Sarance 47, publicaci—n bianual, per’odo diciembre 2021-mayo 2022, pp 136 - 153. ISSN: 1390-9207 ISSNE: e-2661-6718 fecha de recepci—n 01/11/2021; fecha de aceptaci—n: 06/12/2021 DOI: 10.51306/ioasarance.047.07 La relaci—n epistolar de Dolores Sucre y Zoila Ugarte de Land’var Imasha mama Dolores Sucre, mama Zoila Ugarte de Land’var killkaykuna paypura killkarishkamanta. The Epistolary Relationship of Dolores Sucre and Zoila Ugarte de Land’var Myriam Land’var Silvers myriamlandivar@yahoo.com ORCID: 0000-0001-5007-2959 Sociedad amigos de la Genealog’a (Quito-Ecuador) La lira de nuestra Musa tiene una nota dulce, con la que siempre han resonado sus divinas cuerdas, es la de la amistad (Ugarte, 1911). Resumen Este art’culo recoge algunos de los documentos escritos m‡s relevantes del intercambio epistolar entre dos importantes referentes femeninos de las letras del Ecuador como son Dolores Sucre y Zoila Ugarte. Los documentos testiÞcan de los lazos de proximidad entre dos familias de la Žpoca, Þnales del siglo XIX, principios del siglo XX. Adem‡s, rinden cuenta de la sensibilidad y los repertorios poŽticos de ambas autoras. Palabras clave: poetisas ecuatorianas; Dolores Sucre; Zoila Ugarte. Tukuyshuk Kay killkayka imasha ishkay killkak warmikuna paypura killkarishkatami tantachin. Paykuna imashalla killkarishkatami epsitola nishpa shutichin. Pay ishkay killkak warmikunaka Ecuador mamallaktapi achka riksirishkami kan. Ishkantinpa killkaykunapimi rikurin imasha tukuriy XIX pastakwatamanta, XX patsakwatakaman chay pachakunamanta ishkay ayllukuna imasha alli rimarishpa kawsashkamanta. Chaypimi rikurin ishkantin warmikunapa sumak killkashka arawikuna paykunapa sumak yaykunapash. Sinchilla shimikuna: ecuatoriana warmi arawikkuna; Dolores Sucre; Zoila Ugarte; epistolata paypura killkarishkamanta. Abstract This article collects some of the most relevant written documents of the epistolary exchange between two important female protagonists of Ecuadorian literature such as Dolores Sucre and Zoila Ugarte. The documents testify to the close ties between two families of the time, the end of the 19th century and the beginning of the 20th century. In addition, they tell of the sensitivity and poetic repertoires of both authors. Keywords: Ecuadorian poets; Dolores Sucre; Zoila Ugarte; epistolary exchange. 1. Introducci—n Este art’culo pretende tocar la sensibilidad de dos personajes femeninos de Þnes del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX, amigas fraternas segœn lo reßejan sus cartas y postales enviadas de Guayaquil a Quito. Desafortunadamente, los mensajes destinados a Dolores, por parte de Zoila, no han podido ser incluidos aqu’ pues su paradero sigue siendo desconocido. 2. Breves recuentos biogr‡Þcos de las autoras Figura 1 Dolores Sucre Lavayen Fuente: Archivo de la autora Dolores Sucre Lavayen nace en Guayaquil en 1837. Fueron sus padres el Coronel JosŽ Ram—n Sucre y Alcal‡ y Mercedes Lavayen Garc’a. Dolores fue sobrina del General Antonio JosŽ de Sucre y prima de CŽsar Borja Lavayen, mŽdico investigador. Desde muy joven, Dolores se destac— por su interŽs hacia el cultivo de las letras y sobre todo la poes’a, viaj— a Lima donde conoci— a personajes como Numa Pompilio Llona, Ricardo Palma y otras celebridades de la cultura lime–a que inßuyeron en su futuro literario. Colabor— en los peri—dicos ÓLa EsperanzaÓ y ÒLos AndesÓ, m‡s tarde lo har’a en las revistas ÒEl çlbumÓ y en la ÒGuirnalda LiterariaÓ, y publicar’a tambiŽn sus poemas en la ÒSemana LiterariaÓ y en