Sarance 46 (2021), publicación bianual, período junio - noviembre, pp 173 - 194. ISSN: 1390-9207 ISSNE: e-2661-6718. Fecha de recepción 23/03/2021; fecha de aceptación: 20/04/2021 DOI: 10.51306/ioasarance.046.08 Los Ramírez de Izcuandé, la movilidad social y su vitalidad poética familiar en Esmeraldas Esmeraldaspi Izcuandemanta Ramirez ayllukuna, imashalla kan paykunapa movilidad social shinallata kawsaklla arawikunapash The Ramírez family from Izcuandé, social mobility and their familiar poetic vitality in Esmeraldas Bing Nevárez Mendoza bingnevarezmendoza@gmail.com ORCID: 0009-0000-7329-6605 Academia Nacional de Historia (Quito-Ecuador) .......................................................................................................................................... Resumen El autor desarrolla un análisis biográfico y bibliográfico de ocho miembros de la familia Ramírez de la localidad de Izcuandé, provincia de Esmeraldas, zona transfronteriza del Ecuador en la cual han tenido lugar intensos movimientos migratorios. Para el autor, enfatizar en los aportes culturales y sociales que han tenido estas figuras locales permite disputar el relato de la migración entendida como crisis y, por el contrario, posicionar la idea de que los movimientos poblacionales que dieron origen, entre otras, a la familia de los Ramírez, es fuente de enriquecimiento social y cultural. Venidos de Colombia, los Ramírez han hecho significativos aportes tanto en la literatura y el arte como en la puesta en marcha y fortalecimiento de la estructura educativa de la zona, cuya relevancia trasciende el espacio local. Palabras clave: Ramírez; Izcuandé; literatura y arte esmeraldeños; Esmeraldas. .......................................................................................................................................... Tukuyshuk Kay killkayta rurakka Ecuador mamallaktapa chinchaysuyumanmi rin, chaypimi Esmeraldas markapi, Izcaunde llaktamanta pusak mashikunamanta riman. Paykunami Ramirez shuti ayllupurakuna kan. Paykunatami akllashpa shuk shinchi yuyarita ruran. Kay yuyarikunataka paykunapa kawsaykillkaypi kimirishpa shinallata kamukunapipash rikushpami tantachishka kan. Izcuandé llaktapika tawka runakunami kayman chayman purikkuna kashpa riksirishka kan. Shinallata kay migracionkunaka achkatami kawsaytallata, wankurikawsaykunatapash shinchiyachin. Chaymantami, kay killkaypika kuyurishkakunata allikachin. Ramirez ayllukuna ayllulaktakunapi imashalla kuyurimushkakunaka ninan allimi kashka kawsayta, wankurikawsaytapash hatunyachinkapak nin. Paykunaka Colombia mamallaktamantami shamushka. Kayman chayamushpaka achkatami rimayyachaypi, sumak ruraypi, yachachiykunapi sinchiyarichun yanapashka. Shinami mana paykunapalla kawsak llaktapilla shinchiyachishkachu ashtawankarin shukkunapipashmi shinchiyachishka. Sinchilla shimikuna: Ramírez; Izcuandé; rimayyachay; sumak ruray Esmeraldasmanta runakuna; Esmeraldas marka. .......................................................................................................................................... Abstract The author develops a biographical and bibliographic analysis of eight members of the Ramírez family from the town of Izcuandé, Esmeraldas province, a border area of Ecuador where intense migratory movements have taken place. For the author, emphasizing the cultural and social contributions that these local figures have had allows us to dispute the story of migration understood as a crisis and, on the contrary, to posit the idea that the population movements that gave rise, among others, to the Ramírez family, is a source of social and cultural enrichment. Coming from Colombia, the Ramírez family have made significant contributions both to literature and art and to the implementation and strengthening of the educational structure of the area, whose relevance transcends the locality. Keywords: Ramírez; Izcuandé; literature and art from Esmeraldas; Esmeraldas. 1. Antecedentes El análisis del tema de la movilidad social como un aporte histórico de importancia determinante está de moda en todo el mundo, sobre todo por su impacto socio-económico que, en ocasiones, llega hasta el extremo de interferir las políticas públicas aun sin ser un propósito predeterminado. Empero, su presencia e influencia ha existido siempre, obviamente de manera muy particular entre las poblaciones fronterizas. Lily Balloffet -especializada en el flujo entre América Latina y Medio Oriente, y profesora de historia en la Western Carolina University- ha manifestado en una charla en el Instituto de Historia Antigua Oriental de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en este año 2017, que la migración, como un fenómeno de influencia mutua entre el lugar de origen y el lugar de destino, no es algo nuevo como consecuencia del avance tecnológico. Es, de hecho, algo antiguo reflejado en la transferencia de ideas, políticas y bienes capitales, etc. a distintos lugares del mundo. Los medios (de prensa) tratan a la migración contemporánea como si fuera un fenómeno exclusivo del siglo XXI, y lo tratan como!crisis sugiriendo al interlocutor una situación excepcional, cuando en realidad las migraciones son parte de la historia de la humanidad. Hoy, la inmigración se ubica alrededor del 3% de la población mundial, bien por debajo del 12% registrado al final del siglo XIX. Deviene entonces necesario tener una perspectiva respecto de la realidad migratoria y la trashumancia en la historia, para poder ver a la condición humana sobre la base de la movilidad. Y abandonar la visión de!crisis!impuesta actualmente a la migración. Vamos a conocer un caso concreto de esta importancia migratoria en el campo de cultura en general y de la literatura en particular, que ha dejado no solamente una impronta genética de suma importancia que aún se mantiene, sino que también coadyuvó al arranque de la dinámica cultural colectiva de una provincia entera, más allá de las fronteras familiares. Se trata de la gens Ramírez de Izcuandé, que ha plantado largas y profundas raíces en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas. Primero, en el cantón norteño de San Lorenzo; y luego, en la capital provincial. Esta interesante zaga no debe -entonces- permanecer ignota. Por razones de espacio sólo hemos considerado ocho famosos exponentes de esta familia, que sin duda posee algunos más, y que continúan prolongando su magnífica vena literaria y artística en las generaciones más jóvenes. 