Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas Thinking-With Associated Worlds: Multispecies Cohabitability and Other-Than-Human Anthropologies Yuyarina-shukkunawan watarishka shina kanamanta: imasha pakta kawsay ushan runakuna, shuk mana runakuna kakkunantin Luis M. Barboza-Arias lubasar@gmail.com ORCID: 0000-0002-0765-730X Universidade Federal do Rio Grande do Sul (Porto Alegre, Brasil) Cita recomendada: Barboza-Arias, L. (2024). Pensar-con asociados: cohabitabilidad multiespecie antropologías otras-que-no-humanas. Sarance, (53), 44 -54. DOI: 10.51306/ ioasarance.053.04 Resumen Este ensayo reflexiona sobre el potencial analítico de lo que denominamos “antropologías otras-que-no-humanas”. Se propone examinar el surgimiento de mundos de vida (tanto humanos como otros-que-no-humanos), sus interconexiones y su (co)existencia en devenir, a partir de la observación de cocodrilos en el puente sobre el río Tárcoles, en Puntarenas, Costa Rica. La provocación analítica que aquí se plantea es considerar a los cocodrilos como una vitalidad con un mundo asociado. Además, se indaga en ciertas consideraciones teóricas y conceptuales bajo la premisa de la noción de “mundos que mundean mundos”. También se aborda la participación de los otros-que-no-humanos como organizadores de narrativas. Finalmente, se presentan algunas reflexiones sobre la cohabitabilidad multiespecie en tiempos de crisis antropogénicas. Palabras clave: Antropoceno; estudios multiespecie; giro ontológico; neovitalismo; nuevos materialismos. Revista Sarance ISSN: 1390-9207; ISSNE: e-2661-6718 (button) Fecha de recepción: 30/04/2024; fecha de aceptación: 17/06/2024 Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad Revista Sarance, Nº 53 multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas (diciembre - mayo 2025) Abstract This essay explores the analytical potential of what I term “other-than-human anthropologies,” examining the emergence of lifeworlds --both human and nonhuman-- their interconnections, and their dynamic (co)existence, drawing on observations of crocodiles near the bridge over the Tárcoles River in Puntarenas, Costa Rica. The central analytical provocation considers crocodiles as beings imbued with vitality and possessing an associated world. Additionally, I engage with theoretical and conceptual frameworks underpinned by the notion of “worlds that make worlds.” This analysis also addresses the role of nonhuman entities as narrative organizers. Finally, the analysis offers reflections on multispecies cohabitation amidst the challenges of anthropogenic crises. Keywords: Anthropocene; multispecies studies; ontological turn; neovitalism; new materialisms. Abstract Kay killkaypimi allita hamutankapak munan imashalla pakta kawsan runakuna kashpa, mana runa kashpapash, ishkantin laya. Rikunkapak munan imashallatak pakta kawsanata yachahushka, imashatak rimarin. Chaypami cocodrillo wiwakunapi rikushpa kay ishkay kawsaymanta rimay kallarin. Kay wiwakunami kawsan Tárcoles mayu chakapi, Puntarenas hatunkuchapi Costa Rica mamallaktapi. Kaypimi runakunapash, wiwakunapash kimilla kawsan. Chaytami kay killkaypi riman ismashallatak ishkaypura kawsanakun. Kay wiwakunapashmi ushaykunata charin nin, paykunapashmi kawsakkuna kashpa chay llaktapi paykunapa ruray kawsay yachaykunata rikuchinakun nin. Shinami ashtaka yachaykunata riman kaymanta “tiksimuyu imasha shuk tiksimuyupi kawsayprurarin”. Shinallata kay pachapi rikurinmi ismaha mayhan na runa kakkunapash kay allpapi tiyashpa runakunaman kimirishpa kawsaytapash hatunyachin. Chaymi rimarin imasha alli kan shuk shuk laya kawsaykuna kay allpapi tiyashpa kunanpi runakuna allpa mamapa llakichishkatapash shayachi usharin. Sapi shimikuna: kunanpi llaki pacha kawsay; runakuna, mana runakunapapash yachaykuna, tawka yachahuykuna; mushuk yuyayman tikrachishpa; tukuymi ushayta charin; nuevos materialismos. Revista Sarance, Nº 53 Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad (diciembre - mayo 2025) multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas 1. Introducción “Me quedé asombrado al descubrir y ver que estos cocodrilos viven debajo del puente”, comentó un turista que visitó Costa Rica en 2018, y pudo observar a varios cocodrilos en las orillas del río Tárcoles. Diariamente, cientos de personas que atraviesan el