ÒEl CrepœsculoÓ. Entre 1874 y 1880 fallecen sus padres, surgiendo la necesidad de sostenerse econ—micamente por s’ misma; con sus hermanas Carmen y Obdulia empiezan a recibir alumnas en su casa, con tal Žxito que crean la Escuela Sucre para ni–as, que ser’a una de las mejores escuelas del Guayas. Dolores, la excelsa poetisa guayaquile–a, es condecorada el 9 de Diciembre de 1905 con la medalla de la ÒLira de OroÓ en el Teatro Olmedo de Guayaquil en reconocimiento a su trabajo literario publicado en revistas y —rganos de la prensa nacional y extranjera. Figura 2 Zoila Ugarte Zea Fuente: Archivo de la autora Zoila Ugarte Zea, nace en Machala, provincia de El Oro, en 1868. Sus padres fueron Juan de Dios Ugarte y Juana Zeas. Con suma dedicaci—n su padre la inicia en las primeras letras, siendo muy duro para ella perderlo cuando aœn era muy ni–a. Zoila queda al cuidado de su madre quien tambiŽn fallece poco tiempo despuŽs por lo que se traslada a Guayaquil a casa de sus hermanas mayores quienes continœan con su educaci—n. Ya joven, en sus inicios literarios, escribi— en las revistas femeninas de la Žpoca como ÒLa MujerÓ, ÒEl Tesoro del HogarÓ, ÒRevista PatriaÓ, luego en el peri—dico liberal ÒLa PrensaÓ, en ÒEl D’aÓ. La nombran Directora de la Biblioteca Nacional y, m‡s tarde, Directora del C’rculo de la Prensa. En 1923, el Gobierno le otorga el nombramiento de Maestra de Castellano y Literatura del Normal Manuela Ca–izares, con el que pudo ejercer su gran vocaci—n de educadora tambiŽn en el Liceo Bol’var y Fern‡ndez Madrid. En el gobierno de Federico P‡ez, y a petici—n de un sinnœmero de personas amigas e instituciones, Zoila es condecorada con la medalla al MŽrito en el grado de OÞcial en 1937. TambiŽn recibe la ÒPluma de OroÓ otorgada por el Liceo Fern‡ndez Madrid y, m‡s tarde, la medalla de ÒHonor al MŽritoÓ entregada por el Gobierno de la Provincia de El Oro en 1961 en reconocimiento a su larga trayectoria al servicio del pa’s en diferentes ‡mbitos literarios, del periodismo y de la educaci—n. DespuŽs de una fruct’fera y productiva existencia, fallece en Quito en 1969. 3. La amistad fraterna Dolores y Zoila, a pesar de su diferencia de edad (las separaban cerca de tres dŽcadas), eran amigas cercanas. Los intereses comunes y la intelectualidad las un’a, compart’an sus experiencias dulces y amargas, expresando su pensamiento libre, Dolores con sus variados poemas y Zoila con sus polŽmicos y directos escritos. As’ cultivaron su amistad, primero en Guayaquil, donde se conocieron, y luego, en la distancia, por medio de cartas, cuando Zoila se aÞnc— en Quito. La obra de Dolores Sucre fue objeto de reconocimiento social, como lo fuera tambiŽn aquella de Numa Popilio Llona un a–o antes de la primera. En efecto, en 1904, Numa Pompilio Llona (Guayaquil, 1832-1907) es homenajeado por sus amigos en admiraci—n y reconocimiento a su labor: el ilustre poeta fue ceremoniosamente condecorado en Guayaquil, el 10 de octubre de 1904 y fue competencia de la honorable matrona y tambiŽn poetisa guayaquile–a do–a Dolores Sucre, quien ce–ir’a en las sienes del admirado poeta una Corona de Laureles Dorado. En aquella signiÞcativa ocasi—n, Dolores Sucre le dedica la siguiente poes’a (Sucre 1914:14): Al coronar a Llona ÁHas llegado a la cumbre de la Idea!.. ÁY en nombre de la Patria, ’nclito Llona vengo a ce–irte la triunfal corona que juraste alcanzar en tu Odisea! Alto su honor en tu victoria vea el ilustre Ecuador que te blasona; y ante ese lauro que su amor te abona, Ádel cisne el canto por