2. La génesis familiar El tronco de esta familia excepcional fue Numa Pompilio Ramírez Reina, quien por su calidad de teniente coronel del ejército liberal de Colombia en la Guerra de los Mil Días debió migrar a Esmeraldas, república del Ecuador, en 1903 para salvar su vida y la de su familia. Entró por Limones y finalmente radicó en San Lorenzo. Pero nuestro personaje ya había estado antes en la provincia verde. Su padre, el bugueño Manuel María Ramírez, fue hombre de letras y gobernador de Izcuandé, que entonces era capital de provincia. En la guerra civil de 1860 tuvo que huir con su esposa Rosalía Reina -llevando consigo a Numa Pompilio de 6 años-y esconderse en Rioverde por un tiempo, población que en la época era refugio de casi todos los colombianos, especialmente de Izcuandé. Allí le nació su hija María del Carmen, posteriormente madre de Ramón y Segundo Chiriboga Ramírez, este último padre de Jorge Chiriboga Guerrero (que llegaría a ser Alcalde, Prefecto y Diputado por Esmeraldas) y de Argentina Chiriboga Guerrero, notable poeta y novelista ecuatoriana, actualmente viuda del gran Nelson Estupiñán Bass. Regresado a Barbacoas, dejó allí a Numa Pompilio en casa del Dr. Félix Gonzáles Rubio para iniciar sus estudios en la secundaria de Nicolás Balcázar G, renombrado poeta payanés que escribió la popular comedia El puñal del seductor y continuó hasta Izcuandé, donde llevó por muchos años las cuentas del popular avaro Agustín Olaya, personaje lleno de muchas leyendas. Y cuando su hijo Numa Pompilio va a buscarlo, ya había fallecido. Entonces se casa con Lorenza Castrillón Gonzáles, de origen payanés, de familia acomodada y heredera de muchos bienes, aún de la isla Gorgona, situada a 21 millas de la costa. Estos bienes fueron arrebatados después de la Guerra de los Mil Días por la familia D’ Croz, de origen alemán y emparentados con los Ramírez, por estar en bandos opuestos de la contienda. Izcuandé tenía una población religiosa por antonomasia y, por tanto, conservadora; los únicos liberales eran los hermanos de padre Numa Pompilio Ramírez Reina y Ramón Ramírez Escandón, con sus respectivas familias. Los padres de doña Lorenza Castrillón Gonzáles fueron Lorenzo Castrillón y Cruz Gonzáles Portocarrero, de posición económica solvente con su plantación de caña de azúcar y cría de ganado. Por el lado de Portocarrero, también figuran destacadas personalidades en la historia esmeraldeña (Cúlter, 1947). Numa Pompilio entró en la guerra en 1900 con el grado de capitán por insinuación de Eliecer Góngora, famoso jefe liberal que murió en batalla en el puerto de Tumaco. En las refriegas, uno de los liberales también presentes fue Fernando Rueda, padre de Tomás Rueda Chaux, quien fuera Presidente de la Casa de la Cultura de Esmeraldas, rector del colegio Normalista Luis Vargas Torres y director del diario La Hora de Esmeraldas por muchos años. Esta guerra quebró la economía de un pueblo trabajador como el colombiano y motivó la expatriación hacia Ecuador, Panamá y Perú de muchos personajes importantes. Valga anotar que en esa época la casi totalidad de pobladores de Izcuandé eran blancos, cultos y los libros circulaban con profusión. Triunfantes los conservadores, vino la retaliación. Numa Pompilio fue apresado y engrillado en Izcuandé para ser llevado a El Charco, que era cabecera del distrito. Por intervención de sus amigos logró fugar, para escapar hacia Esmeraldas, como habíamos adelantado. Uno de estos amigos fue un hermano de padre de Rafael Lemos, de nutrida descendencia también en la provincia de Esmeraldas (Cúlter, 1947). A estas alturas del partido, deviene notorio que tanto Izcuandé como Esmeraldas tuvieron también su espacio Macondiano, por la profusión de parientes que hemos ido encontrando. Fueron sus hijos: a) Pompilio Ramírez Castrillón (falleció con 91 años), b) Elio Ramírez Castrillón (falleció con 93 años), c) Carmen Ramírez Castrillón (falleció con 70 años), d) Emiliana Ramírez Castrillón (falleció con 80 años), e) Octavina Ramírez Castrillón (falleció con 76 años), f) Arcelio Ramírez Castrillón (falleció con 95 años), g) Otilio Ramírez Reina (falleció con 51 años), h) Narcilo Ramírez Zambrano y i) Ercilia Ramírez Zambrano (Cúlter, 1947, p. 4). 