puente sobre el río Tárcoles (en la Ruta Nacional n. 34), tienen esa oportunidad. El puente, localizado en el cantón de Garabito, en la provincia de Puntarenas, conecta la capital de Costa Rica, San José, con la costa del Pacífico, una de las zonas con mayor afluencia de turismo extranjero en el país. Se considera que en el río Tárcoles, cuya longitud aproximada es de 111 kilómetros, viven cerca de 300 cocodrilos americanos (Crocodylus acutus). Si bien no es del todo preciso decir que los animales “viven” debajo del puente, el lugar pasó a ser un punto de observación destacado, debido a que las personas de las localidades cercanas atraen a los animales hasta ese lugar mediante la alimentación, lo que convirtió a los cocodrilos en una atracción local que ha despertado incluso interés a nivel internacional. Los comentarios del turista se pueden leer en un sitio web que brinda información de viajes en Costa Rica en el idioma inglés. En la publicación, esta persona describió a los cocodrilos como “criaturas fascinantes”, refiriéndose a su experiencia como un “momento maravilloso”, en un lugar que es “divertido para detenerse y tomar hermosas fotografías”. Incluso relató haber conocido a un local que contaba historias. El turista recuerda que ese hombre “contó que alguien volaba un dron sobre los cocodrilos, para capturar videos de cerca. Un día, uno de ellos saltó fuera del agua y atrapó el dron. Fue el fin del aparato”. Sin embargo, este ensayo no trata sobre la interacción entre los cocodrilos y el turismo, no aborda los avistamientos de cocodrilos que implican a turistas que atraviesan el puente sobre el río Tárcoles. Trata sobre el surgimiento de mundos de vida (tanto humanos como otros-que-no-humanos), las maneras en que se entrelazan y su (co)existencia en devenir. Lo que presento aquí no constituye un estudio de caso detallado ni un análisis exhaustivo de los factores socioculturales y ambientales que influyen en dicha interacción. Mi objetivo es utilizar algunos elementos de esta historia para reflexionar sobre el potencial analítico de lo que denomino: “antropologías otras-que-no-humanas”. Es decir, modos de prestar atención a los relacionamientos entre los humanos y los otros- que-no-humanos (animales, plantas, microorganismos, minerales, tecnologías, entre otros), en los que se ha trascendido el binomio naturaleza-cultura. La “vitalidad de la materia” (Bennett, 2022), que ahora se está manifestando en todas partes, conlleva Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad Revista Sarance, Nº 53 multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas (diciembre - mayo 2025) reconocer que la agencia no es un atributo exclusivo de los humanos. Aprender a ser afectado por otros seres, entidades y cosas, requiere descentrar la marca distintiva de lo humano, para abrir paso a otros protagonistas y formas inéditas de encuentro. Este reposicionamiento se enmarca dentro del contexto del “giro ontológico” que ha permeado las ciencias sociales, destacándose especialmente en el ámbito de la antropología (Holbraad y Pedersen, 2017). La provocación analítica que planteo es considerar a los cocodrilos como una vitalidad con un mundo asociado. En la próxima sección, exploro ciertas consideraciones teóricas y conceptuales para proporcionar una descripción más detallada de esa noción. Seguidamente, abordo la participación de los otros-que-nohumanos como organizadores de narrativas. En las reflexiones finales, presento el término “cohabitabilidad multiespecie” para enfatizar la pertinencia de las antropologías otras-que-no-humanas en un planeta deteriorado por las crisis antropogénicas. 2. Mundos que mundean mundos “Mundear”, “mundeamiento” o “mundicidad” no son términos reconocidos por la Real Academia Española (RAE); sin embargo, su incorporación en las investigaciones antropológicas otras-que-no-humanas puede fomentar “formas más amplias y relacionales para pensar la vida” (Chao et al., 2023, p. 114). La filosofa feminista Donna Haraway destaca la importancia analítica de ese postulado: Importa qué materias usamos para pensar otras materias; importa qué historias contamos para contar otras historias; importa qué nudos anudan nudos, qué pensamientos piensan pensamientos, qué descripciones describen descripciones, qué lazos enlazan lazos. Importa