropiacin. Instituto Mora. Chicangana-Bayona, Y. A. (2011). La india de la libertad: de las alegoras de Amrica a las alegoras de la patria. 24. Estudios de Filosofa Prctica e Historia de las Ideas, Revista anual de la Unidad de Filosofa Prctica e Historia de las Ideas, 13(1), pp. 17-28. Felici Castell, A. (2013). ngeles portadores de coronas en las imgenes de los mrtires. Origen del tipo iconogrco. Anales de Historia del Arte, 23 (Nmero Especial), pp. 139-153. Guerra, F. X. (2003). Las mutaciones de la identidad en la Amrica Hispnica. En A. Annino y F. X. Guerra (Coords.). Inventando la nacin. Iberoamrica. Siglo XIX. Fondo de Cultura Econmica, Harwich Vallenilla, N. (2003). La historia patria. En Antonio Annino y Franois-Xavier Guerra (Coords.). Inventando la nacin. Iberoamrica. Siglo XIX. Fondo de Cultura Econmica, Hobsbawm, E. (1983). Introduccin: La invencin de la tradicin. En Eric Hobsbawm y Terence Ranger (eds.). La invencin de la tradicin. Crtica, pp. 3-21. Jijn y Caamao, J. y Viteri Lafronte, H. (Eds.). (1923) [1786]. Escritos del Doctor Francisco Javier Eugenio Santa Cruz y Espejo. Editorial Artes Grca. Honrar a la Patria! La construccin de la nacin ecuatorianaRevista Sarance, N 48 a travs del culto festivo bolivariano: 1822-1830 (junio - noviembre 2022) Jovellanos, G. de [Soldevilla, Fernando]. (1887) [1744-1811]. Obras escogidas de Jovellanos. Garnier hermanos. Kennedy-Troya, A. (2015). Elites y la nacin en obras. Visualidades y arquitectura del Ecuador. 1840-1930. Universidad de Cuenca / C.C.E. Ncleo del Azuay. Knig, H. J. (2014). La funcin de las imgenes en el proceso de construccin de las naciones latinoamericanas. En S. Schuster (ed.). La nacin expuesta. Cultura visual y procesos de formacin de la nacin en Amrica Latina. Editorial Universidad del Rosario, Escuela de Ciencias Humanas. Lomn, G. (1990). La revolucin francesa y lo simblico en la liturgia poltica bolivariana. Miscelnea Histrica Ecuatoriana, Revista de Investigaciones Histricas de los Museos del Banco Central del Ecuador, (2), pp. 1-67. Malamud, C. (2021). El sueo de Bolvar y la manipulacin bolivariana. Falsicacin de la historia e integracin regional en Amrica Latina. Alianza Editorial. Mujica Pinilla, R. (2022). Naturalistas y patriotas. Imaginarios incastas y cristianos en la construccin de la nacin En VV.AA. Forjando la nacin peruana. El incasmo y los idearios polticos de la Repblica en los siglos XVIII-XX. Banco de Crdito del Per. Noboa, A. (1901). Coleccin de tratados, convenciones, capitulaciones, armisticios y otros actos diplomticos y polticos celebrados desde la independencia hasta nuestros das. Tomo I. Imprenta de A. Noboa. Olmedo, J. J. (1826). La victoria de Junn: Canto a Bolvar. [Imprenta Espaola de M. Calero]. Ozouf, M. (2020). La esta revolucionaria. 1789-1799. Prensas de la Universidad de Zaragoza. Palti, E. (2006). La nacin como problema. Los historiadores y la cuestin nacional. Fondo de Cultura Econmica de Argentina S.A. Paniagua Prez, Jess. (1991). Los grabados en la obra El Viagero Universal. Revista Espaola del Pacco, (1), pp. 47-58. Prez Vejo, T. (1999). Nacin, identidad nacional y otros mitos nacionalistas. Ediciones Nobel, S.A. Pino Iturrieta, E. (2003). El divino Bolvar. Ensayo sobre una religin republicana. Los Libros de la Catarata. Restall, M. (2004). Los siete mitos de la conquista espaola. Ediciones Paids Ibrica, S.A. Rodrguez Gutierrez, M. (2010). Las modalidades literarias en la prensa de las Cortes de Cdiz. El caso de El Procurador General de la Nacin y El Rey. En A. Romero Ferrer, F. Durn Lpez y M. Cantos Casenave. La guerra de pluma. Estudios sobre la prensa en Cdiz en el tiempo de las Cortes (1810-1814). Rousseau, J. J. (s.f). Carta a DAlembert sobre los espectculos. Https://kupdf.net/ download/rousseau-carta-a-dalemb-sobre-los-espectaculos_5af6bef4e2b6f5157 de4028d_pdf#, 89. Sez Arance, A. (2013). Simn Bolvar. El libertador y su mito. Marcial Pons, Ediciones de Historia, S. A. Sosa, R. (2014). El escudo de armas del Ecuador y el proyecto nacional. Universidad Andina Simn Bolvar, Sede Ecuador / Corporacin Editora Nacional. Zaldvar, T. (2007) Fiesta cvica republicana. En La Fiesta, Memoria del IV Encuentro Internacional sobre Barroco. GRISO-Universidad de Navarra/Fundacin Visin Cultural. Zrate Toscano, V. (2016). Las estas civiles en el siglo XIX. En E. Florescano y B. Santana Rocha (Coords.). La esta mexicana. Tomo I. Fondo de Cultura Econmica. Zuriaga, V. (2010). La virgen libertadora: una visin particular de la iconografa mercedaria en Amrica Latina. En Mara Eliza Linhares Borges y Vctor Mguez (Eds.). La fabricacin visual del mundo atlntico, 1808-1940. Publicacions de la Universitat Jaume I. Fuentes documentales primarias: -Archivo Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa Plit (ABEAEP/Q) -El Patriota de Guayaquil, 1821-1822 -Gaceta del Ecuador, 1830-1834 -Archivo Histrico Nacional del Ecuador (AHN/E). -Archivo Metropolitano de Historia de Quito (AMH/Q). Fondo Actas del Cabildo de Quito.