3. Elio Ramírez Castrillón (Izcuandé, 18/diciembre/1890 – Esmeraldas, 01/marzo/1983) Nacido en las playas de Boquerones, distrito de Izcuandé, es el primero de la trilogía Ramírez de la primera generación en Esmeraldas. Llegó con la familia a finales de noviembre de 1904, un año después que el padre. Destacó como periodista, poeta y también tuvo algo de músico. Dentro de la primera actividad, merece destacarse que en 1924 trajo una imprenta y con ella fundó el periódico El Pailón, el primero del cantón San Lorenzo. Ese mismo año funda, con Plutarco Latorre y su hermano Arcelio Ramírez, el semanario Briznas. Dos años después funda en Limones otro periódico llamado El Tití. Dentro de la segunda actividad, es el autor de la letra y música del largo poema cuyo fragmento presentamos en este trabajo, el único que su familia ha logrado conservar (Ramírez de Lemos en Ramírez Castrillón, s/f, pp. 117-118).El resto de su producción se ha extraviado y -como de tantos otros exponentes de la literatura esmeraldeña de antaño- amerita su rescate recurriendo a una labor de zapa con los antiguos periódicos locales, cantonales y de otras provincias que hoy están fuera de circulación. Canto a San Lorenzo (Fragmento) San Lorenzo, puerto hermoso, puerto por naturaleza, tus bahías y tus playas son un himno de belleza. ......................................... San Lorenzo, joya mía, tú que ostentas tu verdura sin rival San Lorenzo, algún día quiera el cielo seas orgullo nacional. .................................... Tus confines parroquiales de norte a sur agua y selva el Oriente oro revela y el Occidente cocales. San Lorenzo, generoso, con tu bondad nacional San Lorenzo, costa y sierra tú te brindas en abrazo fraternal. Colaboró en el periódico La Carcajada de Guayaquil, formó el Movimiento Pro-ferrocarril Ibarra-San Lorenzo con su hermano Arcelio, fue gestor de la cantonización junto con su hijo el Dr. Jorge Ramírez Solís y fue quien propuso el nombre de San Lorenzo del Pailón por ser su nombre originario (Ramírez Solís, 2007, pp. 48-49) Fueron sus hijos: Aída, Elio, Erasmo, Otomie, Ruth, Benito, Bolívar, Omar, Jorge, Parmenio, Dalila, Carmen y Emma. 4. José Otilio Ramírez Reina (Izcuandé, 21/mayo/1895 – Tumaco, 02/junio/1944) Llegó a Esmeraldas con su madre, María Luisa Reina, a los 3 meses de nacido y realizó la primaria en la escuela Juan Montalvo. Hermano paterno de Arcelio (que veremos a continuación) y de Elio Ramírez Castrillón (que acabamos de presentar), viajó a San Lorenzo a los 11 años para conocer a su padre, que se había radicado allí con su familia de matrimonio, donde siempre fue bien recibido y forjó una gran relación con ellos merced a su calidad humana, que lo impelía a una gran generosidad con los más desposeídos. Luego de un fugaz paso como subteniente en la guerrilla de Carlos Concha trabajó por Muisne en 1914 en actividades comerciales, luego en Esmeraldas y para 1917 en San Lorenzo. Pasó de profesor a Concepción en 1920, al año siguiente estuvo en la escuela de Tachina y optó por la nacionalidad ecuatoriana. De nuevo en Esmeraldas para 1924, se integró al grupo del periódico El Iniciador fundado por el normalista y agrónomo Carlos Manuel Bastidas Aguirre, de grata recordación en la historia de la educación pública en Esmeraldas, realizando artículos, sonetos y epigramas. Pero Bastidas tuvo que esconderse en Tumaco al correr peligro su vida a causa de la actividad periodística. Y es que una vez terminada la guerra de Carlos Concha, a pesar de quedar devastada la economía provincial y dividida radicalmente –en términos de simpatías políticas partidistas- su población, produjo retaliaciones políticas por parte de los gobiernos centrales sobre la provincia durante las dos décadas siguientes. Ello aparejó el surgimiento de una generación de periodistas e intelectuales combativos, que dieron cara al desgobierno y abusos de autoridades foráneas que eran enviadas ex profeso a Esmeraldas con tal fin. En 1926, se produce el levantamiento de Roberto Luis Cervantes y José Otilio Ramírez escribía en el semanario Bandera Roja de Carlos Enrique Portés. Para 1929, José Otilio Ramírez se unió a Gustavo Becerra Ortiz que sacó el semanario El Correo en defensa de los intereses de la provincia, usando el seudónimo de Corresponsal Instantáneo. Al año siguiente fue deportado a Panamá, conjuntamente con Juan Antonio Checa Drouet, Carlos Enrique Portés y Arcesio Ortiz Estupiñán, por orden del repudiado intendente de policía Eugenio de Janón Alcívar. Ya de regreso, cuando, en mayo de 1932, el comandante Hermógenes Cortés hirió con arma blanca a Gustavo Becerra Ortiz en las escaleras de la gobernación, José Otilio Ramírez pasó a ejercer la dirección del emblemático semanario El Correo hasta el 11 de Julio en que salió el último número y cesó dicha publicación, que marcó toda una época en la historia provincial. Con el mismo seudónimo de Martín Gálvez que lo hizo famoso, seguiría escribiendo en otras publicaciones como El Esperpento, de carácter satírico combativo, y en El Machete de orientación marxista, a raíz de la visita a Esmeraldas del Dr. Ricardo Paredes Romero, quien creó la primera célula comunista de la provincia verde (Pérez, s/f). El historiador Rodolfo Pérez recuerda algunas genialidades de su pluma que vale la pena consignar aquí, a propósito de época tan difícil y peligrosa. Así, ante una orden para la recolección de animales: A todos los animales que transitan libremente ha ordenado el Intendente detenerlos en corrales. Aquí, entre nuestros males si se sacan quedaría esta población vacía ¡Hay tantos irracionales! Cuando la Sociedad Obrera de Esmeraldas dirigió una comunicación al líder conservador Jacinto Jijón y Caamaño, pidiéndole una ayuda institucional, se les burló con la sátira Nuestros obreros Nuestra obrera institución, entre su misión valiente se ha dirigido imprudente a don Jacinto Jijón. Y él tendrá buena ocasión que en vez de giros bancarios remesará escapularios y ostias para comunión. Para el año 1933 dirigió la escuela de Tachina. Para 1934 la de Borbón. Para 1935 la de Horqueta. Luego viajó a Tumbaco, con beca para seguir un curso como maestro de educación primaria conjuntamente con Luis Balanzátegui, Demetrio Méndez, Daniel Solís, Arcesio Ortiz Estupiñán, Tránsito Prado de García y Lilian Martínez. En la revista Marimba de noviembre