qué historias crean mundos, qué mundos crean historias (Haraway, 2020, p. 35). Los mundos que mundean mundos son “asociaciones parciales”, mediante las cuales se generan los sistemas de significados e intenciones que posibilitan la (re)configuración semiótica y sociomaterial del planeta. Para la antropóloga multiespecie Anna Tsing, se trata más bien de ensamblajes compuestos por mundos articulados, que se vuelven relevantes al expresar lo que es importante y distintivo para la continuidad de mundos de vida concretos (Tsing, 2010). Esa concepción permite identificar al menos tres elementos claves. El primero de ellos es que el potencial metafórico de los nudos sugiere que la precariedad que impacta un mundo de vida afecta también a varios otros mundos. El anudamiento de los mundos ayuda a revelar los sentidos intrincados de las conexiones interdependientes. En segundo lugar, los mundos que mundean mundos son “representaciones escénicas”, lo cual evidencia la capacidad de los otros-que-no-humanos para influir Revista Sarance, Nº 53 Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad (diciembre - mayo 2025) multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas en trayectorias compartidas mediante su performatividad. Podemos llevar el análisis un paso más allá al sugerir, siguiendo el enfoque de la física y filósofa feminista Karen Barad, que la relación con los otros-que-no-humanos se produce a través de procesos “intra-activos”, en los cuales los actores se configuran de manera relacional (Barad, 2007). En tercer lugar, los mundos que mundean mundos se ven constantemente redefinidos por valores territoriales que implican la necesidad de establecer acuerdos y negociaciones con intereses superpuestos y divergentes. El foco principal de los relacionamientos son los lazos afectivos que hacen que los actores se vuelvan significativos y se vinculen entre sí de manera apropiada. Se trata de una forma novedosa de conceder atención a las presencias humanas y otras-que-no-humanas que se efectivan en el cotidiano local de los territorios, lo que también implica volverse capaz de “reconocer la manera en que otros seres son portadores de atenciones” (Despret, 2022, p. 13). El pensar-con los mundos asociados se revela como un acto experimental, donde las alteridades y las existencias heterogéneas se configuran mutuamente a través de vínculos fluidos y en constante evolución. Este enfoque ofrece oportunidades creativas para explorar nuevas onto-epistemologías de la vitalidad, abriendo senderos para que las “subjetividades transindividuales”1 (Simondon, 2020) participen en el debate sobre los cambios de orientación necesarios frente a las crisis antropogénicas. Conceder atención, como lo define Vinciane Despret, es “otra manera de declarar importancias” (Despret, 2022, p. 13). En la experiencia del avistamiento, no es tanto la forma en que los otros-que-no-humanos son percibidos por los humanos, sino los significados asociados a cómo se vuelven visibles lo que realmente interesa. Haré un esfuerzo por clarificar este punto. La observación de cocodrilos en el puente sobre el río Tárcoles proporciona una perspectiva útil para comprender cómo estas ideas contribuyen a la reflexión sobre los fenómenos empíricos (Figura 1). 1 Para el filósofo francés Gilbert Simondon, la “identidad transindividual” se refiere a una forma de identidad que trasciende la individualidad de un ser particular y abarca tanto su relación con otros individuos como con su entorno. Simondon argumenta que los seres individuales no son entidades cerradas y autosuficientes, sino que están constantemente en relación con otros seres y con su entorno. En este sentido, la identidad de un individuo está enraizada en su interacción con los mundos que lo rodean, así como en sus relaciones con otros individuos y objetos técnicos. Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad Revista Sarance, Nº 53 multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas (diciembre - mayo 2025) Figura 1. Cocodrilos del río Tárcoles (Costa Rica). Fuente: Fotografía de David Pardo Bernal, (licencia Unsplash). Enero de 2024. En noviembre de 2022, la Agence France-Presse (AFP), una agencia global de noticias con sede en París, produjo un reportaje sobre los cocodrilos del río Tárcoles. El artículo presentaba a estos animales como supervivientes en “el río más contaminado”. El reportaje, difundido posteriormente en varios países a través de agencias locales, detalla cómo las orillas de este río “arrojan diariamente neumáticos y plásticos en los manglares del Pacífico”. Los “residuos de alcantarillas y basura” representan los elementos abióticos que moldean la coexistencia, la cual incluye también a alrededor de 150 bacterias que dependen del ecosistema contaminado para asegurar, a su vez, su propia supervivencia y la de sus mundos de vida. Los “metales pesados, nitritos, nitratos y una gran cantidad de desechos humanos” también contribuyen a esta red de vida, en la que los cocodrilos emergen como los principales actores. En el reportaje, se los describe como “fósiles vivientes” con una capacidad de adaptación extraordinaria. Lo que se presenta es una compleja trama de relaciones y afectos. Los cocodrilos, con su mundo asociado, dan forma a una narrativa en la que diversos tipos de relaciones ecológicas, a veces ambiguos y poco definidos, adquieren una Revista Sarance, Nº 53 Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad (diciembre - mayo 2025) multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas presencia tangible que va más allá de la simple observación que comúnmente asociamos de manera acrítica con los avistamientos. Los cocodrilos, no solo por su presencia, sino también por su capacidad de resistencia, revelan conexiones que anteriormente podrían haber pasado desapercibidas. ¿Qué implicaciones tiene, entonces, volver la mirada hacia un ojo radicalmente distinto, pero cuyo reflejo tal vez nos permita reconocernos a nosotros mismos? En este sentido de la “mundicidad”, se vislumbra una noción diferente de la urgencia y de lo que es inaplazable para los mundos de vida de los cocodrilos. Esto tiene implicaciones ontológicas y políticas para su (co)existencia con los humanos, resaltando la importancia del aprendizaje intuitivo y de las sensibilidades empíricas que adquieren las personas que conviven diariamente con ellos. Implica reconocer que los animales no son seres atemporales; su presencia encarnada en un territorio los reintroduce en múltiples temporalidades que los actualizan2, creando así un presente que reaviva su presencia y da forma a “remolinos narrativos” (Cronon, 1992), cuya capacidad para reinterpretar historias más amplias resulta intrigante. 3. Narrabilidades otras-que-no-humanas La narrabilidad no se limita a ser narrativa ni a constituir una narración; más bien, representa la habilidad de las historias para desenvolverse por sí mismas y captar el interés de aquellos que se sumergen en ellas. Como señala Tsing (2015), el arte de contar historias puede ser una poderosa herramienta para comprender y responder a la complejidad actual. Ella sostiene que las historias no son meros relatos pasivos sobre los mundos, sino que también actúan como herramientas activas para moldear y dar forma a la realidad. Más que solo una forma de entender el mundo, son una vía para intervenir en él y provocar transformaciones. Los cocodrilos del río Tárcoles desempeñan un papel fundamental en la creación de una narrabilidad propositiva, la cual contribuye a su inserción en el ámbito relacional por medio del contacto afectivo cotidiano. Como hemos visto en la historia compartida por el turista al inicio de este ensayo, los encuentros, aunque sean esporádicos o casuales, poseen el poder de despertar asombro y fascinación. Una narrativa bien desarrollada puede hacer que el animal se vuelva aún más interesante, conectándolo de manera única con la trama de la vida y vinculándolo con otras historias que podrían evocar diversas respuestas de nuestra parte. El asombro, como menciona el turista, puede ser considerado como una manera de otorgar carisma a un animal que quizás no sea el enfoque principal ni una preocupación relevante en 2 De acuerdo con la interpretación de Gilles Deleuze y Félix Guattari, el término “actualizar” hace referencia a procesos complejos en los que las potencialidades se efectivan. Actualizar es la manera que dispone una potencialidad para tornarse real en una situación específica, lo que implica el paso de lo virtual a lo concreto. La actualización es un flujo constante de devenir, donde lo latente se vuelve activo (Deleuze y Guattari, 2012). Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad Revista Sarance, Nº 53 multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas (diciembre - mayo 2025) los debates ambientales y ecológicos contemporáneos. Este, en última instancia, es el poder inherente de las narrativas multiespecie. El geógrafo cultural Jamie Lorimer destaca entre los autores que han investigado con mayor profundidad las intersecciones entre los vínculos multiespecie y los mecanismos afectivos que generan carisma hacia especies que aparentemente carecen de él. El concepto de “carisma no humano”, tal como él lo describe, representa otra faceta del modo en que los paisajes multiespecie afectan – al mismo tiempo que son afectados – por la huella indeleble de las actividades antropogénicas. Para Lorimer, las lógicas afectivas que emergen en los encuentros entre los humanos y los otros-que-no-humanos son cruciales para comprender la atención que se les presta: Tomé el término carisma de los conservacionistas que utilizan la palabra carismático para describir un conjunto de especies que tienen un atractivo popular. Esta es una aprobación positiva generalmente asociada con las “especies emblemáticas” que pueden circular en los medios de comunicación y los mercados; el elefante asiático es un ejemplo clásico. Los conservacionistas invocan vagamente el carisma no humano y generalmente solo a través del adjetivo carismático. Ha habido un esfuerzo limitado para especificar las propiedades y operaciones del carisma no humano y diferenciar su fuerza afectiva. […] entiendo el carisma no humano para describir las características de un organismo o proceso ecológico particular que configuran su percepción y evaluación subsiguiente (Lorimer, 2015, p. 39), [traducción propia]. Esta descripción general es interesante por varios motivos. En primer lugar, destaca que la asociación de especies de fauna silvestre con el carisma no humano suele surgir en contextos de neoliberalización de la naturaleza, usualmente influenciados por políticas de conservación que buscan captar financiamiento internacional para la gestión de especies de tamaño grande, especialmente mamíferos, que se convierten en el símbolo de campañas publicitarias y viajan por el planeta sensibilizando sobre crisis como el cambio climático, el calentamiento y acidificación de los océanos y la pérdida masiva de especies. El animal carismático descrito por Lorimer está estrechamente ligado a su especie, en el sentido de que son sus características anatómicas y su papel ecológico los que determinan la atención que recibe. En este contexto, los grandes mamíferos de la sabana africana suelen acaparar toda la atención. Sin embargo, esta perspectiva, siempre en compañía de Lorimer, nos lleva a plantear una serie de preguntas distintas sobre los animales que han sido protagonistas de historias históricamente más complejas, violentas o trágicas. En este sentido, los cocodrilos representan los encuentros de alto riesgo que se prefieren evitar. Entonces, ¿cómo influye esto en la onto-política de la (co)existencia humanos-cocodrilos? ¿Cómo podemos plantear y Revista Sarance, Nº 53 Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad (diciembre - mayo 2025) multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas abogar por una ecología de proximidad que nos permita continuar pensando-con los cocodrilos y sus mundos asociados? Como argumentó recientemente Anna Tsing en relación con las especies consideradas invasoras exóticas: “sin embargo, incluso como antagonistas, necesitamos conocerlos” (Tsing, 2023, p. 49), [traducción propia]. Es evidente que la autora no se refiere a una extensión de los valores negativos en esos relacionamientos, sino al modo en que, a través de la generación de nuevo conocimiento, estas especies pueden ser capaces de “cambiar ante nosotros” y revelar una serie de aspectos beneficiosos y colaboraciones simbióticas en las que no hemos reparado. Más allá de los animales carismáticos, una amplia variedad de organismos continúa escasamente estudiada. El filósofo ambiental Thom Van Dooren, quien ha profundizado en los Estudios de extinción, nos ha alertado sobre el hecho de que muchas especies desaparecen sin apenas dejar rastro de su existencia. Van Dooren plantea interrogantes sobre el duelo