la Patria sea!... Que ya por ley inexorable, Áoh vate! Áel tiempo vencedor tu frente abate!... M‡s tu Musa a la AmŽrica ilumina cual sol sin sombras que jam‡s declina; y Ðeterna- en los espacios de la Gloria, vibrar tu lira escuchar‡ la Historia. Al a–o siguiente, el 9 de diciembre de 1905, en el mismo Teatro Olmedo de Guayaquil, la homenajeada es Dolores Sucre, en una velada literaria y musical, organizada por miembros de la prensa y distinguidos literatos, que le obsequiar’an la ÒLira de OroÓ con la siguiente leyenda: ÒA Dolores Sucre. El pueblo de GuayaquilÓ. En esta magn’Þca velada, ella corresponde a los asistentes con un extenso poema de veinte y tres dŽcimas del cual hemos reproducido solamente la œltima estrofa (Sucre 1914:200): Mi gratitud Compatriotas!...no la lira que condecora mi pecho me da a la gloria derecho; mas mi musa no delira si os jura que en esta lira mi Patria con esplendor me paga deudas de amor al ver mi tumba cercana d— Ðal caer- dirŽ ma–ana: ÁSalve el Cielo al Ecuador! Dolores alberga en su coraz—n la amistosa y entra–able relaci—n que le prodigaba la familia Llona cada vez que ella viajaba a Lima, tanto as’ que le dedica al Poeta Numa, ÒPor el SonetoÓ (Sucre 1914:11) y ÒHomenaje a Numa P. LlonaÓ. Posteriormente y a ra’z de la muerte de Llona, Dolores escribe un poema en dos partes a Do–a Lastenia L. de Llona. Ella, como poetisa que es, agradecida corresponde con unas hermosas quintillas escritas en el dorso de un retrato suyo desde Arequipa y Dolores le da su respuesta en un verso de cuatro estrofa. Tal es la admiraci—n que por ellos siente, que dedica nuevos versos a Do–a Lastenia, una vez fallecidos ella y su esposo y los compara con personajes de la Divina Comedia de Dante. En 1865 se cre— la tarjeta postal en Europa, que fue un nuevo medio de comunicaci—n y que permiti— expresar ideas cortas y concretas, tambiŽn sentimientos de admiraci—n y afecto entre las personas; en el ‡lbum de tarjetas postales dedicadas a Zoila Ugarte guardadas por ella con mucho celo y cari–o, he podido encontrar estas dos que Dolores Sucre dirigi— a Zoila: Figura 3 Postal con texto de Dolores Sucre Fuente: Postal de Guayaquil, 1905 (Archivo de la autora) Desde la margen de mi patria r’o, Aplauso, amor y admiraci—n te env’o, En tanto con asombro te contemplo Que ediÞcando ‡ todos con tu ejemplo, Al impulso eÞcaz de tu albedr’o, Enseguida, subes de la gloria al templo. Dolores Sucre Guayaquil, 1905 Figura 4 Postal con texto de Dolores Sucre Fuente: Postal de Guayaquil, 1905 (Archivo de la autora) Bien haces Zoila! Si en el alma sientes Valor para cumplir altos designios, -Sin demandarles su concurso estŽril ‡ esos seres inœtiles por t’midos que, como yo infelices, pertenecen ‡ la inerme legi—n de los vencidos,.sigue tenaz, luchando por tu sexo, de redenci—n y gloria tu camino hasta que te proclame la justicia hero’na ejemplar del feminismo. Dolores Sucre Guayaquil, fro. de 1908 El contenido de las siguientes postales est‡n reproducidas en la recopilaci—n de ÒPoes’as por Dolores SucreÓ, libro de peque–o formato de m‡s de 200 p‡ginas publicado en Barcelona, en 1914, donde se compila la mayor’a de su obra dedicada a diferentes personajes y situaciones de la vida cotidiana (Sucre 1914:183). Figura 5 Fragmento [p. 1 y 5] de carta de Dolores Sucre Fuente: Archivo de la autora Barcelona, 1914 Para el ‡lbum de aut—grafos Obsequiado por sus numerosos admiradores a la distinguida Sra. Do–a Zoila Ugarte de Land’var Buscando la verdad desconocida, cada paso te da nueva