del mismo año salió su poema de protesta, que luego fue traducido al ruso: Demolición (Fragmento) Compañero proletario que por tu vivir te afanas y por tu trabajo ganas un miserable salario; este canto es emisario que anuncia tu redención, la primera admonición de la protesta que estalla derrumbando la muralla de la maldita opresión. Campesino tú el paciente que enriqueces gamonales no aumentes más los caudales de la burguesía insolente; Que tu brazo prepotente se convierta en un ariete; que el filo de tu machete elimine aquel verdugo que por mísero mendrugo a esclavitud te somete. Muchas de sus composiciones se publicaron en los semanarios “Plus Ultra” y “El Fusil” de Guayaquil, de donde deberán ser rescatadas, pues Nelson Estupiñán Bass testimonia que como poeta vernacular dejó una vasta producción lírica con la que el notable declamador Eugenio Montes hizo roncha en su época. También dejo una obra denominada Canciones Escolares. José Otilio Ramírez lideró el primer paro organizado que se realizó en la provincia: el de los madereros de la zona norte, en contra de los dueños de los aserraderos que no pagaban en dinero sino mediante vales, con los perjuicios que son de colegir. Para ello contó con la colaboración de Arcesio Ortiz Estupiñán, el agrónomo Perlaza, Horacio Drouet Calderón, Armando Ortiz Posso y Silvia Aparicio de Estupiñán. El éxito de tal medida terminó con la injusta situación, pero quedó estigmatizado como comunista peligroso, de tal manera que el gobierno de Federico Páez ordenó su captura. Debieron escapar por el río Cayapas al recinto Pichiyacu, donde vivieron con los naturales durante algunas semanas. En 1938 fue designado Juan Antonio Checa Drouet como Director Provincial de Educación y lo reincorporó al magisterio como director de la escuela Mariscal Sucre de San Lorenzo; pero en 1941 fue cancelado por el gobierno de Carlos Arroyo del Río por su filiación política. Decidió radicar con su familia en Tumaco y organizó a los campesinos de Chilbí, creó la Cooperativa del gremio de ferrocarrileros, dirigió una escuela popular y fue miembro de la Sociedad de Mejoras. Se granjeó así el aprecio de la comunidad y amistó con las personalidades locales como el Dr. Manuel Benítez y Antonio Ricaurte, representante al Congreso Nacional colombiano. Una apendicitis aguda operada muy tardíamente le resultó fatal, aún sin llegar a los 50 años. En Tumaco se le tributó un gran homenaje. Luego la gobernación de Esmeraldas y el colegio 5 de Agosto emitieron también acuerdos de condolencia. Y su hermano Arcelio escribió su biografía titulada Una vida al servicio de las masas (Ojeda, 1939, p. 106). 5. Arcelio Ramírez Castrillon (Izcuandé, 18/agosto/1896 – Esmeraldas, 03/junio/1992) Desde los ocho años, en San Lorenzo del Pailón, ya declamaba y actuaba en representaciones escolares. Realizó la primaria en la escuela Bolívar de San Lorenzo con el afamado educador Elías Clavijo. Con sólo doce años, en la playa y frente al mar, compuso su primer verso. En 1914 estuvo en la Escuela Superior Pedagógica de Tumaco e hizo sus pininos periodísticos en el semanario El Camarada. En 1916 fue a Bogotá como alumno de la Escuela Nacional de Comercio dirigida por el alemán Guillermo Viekman, ex-director del Observatorio Astronómico de Quito. A fines de 1919 se graduó de bachiller en ciencias comerciales y regresó a San Lorenzo. Luego pasó a trabajar en la ciudad de Esmeraldas. El 5 de agosto de 1921, primer centenario del grito de independencia de Rioverde que se celebró con un año de retraso, se inauguró el desaparecido y hermoso Teatro Municipal Madrid de la ciudad de Esmeraldas con la obra en verso titulada La Esposa del Vengador, del dramaturgo español José de Echegaray, y en ella actuó con Carlos Manuel Bastidas, Antonio Morán, Pedro Enrique Mosquera, Pedro Pablo Calderón Pimentel, Antonio Alvarado, Gelma Villacrés y Victoria Figueroa. Empezó a frecuentar el grupo de intelectuales que dirigía el coronel Rafael Palacios Portocarrero los días sábados por la noche, en el salón Chimborazo, para prestarse, leer y comentar libros (Pérez, s/f). También amistó con Alberto Campaín Pimentel, Luis Balanzátegui Vásquez y Tácito Ortiz Urriola. En 1922 publicó versos en el periódico humorístico llamado Esmeraldas Cómico y colaboró en Claridad. También fue parte de la Sociedad Bohemia que, dirigida por Pedro Pablo Calderón, realizó gran actividad teatral entre 1922-1928. Se trasladó a trabajar en Guayaquil, colaborando en el periódico obrero El Cacahuero y publicó la revista literaria quincenal Horizontes. Volvió a Esmeraldas en 1924, realizó caricaturas de gran éxito combinadas con graciosos versos en los semanarios locales. Trabajando temporalmente para Casa Tagua en el pueblito de Concepción, a orillas del río Santiago, su hermano Elio llevó una imprenta para editar el semanario Briznas con Plutarco Latorre. En 1926 escribió la novela corta y los cuentos que aparecen en su libro de relatos La Fuerza del destino, que recién se imprimió en 1965, así como su primer poemario Rincón de Selva con cantos dedicados a la naturaleza y a la montaña (tres ediciones: 1930, 80 y 81). Como en 1931 Casa Tagua cerró sus negocios, regresó a San Lorenzo para trabajar en la compañía Ecuador Land. Esta primera obra poética es una verdadera joya literaria. No hay detalle de la selva al cual no le cante el poeta, delatando así su originalidad: la palmera de tagua, el guadual, el alba, los loros, el cedro, el mediodía, el colibrí, las florecillas, el crepúsculo, el diostedé, la canoa, la isla, la noche, la inundación, el venado, la pesca, la montaña, la fiesta de San Antonio, etc. No en balde ese gran intelectual que fue Francisco Huerta