ante especies que se extinguen incluso sin haber sido descubiertas. En una de sus obras más recientes, A World in a Shell. Snail Stories for a Time of Extinctions, este autor explora los mundos de vida de varias especies de caracoles, desarrollando un conjunto de narrativas “molusculares” (Van Dooren, 2022) que buscan fomentar lo que él define en otro contexto como “una nueva sensibilidad hacia las prácticas narrativas […], una sensibilidad que puede abrir paso a posibilidades más sostenibles de vida a través de especies y generaciones” (Van Doren, 2014, p. 85), [traducción propia]. Este conjunto de reflexiones es especialmente instructivo en el caso de las poblaciones locales de cocodrilos americanos, dado que su estado de conservación está clasificado como vulnerable, lo que los sitúa en la categoría de especies amenazadas. 4. Cohabitabilidad multiespecie: algunas reflexiones finales En un planeta deteriorado por las crisis antropogénicas, la continuidad de nuestros mundos de vida está ligada a la negociación continua y las alianzas que seamos capaces de forjar con otros seres. Los mundos que mundean mundos, en ese sentido, nos ayudan a imaginar la cohabitabilidad multiespecie como una intrincada red de conexiones e interdependencias que une la vitalidad con los materiales y objetos. (Co)habitar no constituye un dispositivo estático de la existencia, ni está limitado por dimensiones espaciotemporales fijas; en su lugar, se desenvuelve en paisajes marcados por prácticas contingentes y relaciones flexibles, de las que emergen ecologías porosas que operan como fuerzas (des)estabilizadoras. Esta perspectiva es notablemente diferente de la tecnopolítica movilizada en la Pensar-con mundos asociados: cohabitabilidad Revista Sarance, Nº 53 multiespecie y antropologías otras-que-no-humanas (diciembre - mayo 2025) conservación contemporánea de la naturaleza, donde las actividades de protección de la biodiversidad, los servicios ambientales y la gestión de los ecosistemas son organizadas con base en el manejo controlado y la aplicación de mecanismos centralizados de gobernanza. El aprendizaje intuitivo de los mundos otros-que-no-humanos nos permite “penetrar con el pensamiento la existencia de otro” y “experimentar su perspectiva” (Fausto, 2020). En conclusión, es importante destacar que volverse visible implica comprometer no solo la vista, sino todos nuestros sentidos. Tornarse visible es ser visto por otros, estableciendo conexiones y atribuyendo significados al acto de estar presente. Es en este punto donde las narrabilidades otras-que-no-humanas tienen una mayor oportunidad de desarrollar su potencial pedagógico. Percibir los múltiples mundos que resisten y resurgen a nuestro alrededor nos vuelve más receptivos a las cosas que existen sin estar necesariamente a la vista, comprometiéndonos de maneras diferentes. A pesar de que las historias locales sobre la convivencia entre cocodrilos y humanos en las áreas cercanas al río Tárcoles a menudo incluyen incidentes de ataques a personas, e incluso la pérdida de vidas humanas, que en ocasiones han provocado conflictos y controversias con la presencia de estos animales, es importante destacar que prestar atención a sus narrativas puede proporcionarnos una nueva perspectiva sobre la coexistencia. El río Tárcoles, como hemos observado, figura entre los más contaminados, pero los cocodrilos han logrado convertir este lugar en un punto de interés turístico único, atrayendo la atención de los visitantes y convirtiéndose en aliados fundamentales de las economías locales, muchas de las cuales operan de manera informal en las áreas que rodean el río. Numerosas agencias turísticas y operadores locales ofrecen excursiones en bote por el río Tárcoles, que garantizan avistamientos de cocodrilos y la observación de más de 60 especies de fauna, principalmente aves. Las antropologías otras-que-no-humanas, objeto de reflexión en este ensayo, poseen el instrumental analítico para resaltar estos potenciales desarrollos en la convivencia multiespecie, aplicando su marco teórico y metodológico a los desafíos contemporáneos en tiempos de crisis. La invitación permanecerá abierta durante mucho más tiempo: no apartar la mirada. Referencias bibliográficas Bennett, J. (2022). 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