victoria; y en tanto que la patria agradecida cuenta al mundo los timbres de tu historia, contemplas con el alma estremecida, -al pisar la ardua cumbre de la gloria- que un pedestal te erigen de laureles por tu buril, tu pluma y tus pinceles. En el anteriormente mencionado libro he encontrado la poes’a que sigue, enviada a una sobrina de Zoila, Mercedes Mar’a Niemes Ugarte que me he permitido reproducir tambiŽn (Sucre 1914:189). A Mercedes Niemes Ugarte En su ‡lbum. Quisiera, oh ni–a, para honrar tu nombre en tu precioso libro de recuerdos, grabar con h‡bil vigorosa mano tan grande y luminoso un pensamiento que deslumbrando tus fulgentes ojos como el rayo que cruza el Þrmamento, de admiraci—n un Áay! estremecida exhalaras del fondo de tu seno; que es profano ensalzar, bella Mercedes, en pobres rimas, con estultos versos, a quien colm— natura de favores con el aplauso y protecci—n del cielo! Dolores, no escatim— en guiar su poes’a tanto a la patria, al amor, a personajes importantes de la intelectualidad, a la mujer, a la madre, a sus amigos, como al hombre del pueblo. Podr’amos seguir nombrando cada t’tulo bien concebido de su poes’a referente a inÞnidad de personajes y situaciones cotidianas: una que mereci— elogios es ÒBeltr‡n el carpinteroÓ, larga poes’a que tiene 89 estrofas; a los Bomberos del Guayas, al pobre, a la escoba. En Þn, ella viv’a la realidad de su ciudad y lo expresaba poŽticamente. Entre otros documentos guardados, est‡ esta carta de pŽsame de Dolores Sucre a Zoila Ugarte de Land’var por el fallecimiento de su esposo el Coronel Julio Land’var Mor‡n, en diciembre de 1913 (Archivo familia Land’var). Guayaquil 7 de Enero de 1914 Se–ora Da. Zoila Ugarte de Land’var Quito Inolvidable querid’sima Zoila: Aunque la humanidad es ego’sta y cuando la abruman propios y acerbos dolores no comparte los ajenos, protesto a U. que la muerte de su esposo ha estremecido mi enfermo coraz—n. No pudiendo volar a estrechar en mis brazos a mi ilustre querid’sima amiga, fue mi primer impulso escribir largo, muy largo por m‡s que las cartas de duelo sean impertinentes y hayan ca’do en desuso. Hoy, bien lo sabe U. basta con una tarjeta que lleve a los dolientes una frase, m‡s o menos sincera, m‡s o menos banal. Pero entre nosotrasÉÉCrea U. Zoila que la quiero y la admiro como pocos podr‡n quererla y admirarla en el extenso c’rculo de sus relacionados. Pero es el caso ÁOh irrisiones del destino! Que mi enfermedad sigue y sigue. Cada d’a estoy m‡s convulsa: la par‡lisis se me vieneÉÉ.Que ser‡ de esta infeliz si mi existencia se prolonga. Todo se conspira contra m’!.. hasta los tinteros de la casa: unos blancos, otros vac’osÉ.hasta luego. Compro siempre la mejor tinta; pero hoy no hallo remedioÉ mis hermanas en la calle; y por eso me he valido de un paje que para continuar mi interrumpida carta me ha tra’do este adefesio. Dir‡ U. por quŽ tanta prisa?.... porquŽ s—lo por la ma–ana puedo escribir, cuando dejo atr‡s una noche menos tempestuosa que las de diarioÉ..Evito quejarme, no vaya la prensa a ocuparse de m’; pues ntros. peri—dicos circulan en Par’s; y ese desgraciado que vive Ðen una casa de salud con su hija-se ha llevado m‡s de un sustoÉÉ. No es, pues esta una carta s—lo de pŽsame por el inmenso infortunio de U: es una carta fraternal en la que van mis l‡grimas a unirse con las suyas. Su preciosa sobrina, la espiritual Sta. Niemes llam— por telŽfono Ðhace tres d’as para comunicarnos su viaje a Quito. La felicito Zoila m’a. Su hermana Mercedes es todo una matrona; y