Rendón ha dicho que este primer poemario bien podría llamarse Rincón del Alma. Deleitémonos con el soneto dedicado a los árboles, con la tala hiriendo la tierra para construir el camino de Concepción a Ibarra, que el poeta deplora en delicados versos: Con el fragor que lanza una refriega de montes, huracanes y océanos, ¿qué extraño ruido retemblando llega atada a nuestra simiente, hermanos? ¿Qué voz potente en el espacio brega? ¿Qué lucha inmensa libran los arcanos de nuestra vasta soledad que entrega atada a nuestra madre, pies y manos? ¡Oh, nuestra hermosa selva, gime y llora! Y al despertar al paso de la aurora no escucha ya del diostedé su canto… ni la tímida flor abre su aroma… y displicente su pupila asoma ¡el rubio sol que la besara tanto! En 1933 escribió el poemario Estampas Marinas, lo editó ese mismo año en la imprenta del periódico El Globo de Bahía de Caráquez y tiene otra edición más. En 1934 los poemarios Caracoles Románticos (estampas de su adolescencia escritas en 1916) y Alcázar de los sueños. En 1937 las tierras de la Ecuador Land revertieron al patrimonio nacional, la compañía cerró sus puertas y estuvo de nuevo en Esmeraldas entre 1938-1942; aquí estrenó en el Teatro Municipal Madrid su exitosa comedia titulada De que los hay, los hay. De un largo poema en 6 partes, sólo una de ellas, el tercer soneto, nos permitirá sentir la fuerza expresiva y descriptiva de Arcelio Ramírez cuando narra el inicio y la cúspide de una tormenta en el mar: Tempestad (de Estampas Marinas) Sigue el fragor de la tormenta ruda, y la sierpe del viento da silbidos que hacen dejar a la conciencia muda y el corazón suspenso en sus latidos. En loca batahola el firmamento se debate fantástico y sombrío; la lluvia en su torrente, es juramento de un desbocado y proceloso río. La noche avanza. En dantesca visión de furibundos tigres en pelea dan las olas del mar gritos profundos… ¡Y en un instante la tétrica extensión -a la crispante luz de infernal tea- semeja el cataclismo de los mundos! En 1942 fue comerciante en Borbón y al año siguiente escribió comedias que fueron representadas, tales como Alas rotas y Un médico como hay muchos. En 1944 editó El Hijo Pródigo y también Banano. Con Luis A. Ruiz fundó una escuela gratuita para la parcialidad cayapa de ese cantón y escribió Lapislázuli, con ensayos sobre temas filosóficos comunes (editada recién en 1988 en Esmeraldas). También apoyó una escuela de alfabetización de adultos y trabajó de profesor, organizó el Centro Cultural Esfuerzo donde ofreció veladas en beneficio de los damnificados del terremoto de 1949 en Ambato. Escribió Romance del Recuerdo y La elegía al camino sin retorno, y tentó la literatura popular en Los Pelacaras y en El Riviel, la poesía a la negritud y a la parcialidad cayapa. En 1951 regresó a Esmeraldas, comenzó a pintar al óleo y a escribir en la revista Tierra Verde de la Casa de la Cultura local, de la que ya era Miembro. Fue profesor de los colegios 5 de Agosto, Eloy Alfaro y Nocturno Esmeraldas. En 1955 arribó a Esmeraldas el poeta Armando Torregrosa, con quien amistó. Un día, se encontró por allí con Arcelio a quien entregó un poema dedicado, que por las mismas fue contestado; y como lo pasaron a Nelson Estupiñán Bass, éste también lo glosó. Los tres poemas motivaron otra conferencia de Torregrosa en el Teatro Municipal. Ese mismo año realizó su primera exposición pictórica. En 1957 el Consejo Provincial le entregó Medalla de Oro por su producción literaria. En 1959 actuó por primera ocasión como jurado del Concurso Nacional de Poesía del diario El Universo de Guayaquil, dignidad que volvió a ostentar cuatro veces más en los años 1972, 1978, 1980 y 1988. En 1964 editó Vargas Torres, con poesía y llevó a efecto su segunda exposición pictórica. En 1965 publicó La fuerza del destino con una novela corta y varios relatos. En 1970 fue su tercera exposición de óleos. Para este mismo año el historiador Rodolfo Pérez nos obsequia una sabrosa anécdota: Nelson Estupiñán Bass le pidió que prologara su libro El Desempate con cuatro décimas, pero Arcelio entendió cuarenta, y como eran muchas para un prólogo las debió publicar aparte. He aquí algo de ello: Ante el desempate (Fragmento) Que vengan de Venezuela Canta Claro y sus colegas a presenciar estas bregas si son jinetes de espuela. que venga la misma abuela de los más recios actores que se disputan honores de subir al alto cerro donde se halla Martín Fierro ¡como el rey de los cantores! Que vengan de todas partes de la raza americana que aquí la tierra es lozana en los quehaceres del arte. Aquí no es parcela aparte, ni el corazón es difunto, pues todo se pone a punto, ”y el vate es del vate hermano” cuando se alarga una mano y se prende el contrapunto. Para 1974 y 1976 realizó su cuarta y quinta exposiciones. Se jubiló como maestro en 1981 y fue condecorado por el Ministerio de Educación. En 1882 salió su libro Una vida al servicio de las masas, con notas biográficas y poesías de su hermano José Otilio Ramírez Reina. En 1986 publicó Camino del romance en tierra verde. En 1987 el Municipio de Esmeraldas le otorgó Medalla al Mérito Literario e hizo similar el consulado colombiano. En 1988 escribió Porfirio Barba Jacob, alto poeta de América y el mundo incluyendo biografía y antología que no está publicada. Fue corresponsal de numerosos periódicos de Quito, Guayaquil, Ibarra, Manabí y mantuvo un programa radial en La voz de Esmeraldas. Diferentes críticos extranjeros han vertido elogiosos comentarios sobre su obra, tal los casos de Augusto Malaret, José Recamier, Ernesto Juan Fonfrías, Eduardo Posada y Gastón Figueira, entre otros. De entre los nacionales, reconocidos intelectuales como