Merceditas? Éun primor. Me tiembla el pulso de modo inenarrable; m‡s lo repito con mi genial veracidad: me siento mucho mejor, y ya estoy haciendo el papel de una b‡rbara ingrata y no debo desperdiciar estos momentos. Desde la visita que hice a U. no he salido m‡s que una o dos veces. Jam‡s uso coche porque me estropea lastimosamente. Cu‡nto recuerdo la delicadeza con que Land’var me trajo!.... Los tranv’as son m‡s c—modos; pero no pasa ninguno por mi zagu‡n, y ha sido plena mi postraci—n. ÁQuŽ necia soy! Tiene la naturaleza energ’as latentes que surgen en ntro. ser: acaso as’ suceder‡É.y aœn me quedan algunos a–os de triste peregrinaci—n; pero Ðhoy por hoy- me siento tan mal que debo aprovechar la galvanizaci—n producida por el afecto que le profeso: pues he dicho: hoy por hoy para signiÞcar: en Žsta Žpoca del a–o, no en este d’a que me siento relativamente buena. ÀSabe U.?...La œltima vez que nos vimos quedŽ triste, muy triste!...Imaginaba que U. ya no me quer’a; y aœn estaba arrepentida de haber gastado en mi favor el f—sforo de su privilegiado cerebro. ÀQuŽ es de Jorge? Ðmi pŽsame, mis recuerdos, mis bendiciones!... Mis hermanas me encargaron desde que supimos la desgracia de U. mil y mil expresiones de profundo duelo. Tanto, tanto y tanto que quisiera conversar con U.!... Supongo que Lastenia sostendr‡ correspondencia con U. Pobrecita! Con un talento superior!... y tan desgraciada. Adi—s hermana m’a! No me olvide. Siempre he deseado viajar, pero principiando por una excursi—n por los Andes. Ya todo acab— y ni siquiera he conocido a esa hermosa Quito. Adi—s, adi—s! Dolores Sucre Una nueva carta de Dolores Sucre a Zoila en 1916, un a–o antes de su fallecimiento, nos da la pauta de que ellas mantuvieron su amistad indeleble desde que se conocieron. Imposible! No puedo escribirÉ est‡ Ud.!, s’ que el cielo la bendiga! La quiero con toda mi alma! ÀQuŽ desgracia nos persigue? Las cuentas de Lastenia son la expresi—n del martirio! Ya se lo he dicho: para no olvidar el derecho de entenderme con mis semejantes, voy a entrar a una escuela de analfabetosÉ. ÀPodr‡ U. descifrar mis garabatos?É.Imposible! Acaban de traerme la noticia de la muerte de Angelina Izquierdo, jovencita adorable, sobrina del gran CŽsar Borja. Mis hermanas la acompa–anÉ.y yo, palpando la soledad, con la emoci—n inenarrable del n‡ufrago en playa desiertaÉÉÉ Aœn puedo tenerme en piŽ, jugando mi existencia a cada pasoÉÉÉ Nunca he sido un prodigio en la equitaci—nÉ, pero ahoraÉ estoy en cuerda lisa, d‡ndole susto al modo. Recib’ su telegrama, gracias! Siempre culta y oportuna! He recibido tambiŽn un Þno saludo, desde Pasto de mi joven amigo Manuel Sotomayor L. saludo, despuŽs de acusarle recibo de su pmera. es todo un caballero en el mejor sentido de la palabra. Adi—s Zoila, necesito de su amor. Dolores. Cuando Dolores Sucre fallece en 1917, la ÒRevista FloraÓ recuerda en sus p‡ginas el art’culo de Zoila publicado ya en 1911, que transcribimos completo. Figura 8 Imagen de Dolores Sucre en el art’culo de la Revista Flora Fuente: Revista Flora N¼ 17 (1917). Se–orita Do–a Dolores Sucre L. Laureada Poetisa Guayaquile–a 1 Estas mal perge–adas l’neas que publicamos hoy, sintetizan el afecto y admiraci—n que sentimos por la Musa de los palmares, por la gentil poetisa, Se–orita Dolores Sucre. ÁPobre es la ofrenda! QuisiŽramos para ella algo digno de quien ha levantado tan alto el nombre de la mujer ecuatoriana. Desear’amos para la autora de ÒEl CarpinteroÓ una corona de laureles, hecha de diamantes deslumbradores