Justino Cornejo, Ángel Isaac Chiriboga, Misael Acosta Solís, Remigio Romero y Cordero lo honraron con su amistad y admiraron sus versos (11). El abanico de sus inquietudes abarcó desde la poesía hasta la pintura al óleo, pasando por el relato, la novela, el ensayo, las obras para teatro, la arqueología y la caricatura. Fue un gran sonetista que, manteniendo la métrica, se da el lujo de combinar las rimas, en líneas continuadas o alternas, como si se tratase de un entretenimiento para su ingenio lírico. Fue un creador nato. El corazón fue su brújula y el asombro su bandera. Los primeros poetas esmeraldeños que conocemos documentadamente son Antonio Alomía Llori, el coronel Rafael Palacios Portocarrero y, luego, Benigno Checa Drouet. Sin embargo, fue Arcelio Ramírez Castrillón el único espejo local en el que pudieron mirarse esa gran pléyade de poetas que la generación siguiente arrojó sobre las anchas playas de la literatura esmeraldeña, toda vez que a Palacios poco o casi nada se lo ha conocido por el escaso afán investigativo local y tanto Alomía Llori como Checa Drouet realizaron su labor fuera de las fronteras provinciales. Precisamente, uno de los valiosos trabajos inéditos de nuestro biografiado es sobre Rafael Palacios Portocarrero y su poesía. Así pues, Arcelio Ramírez Castrillón es la historia misma de la provincia que, de su mano, va iniciándose por el sendero variopinto de la creación artística y cultural (Mendoza, 2019). Y es poeta desde 1922 (Arcelio tenía 26 años, Nelson Estupiñán 10 y Adalberto Ortiz 8), porque para esa fecha ya tenía terminada su primera obra, Caracoles Románticos. Si su publicación tardó hasta 1934, si inclusive le tocó esperar que se le adelanten Rincón de Selva en 1930 y Estampas Marinas en 1933, eso ya es otra cosa. Nelson Estupiñán Bass, confesión de por medio, dictó sobre él esta sentencia: es columna de bronce, gloria de la ecuatorianidad, pues en nuestra tierra produjo todo lo que irradiaba su frondosa vitalidad…Para mí fue Maestro y sigue siéndolo. Antes de que yo escribiera libros, en mi pubertad, cuando no sabía ni qué era la poesía, me fascinaba la musicalidad de sus versos, que, al leerlos, me parecían pentagramas que estuvieran cantando. Así pues, Arcelio Ramírez Castrillón es el gran poeta de la selva americana y tiene aún a su haber sin publicar: 􀀼 Ocho poemarios titulados: Guasá, cununo y marimba – Selección antológica – Poesía infantil. Rondas y coplas – Tríptico literario y algo más – Mosaico literario – Homenajes y poemas del recuerdo – Clarines de Indo-América – Litoral Pacífico colombiano 􀀼 Tres obras de teatro tituladas: Alas rotas -De que los hay, los hay -Por favor ¿quién soy yo? 􀀼 Seis ensayos: Marimba -Leyendas y consejos de 2 pueblos hermanos - Porfirio Barba Jacob, alto poeta de América y el mundo -Indudablemente cayapa -Rafael Palacios, biografía y antología -San Lorenzo en la historia 􀀼 Un libro de relatos: Madre, el espíritu manda 􀀼 Una novela: La novela olvidada 6. Mireya Ramírez Paredes de Morejón (San Lorenzo, 04/diciembre/1932 – Esmeraldas, 17/mayo/2007) Hija de Arcelio Ramírez Castrillón y Carmen Herlinda Paredes Gámez, realizó sus estudios primarios en la escuela Hispanoamérica y en la anexa del colegio 5 de Agosto. La secundaria, la realizó en Quito en el colegio 24 de Mayo. Luego fue a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Central donde ganó una beca para estudiar pintura en México pero que no pudo aprovechar por la falta de los recursos económicos necesarios para el viaje. Fue la primera secretaria de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo de Esmeraldas y colaboró largo tiempo en la revista Tierra Verde del núcleo. Con el pasar del tiempo y por sus grandes méritos intelectuales llegaría a ser Miembro Correspondiente de dicha institución. Trabajó en el hospital civil Delfina Torres de Concha y luego en el Franklin Tello, ambos de la ciudad de Esmeraldas. En su cantón natal colaboró enseñando la asignatura de folclore en el colegio 22 de Marzo, así como también en la formación del grupo cultural Bombo y Marimba. A más de pintora, con un gran dominio de la anatomía humana, así como dueña de una gran facilidad para plasmar en el lienzo la belleza de nuestra tierra tropical, fue también notable escultora. Dentro de la plástica, su primera exposición data de 1960 y tiene una colección completa de La danza de La Tunda y el trabajo pedagógico A pintar con la abuelita Mimí, que es inédito. No se sabe con exactitud cuántos óleos pintó, pero pasan de 150. Investigadora social y costumbrista, se adentró un tiempo con los chachis para conocer sus costumbres, mitología y forma de vida. En cuanto escritora, tuvo gran dominio pedagógico y por ello varios de sus cuentos están grabados y son empleados por muchas instituciones. Según el historiador Ricardo Descalzi, “... casi todos sus relatos tienen un ambiente de manigua, lo cual muestra a las claras lo expresivo de su estilo y lo profundo de sus sentimientos hacia su tierra natal”. Sus cuentos recibieron cálidos elogios de Benjamín y Alejandro Carrión, especialmente. Entre sus obras escritas cabe destacar Andarele o cuentos de esclavos, Torbellino o recopilación de 15 cuentos, Algo de folclore, A la luz del candil, entre muchas otras. En 1984 el Banco Central, dentro de la colección Pambil, publicó su obra emblemática Folklor de la Zona Norte de Esmeraldas. Tres de sus cuentos forman parte de la Antología de Cuentos Esmeraldeños, editada por la matriz de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en 1960. En el 2006, la Asociación de Negros Norteños le tributó un merecido homenaje por haber dedicado su vida a destacar lo más importante de nuestras varias culturas. Es autora de la Bandera y del Escudo del cantón San Lorenzo, así como su padre lo es del Himno Cantonal. ¿Será la Tunda? (Fragmento) La mañana es encantadora. Brisa, sol y manglería. Los peces danzan y en su frenética alegría muchos de ellos no se han dado cuenta de que los pescadores están muy cerca. Nicolasa: duerme, Nicolasa, duerme, duerme que la pena es mucha y la dicha es poca. Duerme que la luna iluminó tu bello rostro...y ya se retiró lenta...lentamente...y ahora es un rayo de sol que te acaricia y tiñe de iris el firmamento. Pero no, Nicolasa: despierta que la amalgama del cielo te interesa con el hechizo de su policromía...Despierta, que una varita de sol ha tocado lo más recóndito de tu ser...Despierta, que hoy es tu día de esperanza y de ilusión. Quizá la felicidad no es una fábula como la de la Tunda, como la del Riviel. Quizá... Un piacuil silencioso llega hasta el pecíolo de una hoja de mangle. Una bandada de alcatraces persigue a los cardúmenes. Los alcanza y los devora...Así un recuerdo llegará a tu mente y verás a Timoteo perseguirte en el baile, convencerte y abandonarte en el manglar... ¿Abandonarte? ¡No! ¡No! Él prometió volver. Él tenía que ir al pueblo. Debía aparentar... Nicolasa: sobreponte al miedo de sentirte sola. Si una ráfaga de viento te azotó en el rostro y una ráfaga de angustia te azotó en el alma, no desmayes que tras la tempestad viene la calma. ¡Pobre Nicolasa! ¿Lloras? No llores. Timoteo no tardará. Es un hombre que cumple su palabra. Sube a una rama y mira bien a la distancia. ¡Se te rasgó el vestido? No importa. Continúa subiendo sin reparar en nada, que cuando queremos conseguir algo luchamos, luchamos hasta lograrlo. No importa que en la lucha dejemos pedazos de nuestra vida. No importa. Así que sube, sube hasta que veas la canoa de Timoteo... ¿Te alegras? Pero chica, ¿qué te pasa? ¿Para qué tienes por ojos ese par de chanules como dos grandes azabaches? Mira que son los buscadores de mariscos. Ve cómo se internan en el lodo...Sin duda están allá las famosas conchasprietas, o por lo menos las señoritas cholgas que con su valiosa ayuda quedan exquisitos tamales. Tamales, ¡ah! qué rico olor a sus recuerdos... ¿Tienes hambre? ¿Mucha hambre? ¿Quieres ir allá abajo a conseguir algo para comer? Sí; pero no te olvides que si te mueves de este sitio, Timoteo no te encontrará. 7. Otomie Ramírez Calderón de Lemos (Limones, 30/agosto/1930) Hija de Elio Ramírez Castrillón, jubilada en calidad de connotada maestra de primaria y de nivel medio en algunos establecimientos educativos. En la actualidad es activa dirigente de la Fundación Reina del Ecuador de la Tercera Edad, por lo cual ha creado un Himno Nacional de esta etapa dorada y también su distintivo o emblema. Recién a fines del 2009 publicó su primer poemario titulado Narraciones en versos, del cual presenteamos a continuación un poema. ¡Perdóneme Ud., señor! (Fragmento) Hay realidades que asombran, y nos causan desconcierto. ¿Cómo es que se les escapó, ese paraje cubierto por la flora que inspiró, sus más bellos pensamientos, combinados con la aurora, con el sol en su descenso, con la brisa que rumora su ilustre nombre, don Nelson? Esparcidas por el viento en las lomas de Gatazo pudo quedar fehaciente, en fértil, cálido abrazo, los genes de su talento. Se hubiera Ud. complacido, contemplando emocionado los guayacanes nacidos de sus egregias cenizas porque estarían florecidos. Evidentemente se trata de un reclamo, pero delicado y bello, por haberse esparcido en el mar las cenizas del gran Nelson Estupiñán Bass, y no en la hermosa campiña provincial como la poeta cree que hubiese sido mejor. En la actualidad se encuentra terminando un nuevo poemario que se llamará también Narraciones en versos, II Parte. 8. Ulises Ramírez Cúlter (San Lorenzo, 08/julio/1936) Hijo de Arcelio Ramírez Castrillón y Cleofé Cúlter Gruezo, cursó parte de la primaria en la escuela Mariscal Sucre de su localidad natal y luego en la Centro Educacional América de la capital provincial. La secundaria la realizó en el colegio nacional 5 de Agosto, en una época de connotados maestros en dicho centro educativo, como: Hilda Padilla Gámez, César Névil Estupiñán Bass, Bolivia Quirola, Jorge Casierra Perlaza, Bolívar Drouet Calderón, Luis Alberto Moscoso, Luis Prado Viteri, Simón Pacheco Perdomo, entre otros. Allí formó parte del grupo cultural Vértice que editaba una revista de igual nombre, auspiciada por el núcleo provincial de la Casa de la Cultura, y laboró entre 1958-1960 como Secretario de dicha institución provincial. Entre 1961-1964 realizó funciones similares en la Dirección Provincial de Educación, pasando luego como tal también al colegio donde se graduó, simultáneamente como maestro. Ya como miembro del Consejo Directivo, formó parte del equipo directriz a quien correspondió la importante adquisición -mediante expropiación- de las 10 hectáreas donde se levanta el amplio complejo educacional actual. Cuando, en 1969, se crea en Esmeraldas una extensión de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, como muchas otras personalidades locales que anhelaban la superación personal, se matricula en ella; fue la simiente que originó inmediatamente, en 1971, la creación de la actual Universidad Técnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas. Se tituló en ciencias de la educación, especialidad Castellano y Literatura, en la primera promoción de la ya universidad local en 1973, pasando a dictar allí mismo la cátedra de su especialidad. En 1979 fue nombrado Rector del colegio 5 de Agosto y realizó las gestiones ante el Consejo Provincial para la construcción de todo el complejo educativo cuyos amplios