como su genio; y si nos fuese dado contrariar las leyes de la naturaleza, dar’amos a su cuerpo la vida inmortal de su alma para que cante hoy y siempre a la Patria. Como esas agujas de granito, que atravesando las capas de la tierra, surgen a la superÞcie, donde Þrmes e inquebrantables brillan a la luz, resistiendo a los huracanes y a los embates de la tempestad sin conmoverse; as’ el genio, vence todas las resistencias, desaf’a la oposici—n sistem‡tica, desde–a los prejuicios y ostenta su originalidad, imponiŽndose con su grandeza. Dolores Sucre no s—lo tiene el mŽrito de su gran talento, sino el de haberlo cultivado en lucha abierta con legendarias preocupaciones, valla insuperable que s—lo franquean los valientes. Nacida en Žpoca en que la hostilidad sistem‡tica echaba mano sin consideraci—n ni reparo, de todos los medios que pod’a, para aniquilar a la mujer que pensaba, ella, erguida y noble, sabiendo cuanto val’a el tesoro de su inspiraci—n sigui— a pesar de todo y de todos, por la senda luminosa, pero cubierta de espinas y guijarros, que su invencible vocaci—n por la poes’a le se–alaba. Sola, sin apoyo, envuelta en tempestad cerrada, sin m‡s gu’a que su genio, lleg— por sus propios esfuerzos a donde no han llegado muchos hombres que tuvieron igual empe–o. Sus pies sangraban y ella segu’a adelante, con la fe de los iluminados, con la Þrme constancia de los hŽroes. De las doradas cuerdas de la lira, brotaron cantos hermosos, sublimes y Publicado en la Revista Flora (1917), Nœmero 17: Publicamos este magn’Þco art’culo, escrito hace algœn tiempo por la gran prosista nacional, Sra. D–a. Zoila Ugarte de Land’var, por ser casi una biograf’a de la poetisa fallecida. robustos como el bramido del viento, cuando se desencadena en las gargantas de nuestras monta–as, como el del mar cuando impetuoso y grande se encrespa, azotando las rocas que gimen y crujen al empuje de las olas. Hija de pr—ceres, hay en sus venas sangre heroica; he aqu’ porquŽ, cuando canta a la Patria, o canta ÒA SucreÓ, se enardece y halla pobres y poco expresivas las frases tiernas. Dolores Sucre, como Gertrudis G—mez de Avellaneda, ha comprobado que la mujer no s—lo sabe desesperar y llorar, sino que su alma encierra un diapas—n, que da todas las notas, desde la melanc—lica, que conmoviendo arranca l‡grimas, hasta la vigorosa que hizo mortal a Tirteo. Dolores no se inspira sino por rareza, en los temas fœtiles, que por lo comœn inspiran a los poetas y sobre todo a las poetisas. Sus concepciones son grandes como su alma, v’vidas de luz como su cerebro. Sus im‡genes brillantes, majestuosas, deslumbradoras, como el mar extenso, azulado, inÞnito, o como el cielo tachonado de mundos, en noche pl‡cida y tibia. Sus sonetos de corte cl‡sico, tienen la belleza proporcionada, casta y desnuda, de las estatuas griegas. Sus estrofas, magistralmente bellas, encierran la grandiosidad de un paisaje andino, con sus azules cordilleras, con sus siluetas enormes, con sus nevados blanqu’simos, que dora un sol de fuego. Dolores ha adivinado los rumores de las grandes cascadas, de los aludes de nieve cuando ruedan, de los astros cuando estallan y se desquician de sus —rbitas. La lira de nuestra Musa tiene una nota dulce, con la que siempre han resonado sus divinas cuerdas, es la de la amistad. Su alma delicada se revela en esa nota amante y tierna, ansiosa de nobles afectos, tesoro que es para ella, m‡s preciado que la gloria. De su coraz—n, que las duras vicisitudes de la vida, han repletado de hiel, deja escapar alguna