terrenos él mismo había ayudado a conseguir en el barrio La Propicia. El día 05 de agosto de 1981 le correspondió inaugurar dichas edificaciones. Se jubiló aquí en 1995 y poco después hacía igual con su cátedra universitaria (Ramírez Culter, s/f). Versado como pocos en literatura nacional y universal, también destacó como administrador de la cosa pública. Ello le valió el respeto de toda la colectividad, a lo que se unió el gran carisma que siempre mantuvo entre sus alumnos. Su extrema sencillez temperamental no le ha permitido reunir sus obras en libros para su publicación. El poema que reproducimos a continuación fue publicado en la Revista cultural Hélice, edición de septiembre de1955. Éxtasis En éxtasis contemplo este paisaje, salpicado de sombras y de estrellas; murmullo de la brisa en el ramaje y aves que arrullan sus canciones bellas. Vislumbro en medio de la noche triste un suave y corto resplandor mezquino; y por momentos cuando el viento embiste el eco de la mar llega cansino. Entre la luz que en la penumbra crece una silueta hermana se recorta y su extraña ficción desparece. Vuelvo en mí, como llegar de loco; y al extender la mano –en alma absorta- el vidrio en la ventana es lo que toco. 9. Gustavo Ramírez Cúlter (Borbón, 02/mayo/1947 – Esmeraldas, 13/septiembre/2013) Hijo de Arcelio Ramírez Castrillón, realizó todos sus estudios en la ciudad de Esmeraldas hasta graduarse en Ciencias de la Educación en la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, habiendo tenido profesores de la talla de Horacio Drouet Calderón, Livia Estupiñán, Jorge Casierra Perlaza, Damián Gudiño Acosta, Simón Pacheco Perdomo, Luis Alberto Moscoso, entre otros. En 1975 se publicó su primer poema “Mis manos en la calle” en el semanario El Guardián del licenciado Edgar Quiñónez Sevilla. Para 1981 presentó su primer libro de poemas Mis querencias y reproches, con crónicas, relatos y poemas de su autoría. Al año siguiente, presentó Mensajes al hombre, con sólo poesía y el grupo musical Los Chigualeros los musicalizó y grabó en CD uno de ellos. En 1984 apareció Síntesis antológica de poemas a mi pueblo y de otro parecido, con nuevas poesías. Para 1988, fue fundador de la Sociedad Ecuatoriana de Escritores (SEDE), Núcleo de Esmeraldas. Al año siguiente ingresó como catedrático de la universidad y cuando el Banco Central editó el volumen Diez Cuentos esmeraldeños, incluyó uno suyo. En 1991 escribió Erase una Vez, con catorce cuentos sobre la gente humilde y dibujos de Mireya Ramírez de Morejón. En 1999, publicó Poemas y canciones liberados del silencio y, en el año 2000, la excelente biografía de su ilustre padre Arcelio Ramírez Castrillón, humanista sin fronteras en 250 páginas. Su siguiente poemario se tituló Reflejos de mi vida. También incursionó en el ensayo con su libro Homenaje, fecha y semblanzas prioritarias de nuestra vieja y nueva Esmeraldas. Su segundo libro de cuentos fue Los muertos no salen de día y luego publica De la poesía al cuento (2010), con creaciones de ambos géneros literarios (Pérez, s/f). Para diciembre del 2009, editó el primer tomo de las Obras Completas de su padre. Su prematuro fallecimiento dejó trunco este importante proyecto literario, ya en imprenta y que él aspiraba sacar a luz. También quedó en imprenta su primera antología denominada Los variados caminos del decir...y otras quejas. Sus poemas, de corte sencillo y lenguaje común, traen, sin embargo, un recorrido largo de dolor de humanidad. Y ese es el valor de su mensaje, que no es para una élite si no para todos los seres humanos. Transcribimos aquí uno de ellos. El uno y el otro Cuentan mis abuelos que hace tiempo, mucho tiempo… cuando los abuelos de ellos, también les contaron, que los indios con los negros eran hermanos. Que la marimba era una sola, que la marimba bailaban los negros, que la marimba bailaban los indios. Los negros en pambil, los indios en tabla. -Juyungo, juyungo venís a bailar, con este pobre indio amigo del mar. -Cayapa, Cayapa, en dónde estás tú, te busco en la selva con el Berejú. Y eran hermanos de todos los ríos, y eran hermanos de todas las montañas, y eran hermanos de todos los sembríos. ¡Y eran hermanos de esta tierra! El viento dijeron mis abuelos. El viento, solo el viento cambió la dirección. Vino con fuerza llevándose la tagua, vino con fuerza llevándose la balsa, vino con fuerza llevándose el banano, vino con fuerza llevándose el sudor. Se introdujo en lo más abrupto de la manigua; hizo huir al uno, hizo regresar al otro. El uno macilento y enfermo en los recodos; el otro, esclavo del trabajo. Y mi abuelo, uno de los que me contaba, era el uno, el otro, todavía vive en la montaña. Referencias bibliográficas Diario Sirio Libanés. (2017). Es necesario ver la condición humana sobre la base de la movilidad. http://www.diariosiriolibanes.com.ar/Opinion/Tribuna-y-debate/ Balloffet-%E2%80%9CEs-necesario-ver-la-condici%C3%B3n-humana- sobre-la-base-de-la-movilidad%E2%80%9D Nevárez Mendoza, B. (2009). Presentación Obras Completas de Arcelio Ramírez Castrillón (Tomo I). Auditorio de la Casa de la Cultura de Esmeraldas. Ojeda San Martín, C. (1939). Pendoneros de Esmeraldas (Tomo II). Funcos. Pérez Pimentel, R. (s.f.). Diccionario Biográfico Ecuatoriano. https://rodolfoperezpimentel.com/ diccionario-biografico/ Ramírez Castrillón, O. (s.f.) Canto a San Lorenzo [Documento inédito en posesión del autor]. Ramírez Cúlter, G. (s.f.). Arcelio Ramírez Castrillón, humanista sin fronteras. En Universidad Técnica Luis Vargas Torres, rectorado del Dr. Benito Reyes Pazmiño (pp. 1-4). Universidad Luis Vargas Torres. Ramírez Solís, C. (2007). San Lorenzo, tierra grata. Municipalidad del Cantón San Lorenzo.