vez acentos amargos, pero no increpa, no maldice su dura suerte; se resigna como grande, sigue su camino con paso Þrme de diosa, y con sus bellos ojos de vidente Þjos en el Ideal, avanza hacia la meta so–ada. La gloria que la seduce resplandece all’: ya esa gloria la nimba, la envuelve, la compenetra. Ya no es una mujer, es la Musa de la Patria, para la que hemos levantado un altar. Dolores Sucre hered— su egregio nombre, pero sus virtudes, su talento, su nobleza de alma, le pertenecen a ella sola: esas son ßores que ha cultivado por su propia mano. Hija de hŽroes, ha sido hero’na en las luchas de la vida, y como los buenos ciudadanos griegos, merece Òbien de la PatriaÓ. Pas— la noche, pas— la tempestad, fulge ya el d’a que ilumina esplendoroso el sol de la gloria: b‡–ela su luz, caliŽntese a sus rayos y siŽntese al hogar como una reina. Si el alma, si el cerebro, el coraz—n y la honradez valen algo, Dolores Sucre lo merece todo. Para ella hemos tejido sus compatriotas, coronas apol’neas y hemos alfombrado el suelo de laureles; ella es la sacerdotisa inspirada, due–a del santuario al que acudimos reverentes, para escuchar de sus labios el or‡culo divino. La mujer ecuatoriana, de imaginaci—n tan poŽtica, siempre ha ocupado puesto distinguido en la literatura patria, con representantes como Dolores Veintimilla de Galindo, çngela Caama–o de Vivero, Rita Lecumberry, çngela P. Carbo de Maldonado, Carolina Febres Cordero de ArŽvalo, Marieta de Veintimilla, Mar’a Piedad Castillo, la dulc’sima Mercedes G. de Moscoso, la incomparable Dolores Sucre y otras. Este coro de Musas, es digno de hombrearse con la falange en que forman, Olmedo, Llona, V‡zquez, Cordero, Ar’zagas, Crespo Toral, Gonz‡lez, Juan Le—n Mera, Gallegos, Moreno, Matovelle y tantos otros hijos de Apolo como tiene el Ecuador. Roma laureo a Corina, vencedora tres veces de P’ndaro, en su grado Capitolio, Grecia llam— al siglo de Pericles, el siglo de Aspasia; y ningœn otro imperio de la tierra ha sido m‡s poderoso que Roma, ni m‡s noble que Grecia; y en Roma y Grecia dieron culto a la mujer, que fue admitida en el tempo venerado, en la palestra de los juegos pœblicos, en los concursos art’sticos y literarios, donde no pocas veces, gan— el lauro del triunfo. Nosotros hacemos lo mismo, y orgullosos de nuestras poetisas, las levantamos sobre un pedestal de afectos, de honores y de homenajes, para que las admire el mundo. Dolores Sucre es ‡guila caudal de nuestras patrias letras. Para ella las coronas de laurel, los ramos frescos, los albos lirios y las azucenas blancas entre las que encontrar‡ tambiŽn ßores silvestres como Žsta, pero cuyo agreste perfume le lleva nuestra admiraci—n y afecto. Zoila Ugarte de Land’var Quito, Noviembre de 1911 4. Conclusiones A travŽs de los documentos presentados, se puede avisorar los perÞles intelectuales y afectivos de dos poetisas reconocidas del Ecuador de tal manera que se humanizan estos personajes m‡s all‡ del reconocimiento que, como Þguras pœblicas e intelectuales de la Žpoca han tenido. Amerita recordar que Dolores Sucre y Zoila Ugarte fueron cr’ticas de una visi—n elitista de la cultura, promoviendo al contrario que la misma est‡ al alcance de todos. Referencias Bibliogr‡Þcas Archivo Familia Land’var. Cartas 1914, 1916 y Postales 1905, 1908. PŽrez R. (2001). Diccionario Biogr‡Þco del Ecuador, Tomo 4 406- 411. Segunda Edici—n. Universidad de Guayaquil. Revista Flora (1917), No. 17, Quito. Sucre D. (1914) Poes’as por Dolores Sucre, Barcelona: Imprenta Elzeviriana-Borr‡s.